Noche negra de Quilmes ante Lanús abriendo los cuartos de final
El "cervecero" tuvo una mala noche en el inicio de la serie de cuartos de final y perdió con Lanús en el Rotili por 80-50. Lugli terminó la noche con 10 puntos y 14 rebotes.
Quilmes deberá bloquear lo que pasó esta noche en el MicroEstadio “Antonio Rotili” de Lanús porque nada le salió bien y perdió ante Lanús en el inicio de los cuartos de final del Torneo Clausura de la Liga Argentina por 80-50. El sábado sigue la serie desde las 20.30 en la casa del conjunto “granate”.
Ofensivamente fue muy bajo el nivel con Lugli y De La Fuente sólo en doble dígito pero con 10 puntos cada uno. El base además, bajó 14 rebotes para sumar un nuevo doble-doble; aún en un mal partido del equipo. En tiros de tres puntos, el “tricolor” terminó con 6 de 30 (20%), 8 de 19 en libres (42%) y 12 de 32 en dobles (37%). El mejor de la cancha fue Joaquín Ríos con 14 unidades.
El conjunto “cervecero” no tuvo un buen primer cuarto ofensivo. Se le cerraron los caminos hacia el aro y apenas anotó 6 puntos. Tuvo 0 de 7 en triples y 2 de 9 en dobles, con muy poca efectividad incluso en aquellos que han sido líderes en ese apartado durante la competencia. Del otro lado empezó bien Chaine y fue el goleador “granate” pero en una noche que tampoco era demasiado lúcida. Fue 13-6 el primer parcial con los nervios y el apuro como primer factor preponderante.

Las pérdidas de Quilmes fueron increíbles en los primeros dos minutos del segundo cuarto (6 en total hasta ese momento). Alan Moreno con dos triples consecutivos llevó la máxima a 13 mientras el rival tenía ya 0 de 9 a distancia. En algún momento, volvería a aparecer el juego y sucedió de la mano de “Juane” De la Fuente para un 10-0 que lo puso en carrera de nuevo. Fue sólo un espasmo marplatense porque Lanús volvió con un buen parcial ante las ventajas defensivas que dejaba la visita. Llegó a sacar una máxima de 14 al momento de la chicharra (35-21).

El regreso a campo fue más de lo mismo, un Quilmes inconexo que además no defendía y era un combo extraordinario. El equipo de Saborido se fue a 24 ante unos paupérrimos porcentajes de la visita que tomaba rápidas y malas decisiones ofensivas. Andrés Lugli hizo su primera aparición en el juego con 6 puntos consecutivos, pero eso era todo, intenciones individuales y no mucho más. Por eso, con un embate final, el local se fue al último descanso 62-35.

El último cuarto ya no podría cambiar la tendencia de toda la noche para Quilmes. Una noche negra, con pocas cosas positivas para rescatar, excepto la vuelta al ruedo de Agustín Ecker. Un partido donde lo único que se debe hacer, es borrón y cuenta nueva para tratar de resetear la cabeza antes del encuentro del sábado a las 20.30 donde tendrá que mejorar muchísimo si pretende traerse un punto del Rotili a Mar del Plata.
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