Rubén Bongiorno: “En Italia compartí tapa de diarios con Valentino Rossi y Schumacher”
El marplatense ya retirado, habló en un IG Live con Adolfo Carrizo repasando toda su carrera deportivo desde sus orígenes en la ciudad hasta su experiencia en el más alto nivel europeo.
El marplatense Rubén Bongiorno tuvo muchos años de competencia en el primer nivel internacional y, a través de un Instagram Live, repasó con Adolfo Carrizo (@infoadolfo) su carrera deportiva desde sus inicios en la ciudad.
“Con mi papá fuimos una vez a la bicicletería, cuando tenía 5 años a arreglar la bici de él y me gustó una chiquita. Le dije ´quiero ser corredor de bici´ y al tiempito, para reyes, tuve el regalo de esa bicicleta”, recordó “El Mono”. “Iba al velódromo viejo de Mar del Plata a girar hasta que un día me enteré que había una carrera y me dijo mi papá si quería participar. Éramos 5 corredores y entré último, lloraba porque no me dieron trofeo”, agregó sobre su primera competencia.
El tiempo lo llevó a mejorar hasta alcanzar su primera victoria: “en Luro y Champagnat se armaba un circuito callejero y había un chico que se llamaba Lucas Ialea, era el mejor de todos, estaba cansado de que me gane y busqué otra estrategia hasta que le pude ganar. Desde esa carrera, empecé a tener más confianza en mi mismo”, planteó como punto de quiebre.
Cuando ingresó en la adolescencia tuvo otro paso fundamental para su evolución deportiva: “cuando tenía 12 o 13, mi papá quería que me entrenara Ramón Palanga, pero me decían que era muy chico aún. A los 16 empecé con él y me cambió mi forma de correr, empecé a ganar embalando. En ese momento estaba el equipo Toledo, era un sueño correr con ellos”.
En poco más de dos décadas, la actividad del ciclismo en Mar del Plata cambió rotundamente y lo expresó Bongiorno en sus recuerdos: “había todos los jueves carreras en la pista y Gabriel Curuchet me dijo que empezara a correr con ellos en el equipo Toledo. Estuve un par de años antes de irme a Italia y en mi primer año allá gané 7 carreras”.
Durante la entrevista dio precisiones de la evolución dentro del ciclismo italiano y la competencia en el más alto nivel mundial: “no les gusta nada que vengas de afuera a ganarte un lugar. Tenía un australiano en el equipo que no le gustaba que estuviera mejor visto yo que él como velocista y me mandaba a sacarle rivales. Las lesiones y no estar asesorado me jugó en contra“; recordó.
Las repercusiones de sus victorias en el viejo continente eran importantes a punto tal de ocupar un espacio central. “Ganaba una carrera en Italia y cuando ibas a un café abrías el diario y en la tapa de la Gazzetta dello Sport estaba Valentino Rossi que ganaba siempre en el Moto GP, Schumacher en la Fórmula 1 y mi foto al lado. La bicicleta me ha dado amistades, otra manera de ver las cosas”, estableció como conclusión.
Después de su retiro, se tomó un tiempo pero luego volvió a su pasión: “antes mucho no me gustaba, pero ahora siempre me agendo carreras para verlas. A Maxi Richeze lo veo siempre. La estética del ciclismo cambió, pero el deporte es igual que antes. Las velocidades son las mismas, pero hay más tecnología”, comparó finalmente.
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