Martínez Allué: "Si La Fonte D' Oro se funde quedan 300 familias sin empleo"
Son muchos los comercios que han cerrado sus puertas a raíz de la crisis acentuada por la pandemia del coronavirus. Incluso sucursales de cadenas gastronómicas muy conocidas y con una larga trayectoria de esfuerzo, como Mc Donald's en Güemes o Freddo.
La Fonte D'Oro que se encontraba en Buenos Aires y Belgrano fue un caso emblemático de estos tiempos. Por ello resultó más que suficiente poder contactar a Miguel Martínez Allué, propietario de la cadena de cafeterías que son un sello para Mar del Plata.
"Cerrar una sucursal para nosotros es realmente dolorosísimo, en el último lugar está lo económico. Te pasan muchas cosas al desarmar un local y te da el temor que sea el principio de algo que no se termine nunca", manifestó Miguel Martínez Allué, dueño de La Fonte D´Oro, a CNN Radio Mar del Plata.
"Nosotros venimos transitando la crisis compartiendo dolor, porque la verdad es que la empresa está en una situación difícil al tener su caja prácticamente cerrada y tiene que hacer frente a alquileres, a sueldos, a proveedores, a compromisos fiscales y del sistema financiero. Por otro lado, con algo de incertidumbre estamos trabajando en protocolos que nos permitirían retomar, pero sabiendo que cuando volvamos al trabajo el nivel de actividad va a ser muy bajo", explicó.
Y contó: "Estamos sosteniendo a todo el equipo, con todos nuestros compromisos con ellos al día y caminando un poco de la mano para transitar esto que esperamos que termine lo antes posible, pero las dificultades las tenemos. Dentro de este tránsito nos encontramos con algunos propietarios de locales que alquilamos que han sido de lo más considerados y conscientes de la situación, y con otros que lo son menos. Eso nos obliga a tomar decisiones dolorosas como el cierre de la sucursal de Belgrano y Buenos Aires"
"Hace casi 16 años que tomamos este negocio, era una sola sucursal con solo 28 personas y empezamos a invertir y crecer y llegamos a tener 18 sucursales y 300 empleados. Esto pasó en 15 años con muchísimo esfuerzo que hemos dejado, no solo yo, todo el equipo", señaló Martínez Allué.
"Es un retroceso y camino marcha atrás que esperamos que se termine y que sea el único dolor que hayamos tenido que pasar, pero el panorama es realmente incierto", manifestó.
Al referirse a la modalidad actual de trabajo, el empresario dijo que "algunos locales están cerrados al 100% porque no hay posibilidad de abrirlos". "Después está la sucursal que ya está desmontándose y tenemos otra en análisis pero va a depender de la voluntad de acompañar este momento difícil, fundamentalmente en aquellos que tienen que soportar costos de ocupación por arriba de lo que el negocio permite", indicó.
"Los locales que son propios los vamos a aguantar hasta que estemos muertos. A los empresarios en general no nos gusta pedir ayuda, porque uno se siente incómodo en esa situación, pero necesitamos que nos dejen tomar decisiones para poder redimensionar. Si yo me fundo quedan 300 familias sin empleo, entonces estos parches que se le quieren poner a la realidad son insostenibles", subrayó el dueño de La Fonte D'Oro.
En cuanto a las medidas de apoyo dispuestas por el Estado, Martínez expresó: "El gobierno está pagando el 50% de una parte de los salarios del equipo, pero nosotros sin la actividad tenemos que pagar el otro 25%, los alquileres y las deudas. Si me preguntas cómo me hubiese gustado que haya sido, te digo que el estado soporte los haberes, porque nos necesitan pujantes para que cuando esto pase sigamos generando fuentes de trabajo. Con un plan de desempleo que sostenga a los trabajadores hasta que las empresas nos podamos recomponer y volver a generar empleo".
En referencia al delivery, aseguró como otros comerciantes gastronómicos que solo "es el 10% de la actividad". "Tenemos una fábrica en la que trabajan 38 personas que elabora solo para nuestros locales la pastelería, las facturas, sandwiches y diferentes comidas con camiones de distribución y gente de logística", comentó.
"Confío en que en poco tiempo iremos volviendo lentamente, atendiendo los problemas que generó la pandemia y también los prepandemicos que no dejan de ser relevantes, porque el sector ya estaba con una crisis, por lo que todo esto obliga a tomar decisiones y cambios. El modelo gastronómico tiene que hacer cambios y actualizarse, y eso requiere inversión, pero todo esto lleva tiempo y dinero", manifestó Martínez Allué.
En cuanto al protocolo que se barajó para los comercios gastronómicos, dijo que "el municipio está trabajando, esta mañana en el Paseo Diagonal se hizo una prueba, pero la decisión se define en provincia".
"A veces cuesta entender qué diferencia hay entre que haya 10 personas adentro de un bar o un café o adentro de un supermercado. Dónde hay más contacto o más riesgo. Nosotros podríamos tener distanciamiento, pero son especulaciones, yo no critico nada de lo que se hizo. Cada uno fue aprendiendo en el camino de esto que tocó atravesar", concluyó el empresario.