Mareos: cuando la causa está en la columna
El doctor Marcelo Barroso Griffiths especialista en Quiropraxia explica por qué las cervicales pueden afectar el sistema nervioso y qué podemos hacer para revertir esta situación.
Los receptores de posición y orientación del cuerpo están en la zona cervical y en núcleos de tejido nervioso en la cabeza. Es por eso que la sensación de mareo y vértigo puede ser producida por fallos de las cervicales que afectan el sistema nervioso.
Cuando hablamos de mareo hacemos referencia a una sensación subjetiva, que puede estar generada por factores ambientales, nutricionales, inseguridad, también factores como embotamiento, “oídos tapados”, todas ellas pueden dar como efecto esta sensación desagradable.
Las causas denominadas centrales, como hemorragias intracraneales, hidrocefalia, lesión del lóbulo frontal son más complejas y pueden dar también esta sensación.
Ahora cuando hablamos de una sensación de movimiento, hacemos una clara diferencia entre el mareo y el vértigo, en esta última la idea de la movilidad está presente y suele ser por un problema del oído interno, aunque existen causas de origen central, son menos frecuentes.
Los mareos y el vértigo son problemas que pueden tener su origen en las cervicales. La quiropraxia se ocupa de evaluar la función de la zona cervical con el fin de dar una solución definitiva al paciente que sufre mareos y vértigo.
Los receptores de posición y orientación del cuerpo están en la zona cervical y en núcleos de tejido nervioso en la cabeza. La sensación de mareo y vértigo puede ser producida por fallos mecánicos de las cervicales que afectan el sistema nervioso. El quiropráctico se ocupa de detectar y corregir estos fallos mecánicos así como las tensiones de la musculatura del cuello y los hombros. Los fallos mecánicos de la columna son los factores principales que contribuyen a la degeneración y están estrechamente asociados a la pérdida de masa ósea. La degeneración puede a largo plazo producir hernias de disco.
La musculatura de la cabeza también guarda relación con los síntomas de mareo o de vértigo, y el quiropráctico reduce y corrige las tensiones y desequilibrios en la musculatura, especialmente los músculos occipitales los cuales influyen mucho en los movimientos y la estabilidad del cuello y de la cabeza.
Actualmente se considera que un total de 30% de pacientes mayores de 65 años tuvieron en algún momento algún síntoma de vértigo o mareo, lo importante es hacer un diagnostico diferencial ya que en el 80 % de los casos estos están mal realizados.
Los mareos y el vértigo son problemas que muchos pacientes mencionan en su historial clínico durante su primera visita al quiropráctico.
Cuando hablamos de los factores desencadenantes de esta condición no podemos dejar de mencionar los factores emocionales, ya que las emociones constituyen un sustento concreto desencadenante de mareos y vértigos. Llevar una vida emocionalmente inestable, o pasar por períodos de esta índole, constituyen factores negativos. El estrés, la ira, la depresión, la ansiedad son factores que lejos de ser reprimidos, como terapéutica deben ser entendidos, en primera instancia para poder ser efectivos en su resolución. Un sistema nervioso que funcione mal, colabora de manera notable a aumentar las sensaciones desagradables, por ello es que recibir el cuidado quiropráctico puede mejorar el funcionamiento neurológico y así si incidir notablemente a disminuir los factores de tensión que emocionalmente nos desestabilizan.
Habiendo realizado un correcto diagnóstico en primera instancia, la quiropraxia puede ofrecer un cuidado recuperador en las formas de la columna, eliminando tensiones y como consecuencia reduciendo las probables tensiones de la columna que derivan en una sensación de mareo o vértigo.
El ajuste preciso sobre la vértebra subluxada puede descomprimir la presión sobre el nervio y así determinar un factor de relajación producto del buen funcionamiento nervioso, los músculos , ligamentos tendones se relajan y así la circulación se hace continua sin obstrucciones, tanto neurológica como circulatoria.
“Me zumban los oídos”
Suele ocurrir que en alguna etapa estemos en presencia de un ruido en nuestros oídos los cuales pueden variar en tenor y duración, este ruido puede tener una serie de factores desencadenantes, pero suele estar asociado con un marcada rigidez de la musculatura cervical, aumento de la presión arterial, etc., todos signos típicos que suelen venir con la edad aunque personas jóvenes suelen padecerlos.
En todos ellos descontracturar el cuello por medio de ajustes quiroprácticos logra que los síntomas cedan, sin necesidad de tomar ninguna medicación, que por otra parte debe ser administrada teniendo en cuenta que muchas veces es ella la desencadenante de estos ruidos.
En definitiva, la quiropraxia, junto con ejercicios de movilización general, técnicas de stretching, meditación, disminuir los alimentos irritativos, como té, café puede ser de gran ayuda ante estos malestares.
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