Quico: "Me encantaría volver a Mar del Plata"
"En la calle me llaman Quico, cuando me llaman Carlos ni siquiera volteo porque ya se me olvidó", dice. Su verdadero nombre es Carlos Villagrán y tiene 75 años. Durante medio siglo, como cuenta, compartió su vida con Quico, uno de los chicos que protagonizaba aventuras en la vecindad del Chavo.
En esta ocasión, el reconocido actor dialogó con Radio Mitre Mar del Plata y confesó que le "encantaría" volver a Mar del Plata. "Conozco la ciudad, trabajé ahí en vacaciones de invierno, en un circo", contó. Su relación con Argentina, como explica, "es muy buena, es genial". Se ríe, mientras suelta una catarata de expresiones argentinas. "Me gustan tantas cosas, yo las llamo vitaminas que me llenan de alegría mi corazón", dice.
A pesar del paso del tiempo, Quico dice que sigue siendo su personaje, aunque ahora cree que es hora de alejarse un poco. "Tengo 75 años y me encuentro muy bien, pero por respeto al público, a mí mismo y al personaje me aparté un poco", manifiesta para el programa "Hoy es mejor". Próximamente hará una presentación en Brasil, el 12 de noviembre en la Comic Con. "Después de eso me retiro", asegura.
El chavo del 8, programa que todavía repiten los canales de televisión en todo el país, fue para él "muy cuidado y muy sano". "No decíamos groserías, no generábamos violencia, era un poco tonto, pero mostró que desde ese punto de vista se puede hacer reír a la gente", expresa.
"En 'El chavo' hubo etapas, cuando empezamos éramos una familia integrada, pero Roberto Gómez Bolaños se aficionó de tal forma que registró todos los personajes como suyos, algo que no debería haber hecho, pero fue así. Entonces se despertó la envidia, el egoísmo, los celos profesionales", recuerda el actor. Para él, los problemas empeoraron cuando Quico comenzó a ganar más popularidad. "Me sacaron del programa", comenta.
Durante 20 años, por problemas personales con Chespirito, estuvo "vetado" de Televisa, la compañía de producción más importante de México. "Cuando pasó ese tiempo, me llamaron y entonces yo decidí vetar a Televisa por otros 20 años", dice, mientras vuelve a reír. Ese conflicto laboral lo llevó a vivir durante años en otros países, como Brasil, Chile, Venezuela, Estados Unidos y Argentina.
Sobre su relación con el resto del elenco, considera que se llevaba mejor con Ramón Valdés, Don Ramón, porque ambos eran "humildes, sencillos" y "los demás no". Sin embargo, los recuerda a todos con cariño.
"Soy feliz, me encuentro muy sano, me encuentro bien físicamente hablando, y me siento una persona privilegiada, como si estuviera en la mano de dios y con la otra me estuviera acariciando", resalta sobre su actualidad. Por eso, entre chistes y más risas, pide "en favor enorme" a todos los que lo siguen.
"Sean felices", dice, mientras se despide con otra imitación que demuestra que siempre será un poco más de Quico que de Carlos.