¿Por qué no tenemos el hábito de consumir pescado?
Los argentinos ingieren solamente entre 5 y 7 kg de pescado al año per cápita y esto, según datos de la FAO (Food Agriculture Organization), es un 30% menos en comparación con el resto de Latinoamérica.
En el país se producen 750.000 toneladas de productos marinos y 40.000 toneladas de origen continental. Por eso, se trata de un país en el que el pescado es de fácil accesibilidad.
Durante Semana Santa, una de las fiestas católicas más importantes, la abstinencia de carnes rojas y su reemplazo por el pescado es uno de los rituales que más se destacan. De allí que su consumo se dispare, para esta fecha, entre un 40% y un 50%.
Sin embargo, no se trata de un hábito constante ya que los argentinos consumen tan sólo entre 5 y 7 kg de pescado por año por persona, lo que equivale a consumir menos de 100 g -1 filet- por semana, un 30% menos que los demás países de la región.
¿Por qué sucede esto?
- Una de las principales razones es por falta de hábito. Asociada a ésta, una cuestión cultural: el hecho de ser, por excelencia, un país productor de carne vacuna, hace que los productos provenientes de nuestras extensas costas no tengan, muchas veces, adecuada promoción.
- Es una carne que, muchas veces, no sabemos cómo prepararla ni con qué alimentos combinarla.
- Porque se desconocen todas sus variedades.
- Porque muchos de nosotros todavía asociamos la comida solamente con el placer y no en relación a los nutrientes que nuestro cuerpo necesita.
El aporte que necesitamos
La recomendación de médicos y nutricionistas es incorporarlo en la dieta diaria al menos dos veces por semana ya que se trata de un alimento muy rico en nutrientes que posee proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos.
Por otro lado, el pescado presenta menos colágeno que otras carnes, particularidad que lo vuelve más tierno y de fácil digestión.
“Toda alimentación saludable tiene que ser variada para asegurarnos el mayor aporte posible de diferentes nutrientes. Por eso, más que aumentar el consumo del pescado en Semana Santa es conveniente distribuir en proporciones equilibradas su ingesta a lo largo de todo el año”. Licenciada en Nutrición Luciana Paduano.
¿Qué nutrientes aporta el pescado?
Aporta principalmente los ácidos grasos esenciales que no están presentes en otros productos naturales.
Estos ácidos grasos Omega 3, otorgan un efecto protector o preventivo para patologías cardíacas, elevan el nivel de colesterol bueno, regulan el nivel de lípidos en sangre y reducen la presión arterial. Además, colaboran con el desarrollo neurológico, lo que lo hace un nutriente esencial para el adecuado desarrollo del cerebro y del resto del sistema nervioso de los niños y disminuyen el riesgo de enfermedades neurológicas como la depresión o el Alzheimer.
Los ácidos grasos Omega 3 se encuentran presentes en alimentos como el pescado azul, en los mariscos y en fuentes vegetales como el aceite de soja, el aceite de canola, las nueces y las semillas de linaza.
En caso de no consumir con frecuencia estos alimentos, también existe en el mercado la opción de suplementos dietarios que aporten Omega 3 a través de los ácidos grasos EPA – DHA – ALA.
La Dieta Mediterránea
Considerada una de las dietas más saludables, la dieta mediterránea se compone de cereales integrales como pan, pasta, arroz y vegetales crudos y cocidos que deberían estar presentes en las dos comidas principales del día.
La particularidad que tiene este tipo de alimentación es el tipo de grasas que se consumen dónde se incluyen el aceite de oliva, el alto consumo de pescados y de frutos secos.
“Entre los beneficios que este tipo de alimentación aporta a la salud se destaca el tipo grasa que lo caracteriza, las proporciones en los nutrientes principales dónde los cereales y los vegetales son la base de los platos y las carnes la guarnición. Además, es rica en micronutrientes por la utilización de verduras de temporada, hierbas aromáticas y condimentos” agrega Paduano.
Otras características de la dieta mediterránea son:
- Se consumen alimentos poco procesados, frescos y de temporada.
- Se consumen a diario lácteos (yogur y quesos fundamentalmente)
- Se consume carne roja con moderación.
- Consumo de pescado en abundancia y huevos con moderación.
- De postre: fruta.
- El agua es la bebida por excelencia.