Desde el próximo 6 de diciembre, Mar del Plata será sede del Campeonato Mundial de Optimist teniendo al Club Náutico como anfitrión, pero también otorgándole al Seleccionado Nacional un entrenador a cargo de todo el grupo. 

Se trata de Lucas Marino que antes del primer entrenamiento que tienen todos juntos en nuestra ciudad, habló en Marca Deportiva Radio (FM 99.9): “las expectativas siempre son altas cuando uno es local en estos campeonatos tan importantes, también hay cierta presión y la responsabilidad es alta en los últimos años a nivel mundial. Argentina no es como en los años 90 que se destacó mucho ganando mundiales cada año, así que vamos a ir preparándonos y tratando de estar tranquilos, de abstraer un poco todo lo que es todo el entorno para los chicos, transmitirles lo mejor que se pueda”.

Se trata de una clase formativa dentro del Yachting y ese es un aspecto fundamental también de este tipo de eventos: “Optimist empieza a los ocho años y es como el semillero del deporte acá en Argentina y en muchos lugares del mundo. Es totalmente formativo, los chicos se forman en lo que es la técnica, valores y después vienen niveles más altos como puede ser una olimpiada o campeonatos mundiales de otras categorías. El límite de la clase es de 15 años”.

Como entrenador, es algo en lo que debe hacer hincapié porque más allá de la competencia, tienen que dejarles enseñanzas para el resto de sus carreras deportivas: “Nunca dejo de tener el foco en que son chicos y que a veces las altas presiones tampoco ayudan mucho a los rendimientos y a los resultados. La mayoría son de 15 años y vienen con mucha experiencia a nivel internacional o a nivel nacional, acostumbrados a la competencia, pero uno siempre trata de formarlos y capacitarlos para que sea una superación y no una competencia tan salvaje, que traten de ir mejorando distintos aspectos. Es un deporte muy complejo, muy completo y hay muchos aspectos que pueden ir trabajando a nivel mental, psicológico, físico, técnico. La idea que traten de enfocarse más que nada en ellos mismos. El Mundial tiene dos modalidades, una que es individual y la otra es por equipos. Son dos campeonatos distintos, separados, pero de igual importancia”.

Como suele suceder para los Sudamericanos, no hay muchos eventos de gran nivel para preparar un Mundial y puede ser una limitación al momento de competir: “En los últimos años en otros países se ha hecho más profesional, están entrenando mucho, corriendo campeonatos de este nivel varias veces al año y nosotros estamos más limitados por el tema geográfico de viajar a tantos campeonatos, es muy costoso y con el colegio y toda la historia es difícil de equilibrar. Estamos en una cancha que más o menos conocemos y tenemos confianza. El campeonato es muy particular te podes preparar mucho tiempo, pero esos son siete u ocho días que puede pasar cualquier cosa”.

En lo personal, lo vivirá de una manera particular al ser de nuestra ciudad y poder hacerse cargo del equipo como entrenador, acompañado por un Jefe de Equipo que fue bicampeón mundial como Martín Jenkins: “Es un orgullo muy grande. Yo me crié acá en Mar del Plata y estar a cargo de un equipo argentino para mí es muy alto. Estamos muy contentos, muy orgullosos y es una responsabilidad pero lo vamos llevando bien, tratando de enfocarnos día a día en lo que hay que hacer y después encarar el campeonato. Es muy importante la parte mental de los chicos, porque seguimos haciendo entrenamientos con otros países y se van midiendo, así que el tema es el cuidado de sus cabecitas”.

Temas

• Mundial de Optimist
• Clase Optimist

AUTOR

Rodrigo Divito

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