Los edulcorantes no son nocivos para la salud
Cada vez más personas utilizan edulcorantes no calóricos como una herramienta para evitar el sobrepeso y, en el caso de diabetes, para conservar el sabor dulce de la dieta sin afectar los niveles de glucosa en la sangre.
La evidencia clínica, además, ha demostrado que son seguros para el organismo y, por lo tanto, pueden consumirse con tranquilidad.
Los edulcorantes no calóricos se encuentran entre las sustancias más evaluadas por las autoridades de salud en todo el mundo, lo cual ha generado mayor confianza entre la población.
Sin embargo, aunque su popularidad ha ido en aumento, subsiste aún el debate en torno a los beneficios reales de los edulcorantes no calóricos, sobre todo en el caso de individuos con obesidad o diabetes.
Para responder a éstas y otras preguntas, miembros de la Asociación Latinoamericana de Diabetes analizaron exhaustivamente las investigaciones más relevantes sobre el tema. Sus resultados, publicados recientemente en la Revista ALAD, fueron los siguientes:
- Edulcorantes y control de peso
Los científicos concluyeron que los edulcorantes no calóricos son útiles como herramientas coadyuvantes en el tratamiento o prevención de la obesidad cuando se consumen en sustitución de azúcares. Por lo tanto, es fundamental que su uso se acompañe de un plan de alimentación balanceada que limite el consumo de carbohidratos y energía, a fin de que los edulcorantes funcionen realmente como sustitutos.
- Edulcorantes y diabetes
Diversos organismos de salud, particularmente la Autoridad Europea de Seguridad en Alimentos (EFSA), han determinado que el uso de edulcorantes no calóricos genera un menor aumento de los niveles de glucosa en la sangre que los azúcares comunes. Al igual que en el caso de la obesidad, los expertos recomiendan acompañar su consumo con una dieta baja en carbohidratos a fin de aprovechar sus beneficios, tanto para controlar la glucosa como proteger la salud cardiovascular.
Finalmente, los científicos hicieron hincapié en que los edulcorantes no calóricos no afectan al apetito ni la sensación de saciedad y, además, son seguros para niños y mujeres embarazadas. Según explican, las evaluaciones de los organismos internacionales han demostrado que pueden consumirse con tranquilidad en las diversas etapas de la vida e incluso enfatizan que en caso de niños con diabetes, obesidad o síndrome metabólico, pueden ser una gran alternativa para contrarrestar estos padecimientos.
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