Preocupación por la liberación de animales del Aquarium: “No hay información clara sobre qué sucederá”
Luego del cierre de la entidad, el tortugo Jorge será liberado, tras 40 años de cautiverio. Desde Fauna Marina expresaron inquietudes respecto al destino de las demás especies, especialmente de las reproductoras.
En el marco de la inminente liberación del tortugo Jorge, un ejemplar de tortuga cabezona (Caretta caretta) que pasó casi 40 años en cautiverio, Juan Lorenzani, titular de la ONG Fauna Marina, expresó su preocupación por la falta de información y control sobre los procesos de reinserción de animales silvestres en la Argentina.
En diálogo con El Marplatense, apuntó a la necesidad de garantizar seguimiento, transparencia y criterios claros sobre qué ejemplares pueden y deben volver a su hábitat natural.
Jorge fue hallado por pescadores en 1984, cuando tenía unos 20 años. Desde entonces permaneció en el acuario de Mendoza y, desde hace más de dos años, en el Aquarium Mar del Plata, donde se lo preparó para su regreso al mar. Su liberación está prevista para los próximos días a unas cinco millas náuticas de la costa atlántica, con apoyo de la Prefectura Naval Argentina. La planificación incluyó evaluaciones clínicas, genéticas y de comportamiento, y el monitoreo post-liberación contará con tecnología satelital para seguir sus movimientos.
Sin embargo, Lorenzani cuestionó que Fauna Marina no fuera convocada para participar del operativo, y expresó dudas sobre el seguimiento real del animal: "Lamentablemente para esta liberación no nos invitaron, aunque por los antecedentes del tortugo, hace 15 años atrás, desde el Zoológico de Mendoza nos ofrecieron reinsertarlo en el mar pero como no teníamos piletas, no se pudo hacer. Desde ahí se lo quiere soltar acá. Esperamos que a Jorge se lo marque o se le ponga un GPS porque sino es tirarlo en el medio del mar y no saber nunca más nada", manifestó.
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Además, advirtió sobre la situación de otros animales que permanecieron o aún permanecen en espacios como el ex-Oceanario de Mar del Plata. "Estamos preocupados porque no hay información acerca de muchos animales. Los que fueron comprados y nacidos en cautiverio, lógicamente no serán soltados. Pero nosotros nos preguntamos qué sucederá con los reproductores, aquellos ejemplares que fueron capturados para recuperación, que luego fueron padres, como las aves, los pingüinos, los lobos marinos", explicó.
En ese sentido, pidió que se avance con una política más clara y abarcativa:
"No se sabe quién está controlando eso, no hay datos sobre ello. Los animales que fueron agarrados para recuperación tienen que ser liberados todos. Si se libera una tortuga marina de 40 años de cautiverio, se tiene que poder hacer lo mismo con los lobos marinos y pingüinos que fueron agarrados desde hace 5, 6, 7 años o lo que sea. Esos mismos no pueden salir del país ni ir a otro zoológico", insistió.
Por último, criticó el rol de las autoridades en años anteriores: "De este tema no se habla y es importante destacarlo. Acá siempre fueron partícipes y hasta cómplices las autoridades. Se hicieron muy beneplácitos con los oceanarios y con las cosas que hicieron", cerró.
La liberación de Jorge, celebrada como un paso significativo para la conservación de una especie en peligro, deja también al descubierto deudas pendientes en materia de rehabilitación, destino y seguimiento de la fauna cautiva en la Argentina.
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