Los pasos para combatir la Celulitis
El invierno suele ser el momento oportuno para el tratamiento de la piel y prepararla para la llegada de las altas temperaturas en donde se hace más visible.
Afecta en mayor o menor medida a todas las mujeres, y para muchas llega a convertirse en un problema.
Se produce debido a los factores hormonales de la pubertad: los estrógenos generan un incremento de grasa en determinadas zonas del cuerpo, caderas, muslos y glúteos. La disposición de esta grasa bajo la piel y la presencia de tabiques de tejido conjuntivo rodeando a las células grasas se agrupan en receptángulos de tejido conjuntivo dispuestos en cámaras verticales fijadas en la dermis por una especia de anclaje.
Especialistas en estética advierten que la celulitis tiene tres fases:
- La edematosa: debido a una mala circulación linfática o por un aumento del volumen de los adipositos, se encharcan los tejidos. En esta fase comienza la hipermolimeración (encadenamiento y unión de unas moléculas con otras) de los mucopolisacáridos, lo que hace que el tejido se vuelva más viscoso dificultándose aún más la circulación en esa zona.
- Fibrótica: debido a alteraciones bioquímicas, las fibras de la dermis se hinchan y forman auténticas redes que rodean a las células grasas.
- Esclerótica: el tejido se endurece y resulta doloroso. La celulitis es más visible.
La mala alimentación (exceso de sal, poca ingesta de líquidos, dieta alta en grasa y azúcares), vida sedentaria, estrés, ansiedad, el tabaquismo y el alcohol son algunos de los factores que empeoran el problema.
Está comprobado que ante un estado nervioso la circulación linfática puede verse alterada y con ello aumentar la retención de líquidos.
Los anticonceptivos por su acción hormonal pueden provocar retención de líquidos y con ello edema. También las malas posturas: las mujeres que permanecen mucho tiempo sentadas ven dificultada la circulación linfática por compresión de los vasos linfáticos de las piernas.
Tratamientos
Una de las opciones más recomendadas es la mesoterapia, es una técnica que consiste en inyecciones subdérmicas que contienen principios activos. Éstas se inyectan en las zonas más problemáticas.
Se puede complementar con presoterapia (serie de compartimentos que se hinchan de forma secuencial realizando un drenaje venoso y linfático).
Los ultrasonidos (ayudan a romper los tabiques fibrosos y favorecen la microcirculación). También la liposucción, puede emplearse dado que reduce los acúmulos de grasa localizada.
Endermología, estos aparatos realizan un pinzado rodado sobre la piel además de una aspiración de la misma. Es como una especie de masaje de dentro del tejido hacia fuera.
Otra de las técnicas más efectivas es el drenaje linfático manual. Se trata de un excelente tratamiento preventivo para la celulitis ya que evita que se acumule líquido en la zona. Además, disminuye la tendencia a la fibrosis.