¿Por qué fracasan las dietas?
La restricción de alimentos puede provocar irritabilidad, depresión y atracones. La opinión de los especialistas.
Según el Médico Pedro Escudero, la alimentación debe ser suficiente, completa, armónica y adecuada. Es decir, para Escudero una alimentación correcta es la que cumple con las cuatro leyes de la alimentación:
- Ley de la cantidad: "La cantidad de la alimentación debe ser suficiente para cubrir la necesidades energéticas y nutricionales".
- Ley de la calidad: "La alimentación debe ser completa en su composición para aportar al organismo todos los nutrientes que requiere".
- Ley de la armonía: "Las cantidades de los nutrientes deben guardar una relación armónica o de proporcionalidad entre ellos".
- Ley de la adecuación: "La alimentación debe ser adecuada para cada persona en función del género, edad, estado de salud-enfermedad, situación socio-económica, gustos, hábitos, costumbres, etc."
Las dietas no cumplen con estas leyes y además desencadenan otros síntomas como atracones, irritabilidad, frustración, etc.
Los motivos por los que no funcionan
La licenciada en Nutrición Agustina Murcho, sostiene que las causas son las siguientes:
- No toman en cuenta el placer: se prohíben alimentos que generan placer como chocolates, tortas, etc lo que genera un posterior descontrol.
- No se toma en cuenta la vida social: en las dietas de hambre no se toman en cuenta las reuniones en las que suele haber comida lo que genera aislamiento.
- No se toma en cuenta la salud mental: La restricción de nutrientes produce depresión, desgano, mal humor, obsesión, etc. Además, puede alterar el sueño y el estado de ánimo.
- La salud física tampoco se toma en cuenta y va de la mano con la falta de energía y de nutrientes.
“Con las dietas restrictivas hay que comer lo menos posible para llegar al peso que queremos sin tener en cuenta como nos sentimos ni si la alimentación es completa” explica Murcho.
“El descontrol tiene que ver con la restricción porque se pasa del todo a nada en las dietas ante la falta de neurotransmisores y porque no podemos vivir prohibiéndonos alimentos”.
“La alimentación tiene que ser balanceada, completa y placentera. Tiene que predominar lo nutritivo pero cuando se desee comer algo distinto hacerlo y tener vida social, sino empezamos a desequilibrarnos física y mentalmente y ahí vienen los problemas” concluye la licenciada.