Marcelo Diez, pochoclero, actor y millonario: “Es muy simple la vida, nosotros la complicamos”
Entre la locura con la que se vive el día a día, el mar ofrece en Mar del Plata una posibilidad de disfrute y descanso, de conexión con nosotros mismos. Y si se transita por la zona de Varese, además de ese espectáculo de la naturaleza está el puesto de pochoclos de Marcelo Diez, reconocido pochoclero marplatense que suma al paisaje una filosofía de vida positiva: “Es muy simple la vida, nosotros la complicamos”.
“Mirá si seré marplatense”, desafía Marcelo y cuenta que su bisabuelo llegó desde Italia a la ciudad en la ola inmigratoria de fines del Siglo XIX para comprar una casilla en lo que hoy es el barrio Los Troncos: “A Mar del Plata la tengo adentro de mi alma”. Hoy, es uno de los personajes más característicos de la ciudad, entrevistado incluso por medios porteños.
“Soy una persona muy emotiva, la gente viene y me saluda. Es una caricia al alma que me tengan conceptuado de esa forma. Soy un elegido de Dios, trabajando al lado del mar, disfrutando de la naturaleza y compartiendo un mate con amigos”. A Marcelo le encanta el contacto con la gente y se enorgullece esa forma de ser “extrovertida”, como él le dice: “Así como hablo con el Presidente hablo con el cuidacoches. Siempre tengo una sonrisa en la cara, a la gente la recibo con alegría”.
Y lejos de padecer el trabajo como una pesada obligación, para el pochoclero tener el puesto en la costa fue “la mejor facultad para mi vida: acá charlo con la gente y he aprendido a ser feliz, a ser divertido; al momento malo achicarlo lo más posible, porque la mente es muy poderosa. Porque todos los problemas tienen solución, hay que buscársela”.
La vida es teatro
Un dato curioso de la vida de Marcelo Diez es que además es actor de teatro. Y este año se encuentra haciendo temporada en el Multiespacio 5 Sentidos con la obra “Matices del ayer”. Si bien considera que su trabajo “prioritario” es “vender pochoclo”, Marcelo asegura que “el teatro no nos da de comer, pero nos da esa caricia al alma que es una bendición”.
Y otra vez regresa esa necesidad del famoso pochoclero por vincularse con los demás. Porque para él lo mejor de ser actor es “subirse al escenario y hacer reír a las personas”.
Claro que la actuación es una herramienta fundamental para la forma en que Marcelo comunica sus cosas: “Es una herramienta muy importante, no sólo para la venta sino para la vida, para conocer una chica, para hacer un negocio, para un montón de cosas. A mí el teatro me hizo ser una persona diferente a la que era antes, agradezco haberlo descubierto”.
Invertir
Multifacético, Marcelo Diez además tuvo un quiebre en su vida cuando descubrió la inversión en la Bolsa de Valores y logró ganar un dinero importante. Todo comenzó con un cliente que conoció en 2003, quien lo interiorizó en la temática de las inversiones. De aprendizaje veloz, el pochoclero de Varese terminó obteniendo millones y se anima a dar consejos: “Es momento de comprar porque el país no tiene otra salida que subir y levantarse. Este país se va a levantar y va a ser fabuloso. Cualquier acción que compres, vas a ganar plata. Son cuatro o cinco años de suba”, asegura.
Para Marcelo, conocer de inversiones resultó “una defensa para no tener el peso que se devalúa, más en una época de mucha inflación”. Sin embargo, no lo mueven los millones: “Lo más de valor que tengo no son los millones, es el conocimiento que tengo para defender la moneda. Eso vale más que tener muchos millones poque te sirve para toda la vida”.
Desde Varese y junto al “carro”, como él lo llama, al pochoclero Marcelo en verdad lo mueven otro tipo de millones: “Uno tiene que estar tranquilo, ser pacífico y tomarse la vida como tiene que ser, agradecido que abrimos los ojos, vemos, caminamos. Somos millonarios”.