Plaza Rocha: "Todo era un caprichito de Arroyo"
Luego de que el incendio de la distribuidora Torres y Liva afectara a una gran cantidad de personas, entre quienes perdieron todo y quienes también fueron perjudicados por las restricciones en la zona, afectando la actividad comercial, los feriantes de la Plaza Rocha, han vuelto a ocupar sus puestos de ventas.
"En principio comenzamos a trabajar normalmente, pero luego vino gente de inspección general a comunicarnos que ayer a la madrugada les habían informado que sobre la calle San Martín, no se podía trabajar. Querían libre la vereda y la calle por el tema de los vehículos, ambulancias y el tránsito pesado, pero con respecto al resto del lugar, nos permiten trabajar con normalidad", señaló Vanesa Córdoba, referente de los feriantes en declaraciones a El Marplatense.
"Desde nuestro lugar tratamos de ayudar a inspección general, vendiendo solo cosas usadas, y controlando que no haya nada nuevo, ni alimentos. Nos hemos reunido con funcionarios municipales, con quienes estamos agradecidos, ya que han sido accesibles y nos permiten estar hoy trabajando, para poder llevar una moneda a nuestra casa", señaló por su parte Alejandra Díaz, también referente de los feriantes.
Al ser consultada con respecto al diálogo con la administración de Arroyo y la actual, Díaz destacó que "estamos por el momento muy conformes y esperamos que lo podamos mantener a lo largo de estos cuatro años del nuevo gobierno".
"El intendente nos ha prometido dar una reunión, una vez pasadas las fiestas, teniendo en cuenta que hace muy pocos días que asumieron y tienen distintas cuestiones importantes y urgentes a atender", subrayó por su parte Córdoba.
Con respecto al uso de los gazebos y mesas "no hemos tenido ninguna objeción por parte del gobierno de Montenegro. En realidad la ordenanza lo que siempre contempló, son estructuras movibles a cargo de cada feriante, lo cual implicaba mesas y gazebos. Lo ideal no es la manta, porque la manta estropea lo que es el suelo y el pasto, por lo que siempre se contempla la mesa. Todo era un caprichito de Arroyo", concluyó Vanesa Córdoba.