Así lo indicó la medallista de bronce en los 1.500 metros del Campeonato Sudamericano de Guayaquil a través de Marca Deportiva Radio (FM 99.9). “Estábamos todos muy estrados, fue un torneo rarísimo”, comentó sobre la experiencia. Además, confirmó que por la situación sanitaria y por no estar vacunada no pudo viajar a España para buscar más puntos en la clasificación olímpica.

Por Rodrigo Divito (@rodrigodivito)

El Campeonato Sudamericano de Atletismo en Guayaquil ya es parte de la historia, pero todo lo que sucedió en la previa e incluso en el transcurso del torneo fue absolutamente atípico. Los atletas no pudieron aislarse de lo que se estaba comentando y lo que, de por si, la pandemia conlleva.

Mariana Borelli fue la primera medallista para Mar del Plata al lograr la presea de bronce en los 1.500 metros obtenido su mejor registro en la distancia. Ya de vuelta en la ciudad, habló a través de Marca Deportiva Radio (FM 99.9) comentando las conclusiones de su actuación: “estoy muy contenta con la medalla. Me puse feliz porque fue muy difícil entrar en el podio. De yapa obtuve mi mejor marca, algo que no es común porque generalmente se hacen carreras tácticas”.

Llegar hasta Ecuador y convivir con una situación tan extraña tuvo su impacto en los deportistas: “hubo tanto lío cuando bajaron a la mitad del equipo que fue muy estresante para todos. Fue un garrón porque con mi hermana Florencia decíamos, se nos criticaba a nosotros que estábamos en la lista del ENARD porque viajamos antes, porque estábamos acomodados. En redes se generó que nos teníamos que bajar todos porque no iban los demás. Nuestro compañeros estaban super angustiados, fue un sudamericano rarísimo en ese aspecto”.

Tan fuera de lo común resultó todo, que compartieron la experiencia con un influencer que no conocía de atletismo, pero consiguió 10 millones de pesos para que se pueda pagar el charter: “lo bueno es que él quería sumar, nos preguntaba un montón cosas que desconocía pero estaba copadísimo, se quedaba todo el día en la pista, nos filmaba y se asombraba de los tiempos que hacíamos. Fue raro por la exposición a la que no estamos acostumbrados”.

Tanta era la repercusión, que vivió carne propia el poder de Maratea: “antes de la carrera, me dijo de hacer un video y lo subió. Antes de competir dejé el teléfono y ya tenía 15 mil seguidores. Cuando terminó la competencia tenía más de 100 mil. Fue increíble”.

Sin embargo, la presencia del influencer era un recordatorio constante de lo que Argentina también le mostró al atletismo sudamericano sobre su estructuración interna: “me sentí un poco avergonzada porque era el furor del sudamericano que la Selección Argentina viajó en un charter que pudo pagar gracias a un influencer. Estas injusticias nosotros las vivimos siempre en el atletismo, muchas veces me pasó de quedar fuera de la Selección por distintos motivos y el anhelo de todos es que cambie la situación”.

De una disputa que tenía que ver con la posibilidad de participar en un evento, se pasó a una encarnizada disyuntiva política que dejó a los atletas en una posición incómoda: “los entes que tienen que ayudar al atleta están peleándose entre ellos, eso te marca que no es por ahí y los atletas estamos lejos de estar tranquilos. Ninguno llegó en óptimas condiciones porque estábamos todos estresados”.

Las soluciones no parecen cercanas, pero a la serie de frustraciones que tenían, se le sumó una más para completar el combo. Mariana y su hermana Florencia tenían diagramado irse a España para competir en eventos que pudieran darles puntos en la carrera hacia los Juegos Olímpicos, pero se encontraron con un imprevisto: “tendríamos que estar saliendo para España porque lo teníamos programado, pero no nos dejan entrar porque no estamos vacunados y por la situación sanitaria que hay acá. Eso fue un bajón anímico antes del torneo también”.

Contra todo eso, se consiguieron las 11 medallas que tuvo Argentina y que muestran un parámetro de como se debe competir en el deporte amateur y específicamente en el atletismo en esta oportunidad. Por eso cada medalla, cada tiempo, tiene un valor extra.