Misterio y desesperación en la pérdida de rastro de un hijo
Por Germán Ronchi
La angustia de Adriana y los familiares de Ian Suárez es indescriptible. Se entiende, un padre puede imaginarse, ponerse en su lugar. Pero su hijo no desapareció. Según le confió a El Marplatense “Ian era hostigado por un muchacho y la última vez que hablamos me dijo que se iba a Brasil con esta persona”. Y agregó un dato fundamental: “escuché la voz de una mujer que le decía que me diga que estaba bien”.
Esa fue la última vez que Adriana se comunicó con su hijo, hace exactamente una semana. Ian desapareció el 13 de diciembre a las 8 de la mañana. Le dijo a su padre que iba a repartir currículum y volvía para almorzar. Se lo encontró en San Bernardo 48 horas más tarde. Lo dejaron ir y la última vez que tuvo contacto con la familia fue por teléfono y desde la localidad bonaerense de Brandsen.
“Desde la comisaría de San Bernardo, le avisan a la Comisaría 11 de acá, que espere para ir a buscarlo. Cuando voy, me dicen que como es mayor de edad, lo soltaron y había una orden de que cuando lo encontraran debían traerlo y nunca lo hicieron. Entonces le perdimos el rastro de nuevo”, contó Adriana.
El llamado telefónico antes mencionado, fue posterior a esta secuencia en la vecina ciudad balnearia. “Cuando se comunica conmigo, Ian estaba en Brandsen. Ahí me dice: ´mamá no te preocupes, estoy bien´. Todo el tiempo decía lo mismo. Y una persona, una mujer, le decía: ´decile que estás bien cuidado, que no te pasa nada´”, afirmó.
Más allá de esta situación, la madre también alertó al confiar que “Ian me dice que se fue con un amigo y esa persona, según me contaron, lo maltrataba en la plaza de Libertad y Marconi, que le pedía plata, le quería vender las zapatillas”. Cuando Adriana le preguntó sobre este muchacho, Ian responde: “hicimos las paces y ahora me cuida, y esa mujer le decía lo que tenía que contestarme”.
Además de la averiguación de paradero, hay una denuncia a partir de estos hechos, por lo cual la jueza que atiende el caso dio la orden que, cuando se lo encuentre, donde sea, se lo traslade inmediatamente a Mar del Plata.
“Es una situación muy extraña. Van a hacer 14 días desde la última vez que lo vimos y poco pudimos saber de él”, agregó Adriana.
Ian había desaparecido en el 2014. Situación que la madre explica: “se había peleado con una noviecita que tenía. Pero al día siguiente lo encontramos”.
- ¿Esta vez no hubo una situación similar?
- No, para nada. Él estaba bien, tranquilo. De hecho, hizo un curso de panadería para buscar trabajo y ayudar a la casa. No es un chico de desaparecer sin avisar, nunca. Jamás estuvimos lejos de nuestro hijo, que incluso se había anotado para estudiar en la facultad el año que viene. Por eso en ningún momento planteó la posibilidad de irse a Brasil, como dijo. Lo que nos deja en claro que no se fue por sus propios medios y que es una desaparición forzada.
Ian tiene el Facebook abierto, pero no hay publicaciones. Pero su familia sabe quién es esta persona que lo estaría obligando a viajar. “Sabemos quién es, como se llama, tiene 26 años y revisando su red social, vimos que va poniendo hacia donde están yendo. Y lo último fue que están en San Nicolás, dirigiéndose a Rosario”, confió Adriana.
- La idea de ir a Brasil, ¿cómo se enteraron?
- Porque en la última comunicación, me dijo que al denunciar la búsqueda de paradero no se podía ir para allá. Entonces, que ahora debe ir para Córdoba. Nunca programó un viaje con nadie.
Al finalizar la comunicación con El Marplatense, Adriana manifestó que “estamos muy mal, desesperados. Es una angustia tremenda. No es una desaparición normal. Es esta persona la que lo está obligando y no entiendo por qué. Quiero saber cómo está, dónde duerme, si está comiendo y cómo lo están tratando porque, si no se fue por su propia voluntad, muy bien no lo deben estar tratando”.
Entre este jueves y viernes, Adriana se dirigirá hacia la Ferroautomotora para solicitar permiso de pegar carteles con la foto de Ian en las ventanillas de venta de pasajes y también en los micros que habitualmente van hacia Rosario y Córdoba.