Positivo: la rutina del VIH en Mar del Plata
Por Stephanie Barrientos
Es todo lo mismo. Día tras día, visita tras visita. Que no, que no hay, que mañana.
Mañana también es lo mismo, y pasado, y pasado y pasado. La espera sería menos agónica si no se tratara de medicina, si no se tratara de un tipo de medicamento que debe ser tomado con regularidad, respetando el tratamiento al pie de la letra para mantener la enfermedad a raya, para evitar desarrollar inmunidad a la droga.
Es todo lo mismo, día tras día, visita tras visita, hasta que no. Hasta que un día los medicamentos, entregados por el Estado por medio del programa público de salud, llegan a los hospitales y las salitas. El alivio es instantáneo, pero temporal. Nunca se sabe cuándo volverá a haber faltantes, ni cuántas dosis enviaron o si alcanzarán para todos.
Se estima que en Argentina hay alrededor de 120 mil personas con VIH, de acuerdo con los datos oficiales revelados por el Ministerio de Salud de la Nación en el marco del Día Mundial del Sida, celebrado cada 1 de diciembre. La cantidad es relativamente estable y, en general, las medidas de
prevención funcionan, si se utilizan. Es por eso que más del 90% de las infecciones en los últimos diez años se produjeron por mantener relaciones sexuales sin protección.
Según AidsInfo, una página a cargo del Departamento de Salud de Estados Unidos que funciona a nivel global ofreciendo información sobre investigaciones, prevención y tratamiento de la enfermedad, una parte fundamental del tratamiento eficaz contra el VIH es el
cumplimiento del régimen de medicamentos. “El cumplimiento del régimen de medicamentos significa ceñirse firmemente al régimen de tratamiento contra dicha infección, tomar los medicamentos contra el virus todos los días , exactamente como se los recetaron”, manifiestan.
“El cumplimiento con el tratamiento reduce el riesgo de resistencia al medicamento y de fracaso en el tratamiento del VIH, así como también el riesgo de la transmisión del VIH”, continúan.
En Argentina, la cantidad de casos se mantiene estable porque la mayor parte de la población puede acceder a la medicación para que el virus se vuelva pasivo. Sin ella, algunos médicos pronostican un resurgimiento, sin contar los daños que se generarían a la salud del portador.
Es todo lo mismo. Que hoy no, que mañana sí. Y de vuelta. La Red de Personas Viviendo con VIH/SIDA, que opera en Mar del Plata, recibió incansables consultas por medio de sus redes sociales y se encargó de visibilizar la lucha por los antirretrovirales en la ciudad.
Los medicamentos más comunes a la hora de combatir la enfermedad son Darunavir 600 u 800 mg y Ritonavir 100 mg. En la ciudad, el Duranavir800/ Ritonavir 100mg llegó recién el 16 de agosto, diez días después de lo prometido y casi un mes después de las denuncias por faltantes.
La mayor parte de la gente de la Red tiene VIH desde hace más de 30 años y toma antirretrovirales desde hace más de 20 años. En diálogo con El Marplatense, el representante Federico Parodi manifiesta: "La recomendación siempre es respetar las tomas, cantidades y días, si no uno corre el riesgo de hacer una resistencia y que el medicamento no sirva más".
En casos como esos, la persona debería cambiar de medicación o agregar más dosis. Empezar de nuevo. "Es un tratamiento que es para toda la vida, por eso cuando una persona se adapta, es conveniente mantenerlo", agrega el referente.
Sobre la situación reciente, Parodi dice: "Fue un problema de compras, se pidieron licitaciones por el tema de los precios y, por ahora, la Dirección de Sida está saliendo a hacer la compra directa de retrovirales, pero había problema con 15 tipos". En algunas provincias, como Mendoza y Córdoba, se emprendió la tarea de hacer compras propias para abastecer a la gente que vive en ellas. En Buenos Aires no. Allí se concentra la mayor cantidad de la epidemia.
El año pasado, en diciembre, se creó una mesa intersectorial para tratar la problemática. Todavía no ha habido reuniones, pero desde la Red confían en pronto poder realizar la primera. "Desde Salud convocaron a la primera reunión en septiembre", expresa Parodi. Entre los temas más importantes, se encuentra la necesidad de generar campañas para reducir la discriminación y para llegar a la gente en situaciones vulnerables, que puede tener la enfermedad sin saberlo. "La atención médica está, pero la persona tiene que llegar al escritorio del médico", concluye.
En lo expuesto por la Fundación Huésped, el principal problema se daba con la provisión del Darunavir, en todo el territorio nacional. Afectó a un total de 9.000 personas.
"El faltante ocasional de medicamentos para el VIH, así como también de vacunas y de métodos anticonceptivos, es una situación que se ha repetido durante esta gestión y pone en evidencia dificultades internas en los procesos de logística de compra que no deberían suceder", denunciaron desde la entidad, y agregaron: "En nuestro país la epidemia es estable, lo que permite anticipar la compra de tratamientos con tiempo suficiente para evitar esto".
Por el momento, la problemática estaría prácticamente solucionada. Sin embargo, nada brinda garantías a futuro. En el medio, la salud de miles de personas se balancea.
Es todo lo mismo. Día tras día, visita tras visita. Que sí, que no, que hay, que no hay, que mañana. Y así.
Y así.