“Más que un escritor soy un obrero intelectual”
Gastón Tedesco está presentando El Dios Universal, una novela sobre un sacerdote de Mar del Plata que se convierte en una deidad.
“No soy un escritor convencional, soy un enamorado del conocimiento” dijo Gastón Tedesco, quien por estas horas está presentando El Dios Universal, una novela en la que se fusionan elementos religiosos y científicos a partir de la figura de un sacerdote que, cansado de los preceptos de la Iglesia, termina conectando con el más allá y convirtiéndose en una suerte de deidad que todo lo ve. Evidentemente no hay nada convencional en la obra de este autor, que puede pasar de lo fantástico a lo filosófico en un segundo.
El protagonista es un párroco de 30 años que trabaja en la Iglesia Fátima, en Güemes y Alberti. Luego de conectar con el más allá, termina convirtiéndose en el concepto que le da título al libro y que le permite mirar todo el universo: los seres de otros planetas, los humanos terrestres, la robótica, arcángeles, ángeles, espíritus, dioses, santos. Una mezcla en la que Tedesco exhibe todo su conocimiento sobre diversos temas.
“Es un híbrido entre ficción y no ficción, que está basado mucho en mi creatividad e imaginación, con una cuota de conocimiento. El personaje hace un ciclo, arranca siendo un humano, se transforma en dios universal, y luego vuelve a convertirse en un humano, un libre pensador, que se va a vivir a Miramar a escribir en un café sobre teorías, hipótesis, que ayuden a la perturbación y a los vacíos existenciales de la humanidad”, comentó el escritor en diálogo con Los datos del día por Radio Mitre Mar del Plata.
Tedesco comentó que la novela incorpora algún elemento autorreferencial, como el hecho de que le gusta ir a Miramar una vez por mes, a caminar y hacer retiros intelectuales y espirituales: “El resto es agarrar cosas de la Biblia, de la Iglesia Católica, darles una vuelta de tuerca y aggiornarlos”.
Y lo religioso está presente, pero con un tono renacentista: “Hacer un decálogo de nuevos pecados, adaptarlos al Siglo XXI, como por ejemplo la hipocresía, la falsedad, la vagancia, el pensamiento relativista, el irracionalismo de la fe, la indefinición sexual, la involución, la victimización. Cosas que traté de actualizar de la Biblia anterior para generar una nueva Biblia, una nueva Iglesia en el Siglo XXI”.
“OBRERO INTELECTUAL”
“Más que un escritor soy un obrero intelectual -se definió Tedesco antes de comentar su mecánica de trabajo- Me gusta laburar de esto y le pongo mucha pasión”. El autor aseguró ser “muy metódico y estructurado” y por eso se dedica cuatro veces por semana, de 14:00 a 16:00, a escribir entre 300 y 400 palabras, una hoja A4 por día lo que le permite en un año tener una novela de 35.000 palabras. Lo suyo es “el modo runner”, como llamó a su mecánica de trabajo.
Tedesco se conectó con la literatura cuando tenía 18 años, leyendo a pensadores existenciales, a los autores rusos y con obras como Crimen y castigo o La guerra y la paz. Después, entre los 20 y los 40, se dedicó a leer no ficción, ensayos, y eso “me abrió la mente para poder desarrollar la parte racional y analizarlo desde le punto de vista del psicoanálisis”, confió.
Puede interesarte
Luego, a partir de los 40, el escritor se fue a Madrid a estudiar a una escuela de escritores, donde empezó a escribir literatura de ficción, novelas: “Me encantan todas las ciencias, la filosofía, la psicología, la sociología, la literatura. Mi estilo es mezclar la ficción con la no ficción”.
El autor de El Dios Universal comentó que desde 2019 escribió seis novelas y que además de la que está presentando tiene otras cinco que hace circular por concursos literarios. “Esta es una novela de 114 páginas con 44 capítulos cortos y es el primer libro que saco al público. Esperemos que pueda pegar un salto de calidad en Europa o a nivel nacional en editoriales de primer nivel”, se ilusionó.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión