¿Por qué salir de la zona de confort alarga la vida?
La doctora Florencia Dafne Reale nos explica qué hábitos debemos incorporar para tener una vida más sana y longeva.
La frase popular “lo que no te mata te fortalece” también podría aplicarse para bajar de peso y para vivir más años. O al menos así lo sostiene la doctora Florencia Dafne Reale, especialista en medicina funcional.
“Cuando recomiendo la búsqueda de la incomodidad diaria para volvernos más resilientes: muchos no entienden realmente a qué me refiero” explica.
“Durante la mayor parte de nuestra evolución, era paleolítica, nuestros genes se forjaron bajo la incomodidad. Nuestros ancestros alternaban entre largos ayunos interrumpidos por festines sólo cuando se disponía de alimentos. Además, se exponían a temperaturas extremas, llevaban una vida sumamente activa y estaba en contacto permanente con la naturaleza”.
“Con la llegada de la agricultura, la industrialización y la tecnología muchas cosas cambiaron. Hoy en día la falta de estresores benéficos y el exceso de estresores perjudiciales caracteriza a la sociedad moderna, tanta comodidad nos está enfermando” agrega la doctora.
Hábitos nocivos
- El alimento está disponible las 24 horas sin esfuerzo.
- Abunda la comodidad térmica.
- sedentarismo.
- Poco reposo digestivo.
- Desconexión con la luz solar y la naturaleza.
Estrés bueno versus estrés malo
“La hormesis es un proceso en el cual se expone al organismo a una breve circunstancia de estrés; esta exposición desencadena una serie de adaptaciones fisiológicas con el fin de volvernos más resilientes al estresor en caso de que vuelva a presentarse”.
“Por lo tanto, volver a exponernos a estos estresores benéficos que tanto necesita nuestra biología es una gran estrategia para recuperar nuestra salud y gozar de una vida plena y longeva”.
Hábitos que debemos incorporar para ser más resilientes
- El ayuno, reposo digestivo.
- La exposición al frío y al calor.
- La dieta baja en carbohidratos.
- Evitar alimentos procesados.
- Priorizar alimentos como frutas, vegetales, cereales integrales, huevos, etc.
- Realizar ejercicio físico de intensidad moderada a fuerte.
- Caminar más y andar menos en auto y transporte público.
- Beber agua en vez de gaseosas y bebidas artificiales.