<p>El 30 de enero de 2013 una noticia sorprendió al mundo del cine, <strong>el director Steven Soderbergh</strong>, que estaba a punto de estrenar en cines el thriller <strong>Efectos colaterales</strong> y en HBO el drama biográfico sobre el pianista Liberace <strong>Behind the Candelabra</strong>, <strong>anunciaba su retiro del cine</strong>. Y lo hacía confiando que estaba harto del trato hacia los directores y hacia la pérdida de independencia que había tenido a mano de productores e inversores.</p><p>Soderbergh, el rey del indie norteamericano con <strong>Sexo, mentiras y videos</strong>, <strong>Kafka</strong> o <strong>El rey de la colina</strong>, el director que supo cruzar el cine independiente con las estrellas en <strong>Un romance peligroso</strong> o <strong>Erin Brockovich, una mujer audaz</strong>, el que dio un paso importante dentro del cine industrial con la saga de <strong>La gran estafa</strong> o el prestigioso que ganaba el Oscar con <strong>Traffic</strong> decía chau y dejaba al desnudo un problema que el cine comenzaba a atravesar por entonces, cuando todavía las plataformas no habían obtenido el poder que tienen en la actualidad. <strong>Se podría decir que Soderbergh la vio…</strong></p><p>El director decía por entonces que <strong>“lo más negativo del desarrollo que ha tenido el cine, en particular en los últimos cinco años, es lo mal que se trata a los directores”</strong> y aseguraba que “el público de las buenas películas que siempre me gustaron ha migrado a la televisión. <strong>Hoy por hoy este medio permite realmente un enfoque estrecho y profundo como el que a mí me interesa</strong>”. En todo caso no estaba equivocado su enfoque, el error fue tal vez anunciar un retiro que no fue tal y que se viene estirando más que el de los Chalchaleros.</p><section class="noteSuggested" data-id="89615" data-title="Puede interesarte"></section><p>Desde <strong>Behind the Candelabra</strong>, su pretendida última película, Soderbergh estrenó diez largometrajes, un cortometraje y se vio involucrado en la dirección de cuatro series, con años atareadísimos como 2019 y 2023 en los que estrenó hasta tres producciones. De hecho, en Argentina se estrenó hace dos semanas <strong>Presencia</strong>, un film de terror, y este jueves se estrenó <strong>Código negro</strong>, un film de espías del que <a href="https://www.elmarplatense.com/el-club-de-las-cinco-soderbergh-teatro-sorrentino-italia-monjas">dijimos algo acá</a>.</p><p>Como decíamos, Soderbergh no solamente que <strong>se balanceó entre el cine de autor más independiente y el artesano del cine más industrial posible</strong>, sino que además abarcó muchísimos géneros, mostrándose como un director hábil y ecléctico, aunque en ocasiones demostrando demasiada frialdad al pensar sus películas como esquemas significantes que representan meta-discursivamente una estructura genérica.</p><p>Y si la evidencia de que no se retiró de la dirección de cine es irrefutable, ya tiene un nuevo proyecto en marcha, con un gran elenco. Se titula <strong>The Christophers</strong>, está protagonizado por Ian McKellen, Jessica Gunning y James Corden, y según la sinopsis oficial “sigue a los hijos separados de un famoso artista que contratan a un falsificador para completar sus obras inacabadas y así poder descubrirlas y venderlas tras su muerte”. Soderbergh no para de hacer películas, porque además filma no tan caro y rápido.</p><section class="noteSuggested" data-id="89363" data-title="Puede interesarte"></section><p><strong>ALGUNOS TÍTULOS</strong></p><p>Si Soderbergh vio en aquel momento que la televisión era el lugar, hay que reconocer que si por un lado no se retiró, por el otro comenzó a filmar con mayor asiduidad para las plataformas. No vamos a recorrer todas las películas que hizo desde 2013, pero sí vamos a hablar de algunas que hizo como para que cada uno sepa qué Soderbergh puede encontrar hurgando en el <i>streaming</i>. Por ejemplo para Netflix hizo <strong>La lavandería</strong>, donde retomaría uno de sus temas que es el cine político, aquí con un grado de sátira para abordar la historia de los Panamá Papers. Era un relato coral con un elenco importante (Meryl Streep, Gary Oldman, Antonio Banderas), pero <strong>fallaba absolutamente en el tono y además subrayaba sus ideas hasta volverse demasiado obvias</strong>, con sus villanos idiotas para tranquilidad de la progresía demócrata.</p><p>Para la plataforma HBO Max filmaría <strong>Ni un paso en falso</strong>, un <i>noir</i> con todos sus códigos -y no hay director con ansias de notoriedad que no filme un <i>noir</i> en un momento de su vida-, con otro gran elenco: Don Cheadle, Benicio Del Toro, David Harbour, Kieran Culkin, Jon Hamm. Acá la trama era un poco la clásica de personajes involucrados en un asunto que los supera, en una película que <strong>funcionaba muy bien como policial en su primera parte, pero que luego incorporaba un elemento político dando demasiadas vueltas de tuerca</strong> y volviéndose un poco confusa.</p><p>En tiempos de pandemia estrenó, también para HBO Max, el thriller <strong>Kimi</strong>, en el que una trabajadora tecnológica con agorafobia terminaba descubriendo un crimen. La protagonista era Zoë Kravitz y Soderbergh lograba aquí sí construir los climas adecuados para un relato que aprovechaba perfectamente el casi único espacio y los pocos personajes, algo característico de la producción audiovisual de esas épocas. Con ecos hitcockianos, <strong>Kimi</strong> era <strong>un film decididamente tenso que se volvía un poco ridículo</strong>, como la mayoría de las veces en el director, cuando quería ponerse serio o solemne. Pero el thriller sin mayores pretensiones es uno de los terrenos donde mejor se mueve el director.</p><section class="noteSuggested" data-id="89133" data-title="Puede interesarte"></section><p>Para cerrar este artículo recomendemos tal vez su producción más interesante en la que estuvo involucrado, la miniserie <strong>Círculo cerrado</strong>, hecha también para HBO Max. Otro gran elenco (Zazie Beetz, Claire Danes, Jim Gaffigan, Dennis Quaid y Timothy Olyphant) para una historia criminal, con la temática de la inmigración. Aquí la investigación sobre un secuestro fallido sacaba a luz algunos secretos familiares, pero eso no era más que una distracción para lo que le importaba al director: el de la multiculturalidad y el de los extranjeros que llegan a Estados Unidos con la promesa falsa de un mundo mejor. Era un relato desencantado, que <strong>más allá de algún giro medio inverosímil funcionaba muy bien en la lógica de las series actuales de la sorpresa constante</strong>, y que evidenciaba que cuando Soderbergh mejor funciona es cuando quiere decir algo importante, pero nunca se olvida de que está contando una historia.</p>

Steven Soderbergh, el director que anunció su retiro y no para de filmar películas

<p><span style="color:black;"><strong>CÓDIGO NEGRO</strong> <i>(película) dirigida por Steven Soderbergh, con Michael Fassbender, Cate Blanchett, Tom Burke. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Soderbergh, el director que en 2013 anunció su retiro del cine, pero que no sólo no se retiró, sino que continuó filmando a un ritmo cada vez más endiablado. Tanto, que hace dos semanas se estrenó en los cines argentinos el film de terror <strong>Presencia</strong> y ahora nos llega la de espías <strong>Código negro</strong>. Estas dos películas, de hecho, son un ejemplo del cine Soderbergh: una variedad de géneros y registros, con un sesgo de pretendida inteligencia, que por algún motivo nunca termina de redondear un producto que no sea algo más que profesional y aceptable. Como si el director se hubiera propuesto la tarea de convertirse en un artesano que puede filmar todo, un poco a reglamento, con el objetivo de ofrecer un ejercicio genérico aplicado. En <strong>Código negro</strong> cuenta con un elenco estelar, encabezado por Fassbender y Blanchett, como un matrimonio de espías que ingresa en una espiral de desconfianza y paranoia cuando le comunican a él que su esposa es una traidora. Obviamente Soderbergh sabe filmar, construye su relato desde la elegancia clásica de los relatos de espionaje y también desde cierta frialdad propia de su estilo, algo que, en este caso, no le sienta de todo mal. El problema de <strong>Código negro</strong> es que termina resolviéndose un poco en lo privado, en lo psicológico, en lo verbal, sin nunca arriesgarse a ir a otros lugares. Un film aceptable, entretenido, pero lejos de lo que se puede esperar de semejante producción.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=hnKNLK1LDsQ"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/hnKNLK1LDsQ" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>LAS VIDAS DE SING SING</strong> <i>(película) dirigida por Greg Kwedar, con Colman Domingo, Clarence Maclin, Sean San Jose. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Una de las grandes olvidadas en la última edición del Oscar, apenas una nominación para la actuación de Domingo, esta película cuenta el día a día de varios presos que participan de un programa artístico en el que aprenden actuación y nociones de puesta en escena teatral. El film de Kwedar podría haber caído en varios lugares comunes y abusar de resortes dramáticos que construyan un relato subrayado de redención o apenas un elemento didáctico y aleccionador. Pero lejos de eso, atraviesa de manera sutil la experiencia de sus personajes, los mira de cerca, los observa en los pequeños detalles que van haciendo sus módicos gestos. Domingo como ese John Divine G Whitfield con destellos de autor teatral, construye un personaje con dimensiones, y con emociones sumamente humanas entre su espíritu bonachón y sus egos artísticos que en ocasiones lo muestran como alguien incapaz de tolerar aquello que no puede manejar. Que es, de fondo, el sistema y sus reglas, especialmente desde su lugar de presidiario. En él y en otros personajes, <strong>Las vidas de Sing Sing</strong> habla de la libertad, de su anhelo, pero también de su imposibilidad cuando las rejas son físicas pero también autoimpuestas. Gran película.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=EdJ7qgJ2eTY"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/EdJ7qgJ2eTY" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>PARTHENOPE. LOS AMORES DE NÁPOLES</strong> <i>(película) dirigida por Paolo Sorrentino, con Celeste Dalla Porta, Gary Oldman, Peppe Lanzetta. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Vuelve el director de <strong>La gran belleza</strong>, <strong>Fue la mano de Dios</strong> y <strong>La juventud</strong>, uno de los autores del cine italiano actual más reconocidos y premiados. Y vuelve con una película en la que retoma sus temas habituales, a esta altura ya obsesiones: la juventud, la belleza, la belleza femenina, el deseo, la vejez y la sexualidad. Todo mezclado, arrebatado, como si se le estuviera yendo la vida en eso que cuenta. <strong>Parthenope</strong> es la historia de una mujer, también la de una familia y la de un lugar. Pero es fundamentalmente ella el centro del relato, que como suele ser en el caso de Sorrentino, está construido a partir de imágenes, estampas, ideas visuales que en ocasiones no se corresponden con un orden narrativo. Ese caos que cada vez se nota más controlado y artificial, es un poco una imposición algo arbitraria que el director le pone a sus películas, como obligando a que cada relato sea el mismo relato, que su firma se note en el orillo. Sus ganas de ser Fellini siguen intactas y sus películas, otra vez aquí, dejan un sabor agridulce, como si ciertos excesos impidieran registrar el valor real que tiene el cine de Sorrentino.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=LlEvornlMto"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/LlEvornlMto" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>LA INCREÍBLE HISTORIA DE LA ISLA DE LAS ROSAS</strong><i>(película) dirigida por Sydney Sibilia, con Elio Germano, Leonardo Lidi, Matilda De Angelis. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Ya que hablamos de cine italiano, es bueno volver a esta película que estrenó Netflix hace unos años, una que como el cine de Sorrentino apuesta a ese desborde gritón y bien identificatorio de lo tano, pero también a otros elementos tradicionales del cine de ese país como la comedia sobre el absurdo del sistema y lo burocrático. Basada en una historia real, cuenta la creación de un pequeño estado montado en un islote artificial en el océano, junto a la costa de Rímini, un lugar que resulta un hueco burocrático, un espacio de absoluta libertad donde todo parece posible, especialmente las fiestas que se montan. La película de Sibilia toca la cuerda de la comedia dramática, en un orden que tiene que ver con la propia experiencia del protagonista: todo es diversión y hedonismo, hasta que la realidad se convierte en una pared insalvable. La lucha del pequeño ser contra el sistema nunca es de igual a igual. Los temas de siempre, pero con un aire de originalidad que la historia de base impone.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=79SLJ6R-Cko"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/79SLJ6R-Cko" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>LUJURIA EN EL CONVENTO</strong> <i>(película) dirigida por Jeff Baena, con Alison Brie, Kate Micucci, Aubrey Plaza. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Este año murió prematuramente Jeff Baena, un director con un recorrido interesante en el <i>indie</i> norteamericano, quien en una época donde Netflix despuntaba el vicio del cine independiente norteamericano realizó para el <i>streaming</i> esta comedia alocadísima que hoy, si se fijan, aparece entre lo más visto de la plataforma (sí, el efecto del morbo). Basada en <strong>El Decamerón</strong> de Giovanni Boccaccio, la película cuenta sobre un joven criado que huye de su amo y se refugia en un convento lleno de monjas un poco inestables y al borda de la tentación. Sí, está el elemento almodovariano, pero también un acercamiento a un texto reputado desde un lugar absolutamente desprejuiciado, en una comedia sexual e irreverente que resulta sumamente graciosa, incluso con un humor que a veces no se precia de tal, entre lo hierático y el absurdo más extremo. Y además del trío de monjas protagonistas, hay un seleccionado de grandes comediantes como Fred Armisen, Paul Reiser, Molly Shannon y John C. Reilly. Imperdible, aún con su grado de exigencia hacia un espectador abierto a las posibilidades más irracionales de la mejor comedia.</span></p>

El club de las cinco: Soderbergh + Teatro + Sorrentino + Italia + Monjas

<p>En el plan por regresar a sus viejos clásicos con el fin de actualizarlos para la nueva audiencia, la compañía Disney estrenó esta semana en el mundo <strong>Blanca Nieves</strong>, versión de acción real que modifica aspectos del film original de 1937, a su vez basado en el cuento de los hermanos Grimm. Esta <strong>Blanca Nieves</strong> dirigida por Marc Webb es una película con múltiples problemas de pre-producción, que se terminan notando en la confección final, pero que alberga otro inconveniente insalvable. Tal vez a la distancia -y conociendo que Disney es una de las empresas más poderosas del mundo audiovisual- no se comprenda, pero <strong>Blancanieves y los siete enanitos</strong> es una película <strong>clave en la historia de Disney, tanto desde lo narrativo como desde la producción</strong>, algo que esta nueva adaptación no alcanzará nunca desde su medianía insalvable.</p><p>Antes de llegar a <strong>Blancanieves y los siete enanitos</strong>, dirigida por David Hand, William Cottrell, Wilfred Jackson, Larry Morey, Percival C. Pearce y Ben Sharpsteen, pero con el genio de Walt Disney pendiendo sobre todos, <strong>hay que pensar en el contexto histórico de los Estados Unidos</strong>, que hace mediados de la década de 1930, sumido en una recesión económica de la que comenzaron a salir a partir del New Deal de <strong>Franklin D. Roosevelt</strong>. En esos tiempos, por lo tanto, las películas eran fundamentales para la sociedad norteamericana: eran la escapatoria de la dura realidad que atravesaban. <strong>En ese contexto, Disney comenzó a jugar una partida importante</strong>.</p><p>Si bien Disney ya era una personalidad popular desde la década de 1920, con una serie de animaciones cortas y la instalación de personajes como Oswald, un tal Mickey Mouse y fundamentalmente las <strong>Silly Symphonies</strong>, el negocio de los cortometrajes no era lo suficientemente rentable, ya que en su exhibición cinematográfica ganaban apenas un pequeño porcentaje de las entradas. Sabiendo esto, y con la necesidad de construir un negocio mucho más redituable, Disney pensó en la posibilidad de trasladar su universo al largometraje. Se sabe, <strong>el primer largometraje animado de la historia es argentino</strong>, se llama <strong>El apóstol</strong>, es de 1917 y fue dirigido por Quirino Cristiani, pero Disney estaba a punto de crear, sí, el primer film animado a colores y sonoro de la historia. Y es una frase hecha decir que <i>nada sería igual</i> después de <strong>Blancanieves y los siete enanitos</strong>. Pero es verdad, <strong>fue una verdadera revolución</strong>.</p><section class="noteSuggested" data-id="89594" data-title="Puede interesarte"></section><p>Como suele ocurrir, sobre los personajes como Walt Disney se construyen mitos y leyendas, pero también se los minimiza desde una perspectiva actual, un poco cínica y progresista. De Disney se cuestiona el conservadurismo de su obra (habría que pensar sus películas en el contexto social de su tiempo, pero es mucho pedir) y se ve solamente el aspecto comercial. <strong>Pero Disney, además de un gran artista, era un visionario, un empresario sí, pero alguien con una pulsión por la creación</strong> que lo convierte para el cine, y para la cultura popular universal, en una figura indispensable. Sin sus ideas, la animación indudablemente hubiera tardado mucho más tiempos en convertirse en un arte a ser tomado en serio.</p><p>Por ejemplo para <strong>Blancanieves y los siete enanitos</strong> desarrolló junto a su habitual colaborador <strong>Ub Iwerks</strong> el rediseño de la cámara multiplano, un elemento que ya se usaba en el cine pero aplicándolo a las necesidades que tenían para ese objetivo. La cámara multiplano constaba de una estructura que permitía superponer varias láminas de animación, recorriendo el espacio de una forma novedosa y ofreciendo la posibilidad de la profundidad de campo. Para el dibujo animado, que era plano y -salvo algunos ejemplos aislados- no contaba con dimensiones, esto <strong>abrió una frontera insospechada donde la animación alcanzaba un elemento que sólo era posible en las películas de acción real</strong>. De hecho, <strong>Blancanieves y los siete enanitos</strong> tiene movimientos de cámara y encuadres nunca antes vistos en el soporte animado.</p><p>Con esta posibilidad técnica, Disney lograría algo fundamental, que a los ojos del presente parece una obviedad (aunque no tanto, el prejuicio sigue) pero para 1937 resultó un cambio radical: <strong>la animación podía así vincularse con el cine de acción real, lograr los mismos efectos visuales</strong>, introducir al espectador en el universo planteado corriendo la superficie de artificio de que el género tiene desde el vamos. En el fondo: comenzar a ser tenido en cuenta como un arte mayor. Pero Disney, además de esos aspectos técnicos, apelaría a otras ideas, como el comienzo con un libro real que se abre e introduce al espectador en el cuento o el uso de la rotoscopía (esa forma artesanal de lo que hoy se llama captura de movimiento) para que <strong>los movimientos de los personajes sean más realistas</strong>. Disney, que hipotecó hasta su casa para producir el film, lo sabía: para que el público le prestara atención a su película, el primer largometraje animado del cine norteamericano, <strong>debía aplicarse una dosis de realidad sin perder la esencia del dibujo</strong>.</p><section class="noteSuggested" data-id="89363" data-title="Puede interesarte"></section><p>Y obvio que no se equivocó. <strong>Blanca Nieves y los siete enanitos</strong> sigue siendo actualmente una de las películas más taquilleras de todos los tiempos, mientras que para la compañía dio inicio al redituable mundo de las películas de princesas. Pero además entre otros logros, en 1939 la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas le otorgó un <strong>Oscar Honorífico por su “innovación cinematográfica significativa que ha encantado a millones y ha abierto un nuevo campo de entretenimiento”</strong> (la imagen es conocida: le entregaron la estatuilla habitual junto a otras siete más chiquitas en alusión a los enanos), en 1987 el personaje obtuvo su estrella en el <strong>Paseo de la Fama de Hollywood</strong> y en 1989 la película fue considerada <strong>“cultural, histórica y estéticamente significativa” por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos</strong> y preservada en el National Film Registr.</p><section class="noteSuggested" data-id="89133" data-title="Puede interesarte"></section>

“Blancanieves y los siete enanitos”, una película clave en la historia de Disney

<p><span style="color:black;"><strong>BLANCA NIEVES</strong> <i>(película) dirigida por Marc Webb, con Rachel Zegler, Andrew Burnap, Gal Gadot. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-La nueva adaptación de Disney en acción real de uno de sus clásicos cuentos tiene un problema fundamental… o varios problemas que acumulados hacen a un problema gigantesco, para decir verdad. La producción tuvo tantos inconvenientes, con quejas como la de Peter Dinklage sobre la representación de los enanos, a lo que se sumaron disputas internas como las que separan a Rachel Zegler y Gal Gadot en torno al conflicto entre Israel y Palestina, por lo que finalmente la atención se puso más en todos estos elementos que en cuestiones cinematográficas. Entonces la gente “en las redes” (ese argumento que se da en los medios con garantía de irrefutabilidad) destroza a la película antes de verla, lo que hace que una empresa demasiado miedosa del <i>qué dirán</i>, como Disney, se convierta en una esponja que intenta hacerles lugar a todas las representaciones sociales, lo cual es decididamente imposible. Entonces lo que queda es esta <strong>Blanca Nieves</strong> desprovista de todo encanto, una película sosa en la que no lucen el musical, ni las canciones, ni la producción millonaria. Apenas un cuento que cumple a reglamento no sólo con lo que los hermanos Grimm contaron, lo que Disney releyó y lo que “las redes” demandan. Una película cachivache, donde se comete la atrocidad de mezclar a los siete enanos del cuento pero en formato digital con un actor enano de verdad que aparece por ahí. Gadot es una villana sin potencia, Burnap un interés romántico desabrido y Zegler una Blanca Nieves que apenas funciona cuando canta.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=EyUwtkvXxrg"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/EyUwtkvXxrg" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>ESTADO ELÉCTRICO</strong> <i>(película) dirigida por Anthony Russo y Joe Russo, con Millie Bobby Brown, Chris Pratt, Stanley Tucci. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Otro caso de lapidación en redes sociales, <strong>Estado eléctrico</strong> es una película que fue destrozada antes de estrenarse y una vez que llegó a Netflix los espectadores sólo querían verla para confirmar sus prejuicios. Si bien la premisa del film de los hermanos Russo toma elementos de aquí y de allá (en todo caso es culpa de la novela de Simon Stålenhag en la que está basada), lo cierto es que tampoco le sobra imaginación para desandar su camino: ambientada en los 90’s del siglo pasado, imagina una sociedad en la que humanos y robots conviven plácidamente, hasta que las máquinas se rebelan y los humanos hacen una de las cosas que mejor les salen, los combaten y los terminan encerrando en espacios que son casi campos de confinamiento. En ese contexto es que surge la aventura de una chica (la antes amada Millie Bobby Brown) que tiene que salir a buscar a su hermano, al que creía muerto. Están las obvias críticas a la sociedad de consumo, el genio tecnológico que es un villano fascista y el grupo de marginados que terminará rebelándose. No hay nada nuevo bajo el sol, pero al menos está narrado con algo de simpatía y con un uso bastante imaginativo de los efectos especiales. Y no hay mucho más que eso, porque la película se conforma con ser apenas un cuento bien narrado. Le falta espectáculo y emoción, por más que lo intente, y tiene demasiados huecos.&nbsp;</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=rHzINxVv9QQ"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/rHzINxVv9QQ" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>LA RESIDENCIA</strong> <i>(serie) creada por Paul William Davies, con Uzo Aduba, Al Mitchell, Julian McMahon. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-En la Casa Blanca hay una fiesta diplomática y mientras eso sucede en la planta baja, pisos arriba muere el jefe de Seguridad, en lo que parece un suicidio aunque no lo sería por diversas señas que hay en el lugar. La serie creada por Paul William Davies sienta la premisa y luego viaja al futuro, para ver cómo una comisión investiga el hecho, mientras los diferentes testigos van dando información sobre lo que sucedió aquella noche. La serie sigue las coordenadas del <i>whodunit</i>, ese subgénero del policial en el que alguien sagaz trata de descubrir al asesino entre varios sospechosos, personaje que aquí encarna la detective -y avistadora de aves- Cordelia Cupp. En el plan autoconsciente plantado por <strong>Entre navajas y secretos</strong> (de hecho hay una cita explícita), la serie se balancea entre la comedia y el misterio, y lo hace con cierta elegancia, como es un poco el estilo de Agatha Christie, la gran especialista. Es divertida, es ligera y tiene un elenco que funciona perfecto en esa superficie un poco resbaladiza que trabaja <strong>La residencia</strong>, más allá de que el personaje de Cupp pueda ser un poco insoportable por momentos.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=VRAZqJPbuJY"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/VRAZqJPbuJY" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>ANUJA</strong> <i>(cortometraje) dirigida por Adam J. Graves, con Ananya Shanbhag, Sajda Pathan, Nagesh Bhonsle. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Este cortometraje de ficción nominado al Oscar en la última edición sigue la historia de una nena de 9 años que trabaja en un taller de ropa y a la que le surge una oportunidad única que puede cambiar su vida. En algo más de veinte minutos, el corto de Graves transita superficies muy recurrentes en el cine de las últimas décadas, que se acerca a la marginalidad en países periféricos regodeándose un poco en un morbo de la miseria. Sin embargo, a partir de la relación de la pequeña con su hermana mayor, hay algo por el lado de lo vincular que es visto con amabilidad y simpatía, como cuando las chicas juntan un dinero y deciden ir al cine. Es esa capacidad para buscar lo luminoso en un contexto terrible, sin ser cínica, lo que hace de <strong>Anuja</strong> más que un buen film, una posibilidad novedosa de pensar estos temas desde lo cinematográfico. No es una maravilla y recurre a cierta tendencia escolar, pero elude la manipulación con elegancia.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=JgiaUA4ques"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/JgiaUA4ques" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>ROCKETMAN</strong> <i>(película) dirigida por Dexter Fletcher, con Taron Egerton, Jamie Bell, Richard Madden. En Paramount+</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Ahora que Paramount+ va a subir <strong>Rocketman</strong>, y mientras seguimos con la energía que nos dejó <strong>Better man</strong>, recomendemos entonces esta película musical basada en la vida y la discografía de Elton John, uno de los más grandes artistas pop de la historia. Producido por Michael Gracey, el director de <strong>Better man</strong>, <strong>Rocketman</strong> es un poco un anticipo en el sentido de que si bien no puede eludir el camino tradicional de la biografía, en término de ascenso, caída y redención, sí se corre de la mirada edificante de su personaje y lo muestra incluso en su faceta menos edulcorada. Hay algo de psicología de manual, algo de terapia en el cine, pero Elton John usa la película como una suerte de pedido de disculpas generalizado y eso lo humaniza más allá del narcisismo. Y sus canciones son inmortales y la película tiene muchísimas. Le falta un poco de imaginación, pero lo reemplaza con su costado más desfachatado y grasa.</span></p><section class="noteSuggested" data-id="89341" data-title="Puede interesarte"></section>

El club de las cinco: Disney + Bobby Brown + Whodunit + Infancia + Elton

<p>El estreno reciente de la serie <strong>Adolescencia</strong> llama la atención por su tema, por la forma en que lo aborda, por la dureza de algunas reflexiones, pero sobre todo por un detalle técnico: cada capítulo está filmado en <strong>plano secuencia</strong>. ¿En qué consiste este elemento narrativo tan llamativo? En filmar todo sin cortes, dando una idea de continuidad. En el pasado se disimulaban los cortes haciendo pasar a alguien delante del plano y empalmando justo, pero con el avance de la tecnología las posibilidades son más cercanas (para filmar de un tiro o para disimular los cortes) y, de hecho, el plano secuencia es mucho más habitual ahora que hace, por decir algo, cuarenta años.</p><p>Muchas veces el plano secuencia puede ser un mero virtuosismo sin ninguna función narrativa, pero a veces, cuando lo justifica la acción, es un elemento tan vistoso como funcional. En ocasiones se busca dar cierta inmediatez, tensar las situaciones por medio del tiempo real, simplemente demostrar cierta virtud con la cámara o introducirnos en el mundo que la película va a proponer. Lo cierto es que más allá de la efectividad del momento, <strong>requiere de un trabajo de sincronización encomiable entre técnicos y elenco</strong>, meses de ensayo que se concretan finalmente en ese único plano.</p><p>El primer plano secuencia, según los historiadores del cine, está en <strong>Amanecer</strong> la película de Friedrich Wilhelm Murnau de 1927 y es un plano que dura 50 segundos. Pero el primer gran ejemplo de esta técnica se puede encontrar en <strong>La soga</strong> (1948), de un tal Alfred Hitchcock, alguien que además de ser un narrador notable tenía la particularidad de innovar en técnicas y usos de la cámara. <strong>La soga</strong> está narrada enteramente en un plano, aunque por aquella época era imposible técnicamente por lo que lo hizo realizando varios cortes disimulados. Si bien la película se nota un poco forzada por el recurso, es un gran relato sobre la soberbia del asesino y la evidencia de aquello que nadie ve.</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=wCU6eNU6cck&amp;t=15s"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/wCU6eNU6cck" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p>Si hablamos de innovadores con el uso de la cámara y la planificación ese es sin dudas Orson Welles, quien en <strong>Sed de mal</strong> (1958) logró uno de los mejores planos secuencia de la historia, uno de esos que se enseñan en las escuelas de cine. Está en la secuencia inicial y sirve de ejemplo sobre cómo el plano secuencia muchas veces sirve para introducir al espectador en un universo. Aquí, además, utiliza una de las enseñanzas de Hitchcock sobre que es mejor que el espectador sepa que hay una bomba a que lo sorprenda la explosión. La tensión de algo que está por suceder potencia el clima. Lo primero que vemos aquí son unas manos colocando una bomba en un auto y luego vemos ese auto avanzar por la frontera entre México y Estados Unidos. Pura tensión en tres minutos y veinte segundos.</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=RaN4R6KRSY0"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/RaN4R6KRSY0" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p>Un gran plano secuencia sobre presentación de mundos es el que realiza Martin Scorsese en su obra maestra <strong>Buenos muchachos</strong> (1990), que si bien no está en el inicio de la película sirve para conocer el poder y las influencias que va manejando el personaje de Ray Liotta. En la secuencia lo vemos ingresando al club Copacabana junto a su novia (Lorraine Bracco) y lo acompañamos desde la calle hasta que se sienta en su mesa, mientras ingresa por los pasillos, pasa por la cocina y va saludando gente, demostrando ser alguien importante en el mundo de la mafia.</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=OJEEVtqXdK8"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/OJEEVtqXdK8" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><section class="noteSuggested" data-id="89341" data-title="Puede interesarte"></section><p>Otro gran director, Paul Thomas Anderson, homenajearía en la scorsesiana <strong>Boogie Nights</strong> (1997) aquel plano secuencia de <strong>Buenos muchachos</strong>. Y retomaría además la idea de secuencia de inicio en plano secuencia, como para introducir al espectador en su universo, el mundillo del cine porno en la década de 1970. Dura casi tres minutos y arranca con una marquesina en la que se ve el mismísimo título de la película para luego moverse fluidamente pasando entre la multitud e ingresando en un club nocturno donde nos va anticipando, a pura música disco, a los personajes fundamentales de la película. Una obra maestra de una película indispensable.</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=oSLG5irtz64"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/oSLG5irtz64" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p>Obviamente en este recorrido no puede faltar Brian De Palma, uno de los grandes directores de cine de la historia y, fundamentalmente, un maestro en el uso de la cámara, la construcción de planos y el juego con el punto de vista. Todo eso está en el fabuloso arranque de <strong>Ojos de serpiente</strong>, donde vemos al personaje de Nicolas Cage ingresando en un recinto donde se realizará una pelea de box. Durante largos minutos vemos situaciones sin relación alguna, aunque detallan aspectos clave de los personajes, sobre los que De Palma volverá luego, como repitiendo en <i>loop</i> ese gigante plano secuencia que termina con un crimen, centro de lo que vendrá luego.</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=8wd5zQ8I2-4"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/8wd5zQ8I2-4" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p>Si hablamos de grandes secuencia y de un director con una pericia enorme para montarlos con gran nivel de sofisticación ese es Alfonso Cuarón, que si bien tiene varios en su filmografía, los más notables son los de <strong>Hijos del hombre</strong> (2006). Decimos “son”, porque la película tiene varios, pero sin dudas el más logrado e impactante es el que tiene a los protagonistas en el interior de un auto mientras son atacados desde el exterior por una horda. La cámara se planta en el interior del coche y va paneando y moviéndose entre una serie de situaciones intensas y desafiantes. Una maravilla.</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=YMM8XrZe1R8"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/YMM8XrZe1R8" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><section class="noteSuggested" data-id="88695" data-title="Puede interesarte"></section><p>En <strong>Expiación, deseo y pecado</strong> (2007) el talentoso Joe Wright construye uno de esos planos secuencia que quedan en la memoria. No es tan narrativo como todos los expuestos hasta aquí, pero tiene una funcionalidad clara y resulta muy potente: el personaje de Jams McAvoy camina por la playa de Dunkerque en medio de una postal devastadora de la Segunda Guerra Mundial. Dura cinco minutos y medio y en ese <i>traveling</i> virtuoso tenemos una instantánea de la locura de la guerra, la muerte, el horror, el miedo. Una coreografía de una belleza cinematográfica grandiosa, dentro de una película formidable.</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=BmB7lgaojCY"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/BmB7lgaojCY" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p>¿Podemos hablar de plano secuencia en una película animada? No hay cámara ni corte de plano en un sentido estricto, pero igualmente capturar el movimiento continuo de manera fluida no es del todo sencillo. El que lo logra es, claro, Steven Spielberg en <strong>Las aventuras de Tintín: el secreto del unicornio</strong> (2011). La secuencia de casi tres minutos es una persecución en una ciudad de Marruecos, mientras Tintín y el capitán Haddock intentan recuperar un pergamino robado. La combinación entre acción y comedia es perfecta, utilizando además todas las posibilidades de la animación mientras los personajes avanzan y todo se va destruyendo a su paso. Cuando la secuencia culmina nos quedamos con ganas de más, pero además con la necesidad de que Spielberg vuelva a hacer una película animada.</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=ryB-3BRdd64"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/ryB-3BRdd64" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><section class="noteSuggested" data-id="88465" data-title="Puede interesarte"></section><p>Si bien como decíamos, con las posibilidades de la tecnología los planos secuencia son cada vez más recurrentes, el último gran plano secuencia que recuerdo, uno que quedó grabado en mi memoria, es el del increíble comienzo de <strong>La La Land</strong> (2016) de Damien Chazelle. Un embotellamiento bajo el sol de Los Angeles termina con decenas de bailarines danzando entre los autos. En primer lugar tenemos una gran canción que ayuda a que la escena quede pegada en el recuerdo, pero luego tenemos esa cámara que se mueve fluidamente entre los bailarines, y el uso de los colores, y las coreografías, y la autenticidad que Chazelle logra en el marco de un género que es puro artificio como el musical. Uno de los comienzos más potentes de la historia del cine.&nbsp;</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=xVVqlm8Fq3Y"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/xVVqlm8Fq3Y" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><strong>EN LA TELE TAMBIÉN</strong></p><p>Con la sofisticación alcanzada por la televisión en este siglo, obviamente que los planos secuencia se han vuelto regulares también en la pantalla chica. Uno que tenemos recuerdo apareció en la primera temporada de <strong>True detective</strong> (2014), en un capítulo dirigido por Cary Joji Fukunaga: a lo largo de seis minutos lo vemos a Matthew McConaughey huyendo de una operación encubierta que salió mal, en una secuencia que no sólo es muy intensa (y lo mejor de toda la serie) sino que tiene un grado de complejidad notable.</p><p>Otra serie que ha recurrido mucho al plano secuencia es <strong>Daredevil</strong>, que en su mismísimo primer episodio (2015) constituiría la estética de la violenta serie de Marvel. Allí lo vemos a nuestro héroe pelear con una incontable cantidad de enemigos, mientras avanza por un pasillo estrecho, en un esforzado plano que requiere de una precisión notable en los movimientos de cada personaje que ingresa en cuadro.</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=B66feInucFY"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/B66feInucFY" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p>Y cerramos con una de las mejores series de los últimos años, <strong>El oso</strong>, que en <strong>Review</strong> (2022), un capítulo de la primera temporada dirigido por el propio Christopher Storer narra en un plano secuencia de veinte minutos un día de mucha tensión en la cocina. Bueno, en verdad un día normal en la cocina de <strong>El oso</strong>, pero aquí con ese plano secuencia de aumenta la tensión y los climas, y pone los pelos de punta mientras el caos de todo lo que puede salir mal termina saliendo mal. Una joyita y uno de los mejores episodios de esta gran serie.</p><section class="noteSuggested" data-id="89133" data-title="Puede interesarte"></section>

El plano secuencia, un virtuosismo que buscan los directores y adoran los espectadores

<p><span style="color:black;"><strong>ADOLESCENCIA</strong> <i>(miniserie) dirigida por Philip Barantini, con Ashley Walters, Stephen Graham, Owen Cooper. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Esta miniserie británica coescrita por el propio Graham se centra en la detención de un chico de 13 años acusado de un crimen y a lo largo de sus cuatro episodios aborda diversas aristas de un mismo conflicto, observando con ojo detallado el mundo adolescente, la dinámica de las instituciones y la incapacidad de los adultos para tratar con un mundo que ha desarrollado nuevas formas de lenguaje y conflicto. Lejos de quedarse con el dato morboso, la serie se hace preguntas, la mayoría de ellas muy incómodas, pero no ofrece ninguna respuesta. Y es, seguramente, uno de los más atractivos retratos de la adolescencia actual, atravesada por tensiones de índole sexual, social y racial. Pero además de su riguroso retrato, ofrece un desafío: cada episodio está narrado en plano secuencia, lo que lejos de resultar un virtuosismo para llamar la atención logra capturar cada rincón del espacio y cada gesto de los personajes. El tiempo real le da un nervio que <strong>Adolescencia</strong> aprovecha para su registro de una realidad urgente y apabullante. De lo mejor que pueden ofrecer las plataformas. Y no sólo.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=4MnXhEfcwLI"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/4MnXhEfcwLI" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>NOVOCAINE</strong> <i>(película) dirigida por Dan Berk y Robert Olsen, con Jack Quaid, Amber Midthunder, Ray Nicholson. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Un empleado bancario que tiene un particular síndrome congénito por el que tiene la incapacidad de sentir al dolor, al nivel de que debe consumir sólo alimentos líquidos porque al masticar podría comerse su propia lengua sin darse cuenta (esto existe en verdad), queda en medio de un robo con toma de rehenes en el que secuestran a su incipiente interés amoroso, lo que lo hace convertir su padecimiento en un elemento superheroico. La película de Berk y Olsen, que vienen del terror, aprovecha esta premisa para llevar todo a niveles estratosféricos de violencia física y gráfica. En la senda de un <strong>John Wick</strong> gore, incluso de aquella <strong>Crank</strong> con Jason Statham, <strong>Novocaine</strong> se convierte en una comedia sumamente divertida, sembrada por ingeniosas formas de matar y morir, salvaje al extremo, narrada con una velocidad propia del dibujo animado clásico. Es una vuelta de tuerca a varios tópicos del cine de acción y también una experiencia para estómagos fuertes. Séquese la sangre al salir de la sala.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=5qoxs2n81hM"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/5qoxs2n81hM" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>REACHER</strong> <i>(serie) creada por Nick Santora, con Alan Ritchson, Sonya Cassidy, Anthony Michael Hall. En Prime Video</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-En su tercera temporada, esta adaptación de los libros de Lee Child demuestra tener ya un piso de calidad, que encuentra ahora algunos momentos de cierta virtud narrativa. Convertida en un impensado éxito para Prime Video, la serie se divierte recuperando algunas ideas y recursos del cine de acción de los 80’s y 90’s, mientras trabaja además una cuerda satírica en la que juega con la hipérbole del cuerpo de Ritchson, un gigante que rompe 40.000 huesos por temporada, pero que a la vez tiene una sagacidad y sensibilidad que resulta, desde el prejuicio, contradictoria. Ahora el investigador militar que anda por el mundo sin ningún tipo de atadura tiene que asociarse con unos agentes para desbaratar una banda, en un caso que tiene para el protagonista mucho de personal. <strong>Reacher</strong> no inventa la pólvora: es acción hecha y derecha, puñetazos, disparos y cuchillazos que duelen, pero también un grado de autoconciencia que hace evidente el disparate que es por momentos. En esos pasajes, los más divertidos, es donde <strong>Reacher</strong> se convierte en una serie sumamente recomendable. Un lugar seguro, que se ríe de todos los lugares comunes.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=EOuqwp-krD0"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/EOuqwp-krD0" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>CAOS: LOS CRÍMENES DE MANSON</strong> <i>(película) dirigida por Errol Morris. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-A esta altura de las cosas Charles Manson parece más un mito para asustar a los niños que un personaje real. Pero, sin embargo, en los extraños años 60’s del siglo pasado se convirtió en una rara celebridad, que circuló por Los Angeles vinculándose con el mundo de la música, mientras construía una suerte de credo (la famosa “familia”) que terminaría siendo famosa por sus macabros crímenes, con la figura de Sharon Tate como emblema de su máxima crueldad. El gran documentalista Errol Morris aborda estos hechos con su precisión habitual, ofreciendo testimonios que se corren de las versiones oficiales y que terminan relacionando estos crímenes con cuestiones políticas, en la que terminarán relacionándose la CIA, sus experimentos con LSD, el crimen de Kennedy y muchas cosas más. Un film siempre apasionante, que impacta en su descripción de los hechos y sorprende en las diferentes revelaciones que se hacen.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=w0po9JtUMX8"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/w0po9JtUMX8" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>TRIBUNAL EN FUGA</strong> <i>(película) dirigida por Gary Fleder, con John Cusack, Rachel Weisz, Gene Hackman. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Ahora que resurgió la figura de Gene Hackman a partir de su muy comentada muerte, en Netflix nos aparece promocionada constantemente -como si fuese un estreno- <strong>Tribunal en fuga</strong>, una de las últimas películas del actor, un thriller de 2003 basado en una novela de John Grisham. En los 90’s, a partir del éxito de películas como <strong>Tiempo de matar</strong>, <strong>Fachada</strong> y <strong>El informe pelícano</strong>, Grisham se convirtió en uno de los escritores más requeridos por Hollywood. Ese lugar le duró más o menos hasta <strong>Tribunal en fuga</strong>, uno de sus últimos pasos por la pantalla grande. Y, digamos, el film de Fleder es una de las adaptaciones que mejor funciona, una película menos ambiciosa pero a la vez mucho más efectiva. Si la novela retrataba el juicio a una tabacalera, la película cambia el universo y se plantea como el juicio a un fabricante de armas. A Grisham le interesaba registrar metódicamente procesos vinculados con lo jurídico, y Fleder es preciso aquí para contar el ensamblaje de los jurados, las diversas posturas, las tensiones que atraviesan a todas las partes. Y un elencazo que funcionaba de manera muy ajustada con John Cusack, Rachel Weisz. Dustin Hoffman, Bruce Davison, Bruce McGill, Jeremy Piven y, claro, Gene Hackman, ese actor notable, aquí en otro de sus roles tan seductores como despreciables. Si no la vieron, la disfrutarán. Si la vieron, también.&nbsp;</span></p>

El club de las cinco: Juventud + Piñas + Más Piñas + Manson + Hackman

<p>Puede que para el cinéfilo más duro el nombre de <strong>Sean Baker</strong> sea totalmente conocido y su triunfo en la última entrega del Oscar con la excelente <strong>Anora</strong> haya sido la aceptación del mainstream de su talento. Pero para el público masivo, el que consume películas que están por fuera del radar que el director ha explorado hasta el momento, es sin dudas un gran extraño. <strong>¿Quién es ese hombre simpático que subió al escenario con la tranquilidad de quien va a desayunar un martes y sin el glamour y la pomposidad habitual de los ganadores?</strong></p><p>Primero un dato anecdótico, de esos que les gustan a los que adoran las estadísticas en las entregas de premios. Con el triunfo de <strong>Anora</strong> en los rubros de Mejor Película, Dirección, Guión Original y Montaje (además de Actriz, obvio), Baker ingresó a un club exclusivo que hasta el momento sólo integraban nombres tan disímiles como Walt Disney y Bong Joon-ho: <strong>el de las personas que ganaron cuatro Oscars en la misma ceremonia</strong>. Imaginen que Alfred Hitchcock ni siquiera ganó uno.</p><p><strong>Disney lo hizo en 1954</strong>, cuando la división de rubros era diferente y se les daba un fuerte impulso a los cortometrajes: ganó por Mejor Cortometraje de Animación, Mejor Cortometraje Documental, Mejor Cortometraje de Dos Rollos y Mejor Largometraje Documental. Hubo que esperar 66 años hasta que el gran creador de cine animado tuviera un acompañante en ese club, cuando <strong>en 2020 Bong Joon-ho logró la osadía de ganarle a Martin Scorsese y Quentin Tarantino</strong> con <strong>Parásitos</strong> los Oscars a Mejor Película, Mejor Películas Internacional, Mejor Dirección y Mejor Guión Original.</p><figure class="image"><img src="https://elmarplatensecdn.eleco.com.ar/media/2025/03/anora.jpeg" alt="anora"><figcaption>“Anora”, la gran ganadora del Oscar, es una suerte de reverso de los cuentos de hadas.</figcaption></figure><section class="noteSuggested" data-id="88695" data-title="Puede interesarte"></section><p><strong>El triunfo de Baker es casi como un cuento de hadas</strong>, esos con los que coquetea en sus ficciones agridulces sobre personajes marginales que como pueden persiguen su objetivo. <strong>Anora</strong>, lo dicen enfáticamente sus personajes, es una suerte de reverso de Cenicienta. O, más bien, la imposibilidad de su concreción. La historia de una prostituta que conoce al hijo de un magnate ruso y que vive la vida de lujo y hedonismo hasta que el sueño se termina. Y lo hace con pasajes turbulentos en los que la película va cambiando de género y descolocando al espectador. Es por un lado su película, si se quiere, más convencional (dentro de lo que puede ser convencional el mundo de Baker) y a la vez la más imprevisible.</p><p>Los cuentos de hadas ya estaban de alguna manera en otra de sus historias, <strong>Proyecto Florida</strong>, donde por primera vez alcanzó el interés del público masivo y hasta contó con una estrella del calibre de <strong>Willem Dafoe</strong>. El actor estuvo nominado al Oscar por su trabajo, en lo que significó la primera demostración de que el mainstream ya había visto el cine singular de Baker y comenzaba a prestarle atención. La estupenda <strong>Proyecto Florida</strong> seguía a una hija y una madre que vivían en un hotel, cerca de Disneyworld, pero del otro lado, <strong>del lado de los marginales y de los que nunca tendrán acceso a ese mundo de sueños</strong>.</p><p>Si los temas de las películas de Baker parecen lo suficientemente arduos como para impresionar a un espectador sensible -marginalidad, adicciones, prostitución- a no preocuparse, estamos ante uno de esos directores a contramano del cine actual, ganado por la misantropía y el desprecio por la humanidad, cómodamente ubicado en un lugar de distancia lo suficientemente canchero como para ganar el favor de un espectador cínico. <strong>Para Baker acercarse a esa marginalidad no es una herramienta para exhibir el horror y mostrarse por encima</strong>, sino para ponerse en el lugar de un igual, sin embellecimientos falsos ni romanticismos patéticos. Busca el verismo pero sin dejar de demostrar que está enmarcado en una ficción cinematográfica con sus resortes dramáticos y recursos de guión. Hay que decirlo, Baker es una rara avis: filma casi exclusivamente lo que conoce.</p><figure class="image"><img src="https://elmarplatensecdn.eleco.com.ar/media/2025/03/tangerine.jpeg" alt="tangerine"><figcaption>“Tangerine” fue rodada con tres teléfonos móviles IPhone 5.</figcaption></figure><p>Y vaya si conoce ese mundo. En una entrevista reconoció que hacia fines de los 90’s fue adicto a la heroína: <strong>“Tuve problemas con las drogas, fui adicto a la heroína a finales de los noventa, cuando yo era un veinteañero. A veces me asusto cuando me doy cuenta de que me acerco demasiado de nuevo a esos mundos”</strong>, comentó antes de agradecer a Narcóticos Anónimos por ayudarlo a salir adelante. Y, claro, del cine, que posiblemente haya sido una herramienta para exorcizar esos demonios. Por eso se entiende también su forma comprensiva de acercarse a esos universos que para otros serían mundos ruines llenos de suciedad y para Baker son espacios hasta claros y diurnos. Pocos directores filman el cielo y la luz como él en el cine actual.</p><p>Incluso, para los fanáticos de la tecnología, <strong>Baker fue uno de los primeros en filmar películas con celulares</strong>, como <strong>Tangerine</strong>, que fue rodada con tres teléfonos móviles IPhone 5. Un detalle que surgió de los problemas de producción y presupuestarios que venía acarreando, pero que por otro lado fueron una gran elección estética para contar la historia de una prostituta transexual que busca al proxeneta que le rompió el corazón.</p><section class="noteSuggested" data-id="88465" data-title="Puede interesarte"></section><p>La carrera de Baker comenzó en 2000 y en 2004 llamó la atención del circuito independiente con <strong>Take out</strong>, la historia de un inmigrante ilegal chino que tiene una fecha límite para pagar una deuda. Pero le llevaría unos años más comenzar a escalar en el plano internacional. <strong>En Argentina su figura fue conocida gracias al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata</strong>, que en 2012 puso en Competencia Internacional a <strong>Starlet</strong> y en 2015 a <strong>Tangerine</strong>, que ganó precisamente el premio a la fotografía otorgado por la Asociación de Directores de Fotografía (ADF). Fue el comienzo del despegue de su carrera.</p><p>El triunfo en el Oscar fue sumamente importante para las aspiraciones del director, pero también presenta una incógnita: <strong>¿se verá tentado por un mayor presupuesto a hacer otro tipo de cine? ¿Qué historias contará en el futuro? ¿Por dónde seguirá su cine?</strong> Si sirve como ejemplo, un éxito parecido en la última década lo tuvo <strong>Barry Jenkins</strong> con la independiente <strong>Moonlight</strong> y terminó dirigiendo <strong>Mufasa</strong> para Disney. Por la personalidad de Baker dudamos que vaya a suceder algo parecido, aunque en el mundo de los sueños -y las pesadillas- de Hollywood todo puede suceder.&nbsp;</p><section class="noteSuggested" data-id="89116" data-title="Puede interesarte"></section>

¿Quién es Sean Baker?, el rey del cine independiente que llegó a la cima de Hollywood

<p><span style="color:black;"><strong>DAREDEVIL: BORN AGAIN&nbsp;</strong><i>(serie) creada por Matt Corman y Chris Ord, con Charlie Cox, Vincent D'Onofrio, Margarita Levieva. En Disney+</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Tras una película terriblemente mala con Ben Affleck, el pobre Daredevil quedó algo dañado como personaje con posibilidades cinematográficas. Por eso aquella serie de hace ya una década, emitida por Netflix, fue toda una sorpresa. Las dudas originales fueron descartadas rápidamente por una producción que hizo hincapié en reproducir algunos tópicos del policial urbano y violento, y recrearlos en clave superheroica. De paso, convirtió a Charlie Cox en estrella. Con los cambios empresariales que se dieron, el traslado del Universo Marvel de Netflix a Disney+ las posibilidades del personaje fueron menguando, a causa de una estética híper sangrienta que la casa del Ratón Mickey no se podía permitir. Pero, cambia todo cambia, finalmente Disney movió algunas fichas, posibilitó que su plataforma fuera un poco más adulta y eso dio pie al regreso del hijo pródigo, no sin escollos: el personaje apareció en versiones lavadas en series anteriores y la escritura de esta nueva serie fue bastante caótica. Finalmente llegó, seis años después de la tercera temporada, con <strong>Daredevil: born again</strong>, un título que esconde, claro, autoconsciencia. Y aquí tenemos al personaje, con dos capítulos iniciales que están a la altura de la mitología creada y de la expectativa, en la que se plantea un nuevo panorama, con el villanísimo Fisk (gran creación de D’Onofrio) convertido en alcalde de Nueva York. Entre las dudas de Matt Murdock por retomar a Daredevil y del propio Fisk entre ser legal y contener sus impulsos, la serie parece volver sobre sus tópicos principales: la justicia, terrenal o cristiana, su ausencia y las formas de ejecutarla, entre secuencias de acción excelentemente coreografiadas. Buen regreso.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=qdvhjjnhmYk"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/qdvhjjnhmYk" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>MICKEY 17</strong> <i>(película) dirigida por Bong Joon Ho, con Robert Pattinson, Naomi Ackie, Mark Ruffalo. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Tras ganar el Oscar con <strong>Parásitos</strong>, el coreano Bong Joon Ho se tomó seis años para estrenar una nueva película. Dentro de una filmografía bastante ecléctica, en la que siempre sobresale su talento para narrar los géneros desde un lugar creativo, <strong>Mickey 17</strong> está más cerca de las fantasías distópicas a lo <strong>Snowpiercer</strong> u <strong>Okja</strong> que de, por ejemplo, la excelente <strong>Memorias de un asesino</strong>. Basada en una novela de Edward Ashton, la premisa muestra un mundo donde la humanidad está intentando colonizar otros planetas y, con ese fin, clonan una y otra vez gente considerada descartable, que es usada como conejillo de indias. Hasta que una de estas personas, la versión 17 de Mickey (un Pattinson divertido), sufre un accidente y lo dan por muerto, Mickey 17, entonces, se convertirá en alguien más marginal aún, intentando escapar porque, decididamente, no quiere volver a morir. A Bong Joon Ho le encuentra encontrar el centro del relato y se podría decir que esa premisa inicial, sobre la identidad y el destino, se tuerce para potenciar una subtrama medioambientalista que es la que se termina imponiendo en la última parte del relato, incluyendo una sátira política de tono demasiado grotesco. Con ese nivel de confusión, <strong>Mickey 17</strong> termina sobreviviendo gracias a la imaginería visual del director.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=aALZJu_Bg9I"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/aALZJu_Bg9I" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>BAMBI: UN CUENTO DEL BOSQUE</strong> <i>(película) de Michel Fessler. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Basada en la misma novela de Felix Salten que adaptó Walt Disney para su clásico de 1942, esta <strong>Bambi: un cuento del bosque</strong> utiliza animales reales para contar la historia del cervatillo que atraviesa las cuatro estaciones del año y, en ese proceso, vive cambios personales que lo llevan a encontrar su propia identidad. Aquí el punto es que el director, Fessler, fue el guionista de <strong>La marcha de los pingüinos</strong>, un documental tan exitoso como conservador en su mirada, y aquí intenta reproducir más o menos el mismo concepto, aunque despejando de manera más concreta la idea de que estamos viendo un documental. Hay dos inconvenientes que lastran el camino del film, el primero es precisamente ese aspecto de narración observacional que se nota totalmente manipulada por la vía del montaje para construir una ficción. Segundo, una voz en off molesta que no termina de definirse entre la propia mirada de los personajes (como lo intentaba Salten en su libro) o un juicio de valor propiamente humano. Hay imágenes poderosas, sí, pero se notan las costuras.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=dNojvRebRV4"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/dNojvRebRV4" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>LA ÚNICA MUJER EN LA ORQUESTA</strong> <i>(cortometraje) dirigido por Molly O’Brien, con los testimonios de Orin O’Brien, Manny Alvarez, Julian Barrera. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Este corto documental, ganador del Oscar en la entrega del pasado domingo, está centrado en la figura de&nbsp;Orin O’Brien, una reputada contrabajista que fue la primera mujer en integrar la&nbsp;Filarmónica de Nueva York allá por 1968, de donde se retiró en 2021. El film, dirigido por su sobrina, es interesante por el personaje y por la forma en que ella, desde adentro, termina torciendo la narración para darle otro sentido. Si en determinado momento la directora quiere construir el relato épico de la mujer que venció los prejuicios y se convirtió en la mejor en lo suyo, Orin baja a tierra cualquier intención apologética por una mirada central, que está a su vez integrada con su instrumento: su rol, y se lo transmite a sus alumnos, es el de acompañar, el de ser el sostén de la orquesta. Sin dejos de falsa modestia, esta artista consagrada da una lección de humildad y grandeza. Por tanto, el documental es sobre Orin, pero también sobre su instrumento y, a partir de una mudanza que está atravesando, sobre esos lugares que habitamos y que estamos a punto de abandonar. Interesante y emocionante.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=8CmneSOwQdo"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/8CmneSOwQdo" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>ESPARTANOS</strong> <i>(serie) dirigida por Sebastián Pivotto, con Guillermo Pfening, Pablo Rago, Alan Grinstein. En Disney+</i>.</span></p><p>-Pfening interpreta al secretario de un juzgado penal y ex jugador de rugby, que al observar la realidad de las cárceles que visita cotidianamente se le ocurre un plan para reinsertar en la sociedad a los detenidos: enseñarles a jugar al rugby, no tanto por lo deportivo, sino por nociones de integración y respeto que esa actividad transmite. Basada en hechos reales, la serie cuenta una historia en la tradición de los dramas deportivos norteamericanos, lo cual es toda una novedad para el audiovisual argentino. Hay una recreación del deporte que es efectiva y se nota el compromiso de Pfening en el personaje, lo que le da credibilidad a su cruzada. Si bien, como decíamos, se inspira en hechos reales, está la consabida construcción de villanos, algo más cercano a la ficción pero que sin dudas funciona en términos prácticos. Aun abordando géneros masivos, una rareza que funciona dentro de sus propias reglas.</p><section class="noteSuggested" data-id="88906" data-title="Puede interesarte"></section>

El club de las cinco: Daredevil + Pattinson + Bambi + Oscar + Rugby

<p>Esta noche se realiza la 97ª edición de los Premios Oscar, que entrega la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, y como pocas veces en los últimos años, <strong>la estatuilla principal, la de Mejor Película, se encuentra en un terreno de incerteza</strong> luego del descalabro de <strong>Emilia Pérez</strong>. Es que el film de Jacques Audiard, con 13 nominaciones, era el principal favorito, pero el escándalo con los posteos en redes sociales de su actriz Karla Sofía Gascón y algunas declaraciones del propio director la convirtieron en un paria, la indeseable de la noche. Entonces algo que teníamos claro, ahora nos lleva a la pregunta: <strong>¿quién ganará el premio principal?</strong></p><p>Hasta no hace mucho tiempo se usaba el criterio de más nominaciones para suponer y acertar. Pero lo saben Steven Spielberg con <strong>El color purpura</strong> o James Cameron con <strong>Avatar</strong>, esto no siempre es así. Netflix también lo sabe y lo volverá a descubrir esta noche cuando <strong>Emilia Pérez</strong>, con 13 nominaciones, se vuelva con las manos vacías y será un volver a empezar para la plataforma, a diseñar la próxima gran candidata para el año que viene y cruzar los dedos para que, por fin, se les dé.</p><p>Otro argumento que se usa desde hace unos años, sobre todo desde que la sobreinformación nos hace saber a quién premió el Círculo de Críticos de Cine de Oslo, es <strong>observar el recorrido de las películas por las diversas entregas de premios</strong>. Si antes era el Globo de Oro el termómetro, que la mayoría de las veces tenía un criterio diferente al Oscar (este año allí se impusieron <strong>El brutalista</strong> en drama y <strong>Emilia Pérez</strong> en comedia o musical), ahora tenemos cientos de asociaciones entregando su premio.</p><section class="noteSuggested" data-id="88906" data-title="Puede interesarte"></section><p>En ese contexto, debemos decir que <strong>Anora</strong>, la extraña comedia dramática de Sean Baker, <strong>es la que parte en la delantera para esta noche</strong>, ya que a la tempranera Palma de Oro en el Festival de Cannes del año pasado <strong>le suma distinciones importantes como los Critics Choice Awards, los premios del sindicato de Directores y el del Productores, además del reciente Independent Spirit Awards</strong>, que reconoce a las películas independientes del cine norteamericano.</p><p>Pero incluso así se le puede pifiar al pronóstico, por lo que ahora tenemos un nuevo parámetro: las casas de apuestas online. <strong>Porque todo es mensurable en kilos de timba virtual</strong>, lo curioso es que ahora ese parece ser el criterio menos falible.</p><p>Y en ese sentido hay que decir que precisamente <strong>Anora</strong> es la gran candidata a quedarse con el premio. <strong>Todos apuestan a que el film de Baker se lleve la distinción principal</strong>, por lo que la película es la que menos paga. E incluso sumaría según la especulación de las apuestas las distinciones a Mejor Dirección y Mejor Guión Original. Un éxito absoluto para una película independiente, en la senda de otros films del director como <strong>Tangerine</strong> o <strong>Proyecto Florida</strong>, que estuvo nominada hace unos años.</p><section class="noteSuggested" data-id="88465" data-title="Puede interesarte"></section><p>La que le estaría dando pelea a <strong>Anora</strong> según los apostadores es <strong>Cónclave</strong>, el film protagonizado por Ralph Fiennes, que en un primer momento sonaba para la temporada de premios pero se fue apagando a medida que <strong>Emilia Pérez</strong> y <strong>El brutalista</strong> ganaban posiciones. Habrá que ver también si la frágil salud del Papa Francisco genera algún tipo de incentivo en los votantes. Sin embargo dicen que la sorpresa podría ser <strong>El brutalista</strong>, lo que sería una gran noticia para los apostadores ya que paga realmente muy bien.</p><p>Hay otros premios que parecen mucho más claros y sin necesidad de averiguar en las casas de apuestas, pero igualmente si nos fijamos en ellas <strong>Adrien Brody se impondría como Mejor Actor</strong> por su interpretación del arquitecto Lazlo Toth en <strong>El brutalista</strong>, lo que sería el segundo Oscar para el actor luego de <strong>El pianista</strong>, casualmente otra película centrada en la figura de un personaje atravesado por el Holocausto. El que tiene las chances de destronarlo es Timothée Chalamet por <strong>Un completo desconocido</strong>.</p><p>En el rubro Mejor Actriz los apostadores no dudan en creer que <strong>Demi Moore por La sustancia será la ganadora</strong>, aunque en las últimas horas, y al calor del rumor de <strong>Anora</strong>, ha subido en la consideración Mikey Madison, su protagonista. Perdida absolutamente la chance de Karla Sofía Gascón de convertirse en la primera actriz trans en ganar el Oscar, hay que decir que si llegara a ganar rompería las apuestas: paga 50.5. Pero más allá de lo que digan las apuestas, <strong>hay que dejarle una posibilidad aunque mínima a Fernanda Torres</strong>, la actriz brasileña de <strong>Aún estoy aquí</strong>. Se sabe del gusto de la Academia en los últimos años por premiar extranjeros, este podría ser un nuevo caso. De hecho la actriz ya ganó el Globo de Oro.</p><section class="noteSuggested" data-id="88225" data-title="Puede interesarte"></section><p>Finalmente en los premios de reparto las cosas parecen estar mucho más claras. <strong>Kieran Culkin, por el primo díscolo de Un dolor real, es el principal favorito a ganar el Oscar a Mejor Actor de Reparto</strong>, mientras que <strong>Zoe Saldaña se llevaría la estatuilla a la Mejor Actriz de Reparto por, sí, Emilia Pérez</strong>. Su actuación es tan sólida que ni el evento de Karla Sofía Gascón parece hacerle mella. Y, por otra parte, la actriz fue hábil para despegarse de su colega y ponerse del lado de los ofendidos. Habrá que estar atentos a su discurso si esta noche se llegan a confirmar los pronósticos.</p><p>Como sea, habrá que seguir la ceremonia esta noche para ver cuánto de las especulaciones se cumplen. <strong>La transmisión se podrá ver, como es habitual, por la señal de cable TNT (con traducción simultánea) o por TNT Series (sin traducción), pero también por la plataforma HBO Max</strong>. Desde las 20:00 será el pre-show con la alfombra roja y el desfile de famosos, mientras que desde las 21:00 comenzará a develarse el misterio. Todavía quedan unas horas para apostar.</p><section class="noteSuggested" data-id="87986" data-title="Puede interesarte"></section><p>&nbsp;</p>

La timba del Oscar: ¿quiénes ganan esta noche?

<p><span style="color:black;"><strong>BETTER MAN: LA HISTORIA DE ROBBIE WILLIAMS</strong> <i>(película) dirigida por Michael Gracey, con Robbie Williams, Jonno Davies, Steve Pemberton. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Robbie Williams fue la máxima estrella pop durante casi una década y de repente, cuando estaba en la cima, desapareció y su carrera fue cayendo progresivamente, más allá de su constate edición de discos que nunca volvieron a estar a la altura de sus primeras obras como solista. Si bien mucho de lo que cuenta esta película lo habíamos visto en una miniserie documental autobiográfica que emitió Netflix, la película del australiano Gracey logra darle la tonalidad desaforada de la ficción folletinesca con la tendencia al desenfado que tienen los directores de aquel país. Del mismo país que Baz Luhrmann y con la misma tendencia al artificio y la exageración, Gracey cuenta la clásica historia de ascenso, caída y redención, pero en este caso los elementos funcionan porque el propio Williams es el que cuenta su historia desde ahí, porque el director tiene el pulso para pasar todo de rosca unos grados y hacerlo con precisión y porque hay momentos musicales deslumbrantes, como los números musicales de <strong>Rock DJ</strong>, <strong>Angel</strong> o <strong>She’s the one</strong>. Creativa hasta el extremo, no sólo por la comentada representación de Williams en un mono, sino porque utiliza la técnica digital de manera sorprendente y porque hace que todos sus clichés luzcan como si fueran la primera vez que se ven en una pantalla. Con esa convicción está hecha.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=W-bDdtR-jSY"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/W-bDdtR-jSY" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>SEPTIEMBRE 5</strong> <i>(película) dirigida por Tim Fehlbaum, con Peter Sarsgaard, John Magaro, Ben Chaplin. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Este sorprendente thriller periodístico narra con una precisión notable, recuperando la noble tradición del cine político de los 70’s, los acontecimientos de 1972, cuando un grupo de terroristas secuestró y asesinó a 11 atletas israelíes durante los Juegos Olímpicos de Munich. Y elige narrar los hechos desde un lugar interesante: las horas tensas y de decisiones extremas que el equipo deportivo de la cadena ABC afrontó cuando tuvieron que correrse de la cobertura del hecho atlético para centrarse en lo político desde un lugar tan lejano como desconocido para ellos: no sólo porque no era su especie, sino porque además aquel episodio ocurrió sin contexto, cuando el terrorismo a como lo conocemos hoy no era una noticia recurrente. El film de Fehlbaum se construye con un elenco muy sólido y con economía de recursos sobre las decisiones y los debates éticos, morales, políticos en torno a una imagen y su pertinencia. La respuesta final es bastante amarga. Gran película.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=iTIHpF5IZm8"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/iTIHpF5IZm8" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>LA HERMANDAD SECRETA</strong>&nbsp;<i>(película) dirigida por Justin Kurzel, con Jude Law, Nicholas Hoult, Tye Sheridan. En Prime Video</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-La película de Kurzel está basada en hechos reales y se centra en la investigación que llevó adelante un agente del FBI en un pueblo perdido de Idaho en los 80’s, cuando un grupo supremacista blanco organizó el armado de un ejército para llegar a Washington y derrocar el Gobierno. La película tiene la aspereza de los thrillers tensos y ásperos de otros tiempos, con una cruza de elementos genéricos que van del western al policial. Kurzel tiene habilidad para construir un film político con personalidad y singularidad, sin tener miedo a usar algunos recursos dramáticos más previsibles, o llevar el relato hacia la acción dura sin perder nunca el centro de lo que quiere contar. Es decir, nunca vuelve todo un espectáculo, pero es consciente de ciertos resortes que debe presionar para mantener la atención del espectador. Las últimas secuencias son más climáticas y pesimistas respecto de las posibilidades reales de las instituciones por contener estos discursos extremos que corren por debajo de los cimientos de una cultura. Una amargura que se puede decodificar en el rostro desencantado del personaje de Jude Law, en una actuación notable.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=EMima9i0oqA"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/EMima9i0oqA" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>GANES O PIERDAS</strong> <i>(serie) con las voces de Chanel Stewart, Winston Vengapally, Milan Elizabeth Ray</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-La serie de Pixar para Disney+ es una producción original, en el sentido de que no está inspirada en personajes previos, lo cual a esta altura es toda una osadía. Lo que cuenta es lo que sucede alrededor de la final de un torneo juvenil de sófbol, centrándose en cada capítulo en algún personaje que orbita ese universo, desde una chica que no tiene demasiado talento y su padre es el entrenador, hasta un referí con sus dilemas sentimentales. La propuesta tiene su singularidad desde lo formal, con una narrativa que apuesta por un grado neurótico cercano a la tradición clásica del <i>cartoon</i> y por momentos se vuelve algo caótica, entre una multiplicidad de estímulos narrativos que taponan la fluidez narrativa, y también es un poco cuestionable cierto recursos de hacer visible los miedos de los personajes, representándolos con algún elemento recurrente. Ahora bien, la serie se observa bastante libre a la hora de resolver sus conflictos, alejándose de los discursos bien pensantes y no haciendo asco a cierta amargura. Una curiosidad y una bienvenida apuesta de riesgo.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=5uH7AvYcbmw"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/5uH7AvYcbmw" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>UNA NUEVA JUGADA</strong> <i>(serie) creada por Ike Barinholtz, Mindy Kaling, Elaine Ko, con Kate Hudson, Drew Tarver, Scott MacArthur. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Una franquicia de la NBA a cargo de los cuatro hijos del antiguo dueño, sufre un cambio en su cúpula directiva cuando el director se accidenta en su auto, salen a la luz sus problemas de adicciones, y decide pasarle la posta no a uno de sus hermanos, sino a su hermana, una mujer de vida licenciosa a la que le dieron un cargo menor en la estructura para tratar de encarrilarla, pero que tiene un gran conocimiento sobre básquet. Con estos elementos, <strong>Una nueva jugada</strong> ensaya algunos comentarios perezosos sobre el machismo en el ámbito deportivo y empresarial, y avanza como una comedia sin el filo suficiente como para ser todo lo punzante que se supone que es. Hay gente talentosa en el elenco (Hudson, Justin Theroux), en la escritura y producción (Barinholtz, Kaling), y en la dirección (James Ponsoldt), por lo que podemos pedirle que sea un poco más que una versión bajas calorías de <strong>Ted Lasso</strong>. Sin embargo se ve con algo de ligereza y algunos chistes, sobre todo cuando se animan a ser algo incorrectos, funcionan.</span></p><section class="noteSuggested" data-id="88695" data-title="Puede interesarte"></section>

El club de las cinco: Robbie + Terrorismo + Supremacismo + Pixar + Hudson

<p>Esta semana, con <strong>Implacable</strong>, tenemos nuevamente a Liam Neeson en las salas. Neeson fue un actor conocido por sus roles dramáticos durante buena parte de su carrera, con aquel hito de <strong>La lista de Schindler</strong> de Steven Spielberg que le dio su única nominación al Oscar, aunque ya se advertía su gusto por el cine de acción y aventuras: fue <strong>Darkman</strong> y estuvo en <strong>Star-Wars</strong>, en <strong>Batman</strong>, en <strong>Furia de titanes</strong>, entre otros roles en películas de alto presupuesto. Pero en 2008 una película le serviría para dar un vuelco rotundo en su carrera: <strong>Búsqueda implacable</strong>, aquel film de acción de Pierre Morel donde interpretaba a un padre dispuesto a todo con tal de recuperar a su hija. Era una película discreta, y bastante fascista, que por algún motivo pegó fuerte en el público. Y fue la posibilidad para el actor de encontrar una franquicia en su adultez y de convertirse en un impensado héroe de acción.</p><p>Lo curioso de <strong>Búsqueda implacable</strong> es que a partir de ahí el actor encontraría un lugar en el cine, que tal vez será aquel por el que se lo recordará en la posteridad: el del héroe incorruptible, el tipo que todo lo puede, en la tradición de los grandes héroes del cine norteamericano, desde el western hasta la acción ochentosa. Pero, no todas son buenas, también esto tiene el riesgo de que mucha gente crea que sus películas son variaciones de <strong>Búsqueda implacable</strong>. Y no, Neeson ha interpretado una gran variedad de prototipos de héroes (y también ha filmado mucho por fuera de ese registro), haciéndose cargo casi en solitario de esa tradición cinematográfica de hombres buenos, pero con defectos, que tienen que cumplir con su tarea. Con una gran prestancia al trabajo, Neeson viene estrenando de a tres y hasta cuatro películas por año, actualmente está vinculado a nueves proyectos en desarrollo. Obviamente que hay mucho descarte, pero también hay mucho y bastante bueno, que por suerte se encuentra en plataformas. Proponemos aquí una serie de recomendaciones con algunas grandes películas del actor.</p><p>Del mismo director de la discreta <strong>Implacable</strong> se puede ver <strong>Venganza</strong>, remake de una película noruega dirigida por el mismo Hans Petter Moland. Aquí Neeson interpreta a un hombre que se dedica a quitar la nieve de los caminos y que se pone a investigar la muerte de su hijo. En ese plan, es que termina envuelto en una guerra entre narcotraficantes. <strong>Venganza</strong> es una comedia lunática, llena de personajes absurdos, con una violencia estilizada que le sienta perfecto y, también hay que decirlo, algunos momentos cancheros que son un poco molestos. Pero la película tiene la virtud de rizar el rizo del disparate constantemente y jugar con la iconicidad de Neeson, especialmente con ese hombre justiciero, llevando su grado de salvajismo a límites intolerables. Hay una secuencia de montaje en la que entierra varios cadáveres que resume graciosamente esta idea. Disponible en Disney+ y Netflix.</p><section class="noteSuggested" data-id="88669" data-title="Puede interesarte"></section><p>Junto al español Jaume Collet-Serra, Neeson filmó algunos grandes thrillers demostrando por un lado la precisión del director para el cine de género y, por el otro, la solvencia del actor para encajar en esos roles. En <strong>Desconocido</strong> interpreta a un doctor que está de viaje por Berlín y tras sufrir un accidente de tránsito termina perdiendo la memoria. Sin embargo, las cosas se pondrán más extrañas cuando descubra que un hombre ha usurpado su identidad. Collet-Serra filma esta historia con brío y mucha sabiduría para construir la intriga y sus constantes giros, y Neeson es el actor perfecto para desarrollar la idea del inocente metido en situaciones imprevisibles. <strong>Desconocido</strong>, por si hacía falta decirlo, es puro Hitchcock. Disponible en Max.</p><p>Otro director con el que Neeson ha trabajado más de una vez es Robert Lorenz, ex productor de Clint Eastwood, desde <strong>Deuda de sangre</strong> hasta <strong>Francotirador</strong>. Si nombramos al maestro es porque indudablemente Lorenz, como director, ha aprendido bastante de él, especialmente en la nobleza para construir a personajes rodeados de una ética inmaculada. Aquí Neeson interpreta a un ranchero que se vuelve el protector de un niño que es perseguido por unos asesinos de un cartel. La película podría haber sido protagonizada por el mismísimo Eastwood y hasta tiene lazos de contacto con <strong>Cry Macho</strong>. Una película áspera en su forma de abordar la acción que gana en el vínculo que entablan el protagonista y el niño. Disponible en Max y Netflix.</p><p>En <strong>El líder</strong>, que también se encuentra por ahí como <strong>Un día para sobrevivir</strong>, Neeson es uno de los buscadores de petróleo que se accidenta con un avión en una zona remota de Alaska y tiene que sobrevivir no sólo a unos hambrientos lobos sino además a las rispideces y diferencias que vayan surgiendo entre los propios sobreviviente. El irregular Joe Carnahan encuentra aquí el tono perfecto entre el relato de aventuras y supervivencia y el thriller de monstruos, donde Neeson opera como un estandarte inmaculado. Es su iconicidad y su figura de héroe la que nos lleva de las narices mientras se va cocinando de fondo un drama personal. Gran película. Disponible en Max, Mercadoplay y Netflix.</p><section class="noteSuggested" data-id="88225" data-title="Puede interesarte"></section><p>Decíamos que con Jaume Collet-Serra, Neeson había filmado algunas grandes películas de género. <strong>Non-Stop: sin escalas</strong> es otra de ellas, otra demostración de cómo el español sabe narrar como un relojito. Aquí el actor interpreta a un veterano agente del servicio aéreo de los Air Marshalls que tiene problemas con la bebida. En uno de esos vuelos de rutina que hace, le llegan unos misteriosos mensajes en los que le piden que haga algo bajo la amenaza de que, si no lo hace, matarán un pasajero cada 20 minutos. Otra de inocente metido en situaciones que lo superan, aquí con el agregado de que aprovecha notablemente las posibilidades de ese gran subgénero que es el de thrillers ambientados arriba de un avión. Disponible en Netflix.</p><p><strong>En tierra de santos y pecadores</strong> reúne otra vez al actor con Robert Lorenz, aquí en una historia extrañamente ambientada en la Irlanda de los años 70’s. Neeson es un asesino a sueldo que para dejar su pasado atrás se oculta en un pequeño pueblo costero. Pero claro, la violencia política de aquel país en aquellos tiempos se le cruzará en el camino y el buen hombre tendrá que decidir si mantiene su identidad en secreto o saca a relucir toda su habilidad para la masacre y defiende al pueblo. Es Neeson, ya sabemos todos los que hará. Otra película de tono seco y apuesta por la nobleza, con un gran manejo de la violencia y el suspenso. Disponible en Prime Video.</p><section class="noteSuggested" data-id="87986" data-title="Puede interesarte"></section>

Qué hay para ver en plataformas con Liam Neeson: una búsqueda implacable

<p><span style="color:black;"><strong>DÍA CERO</strong> <i>(miniserie) creada por Eric Newman, Noah Oppenheim y Michael Schmidt, con Robert De Niro, Jesse Plemons, Lizzy Caplan. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Un poquito de realpolitik, un poquito de fantasía, un poquito de especulación sociológica y bastante de thriller plagado de giros es lo que trae esta miniserie que cuenta con Robert De Niro como estandarte. Un hackeo masivo a los sistemas tecnológicos genera un caos en Estados Unidos y para investigar el hecho convocan a un ex presidente muy querido (De Niro) para que comande una comisión. <strong>Día cero</strong> se vale del <i>cliffhanger</i> constante para ir sacudiendo las expectativas del espectador, y algunos de esos giros parecen poner esta ficción en otro(s) género(s). Hay algo lúdico que le funciona y nos hace querer ver más. Tal vez para las posibilidades que maneja, la resolución, más cercana a una reflexión política, puede resultar un tanto decepcionante para algunos espectadores. De todos modos <strong>Día cero</strong> intenta meterse en el debate actual sobre la verdad, la posverdad, las <i>fake news</i> y la política como juego de los sectores de poder, y tiene un final spilbergiano que apuesta por la nobleza, un valor no muy requerido hoy en la producción audiovisual. No está mal y tiene el plus de un gran elenco, hasta en los roles más secundarios.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=0F1Vy-XiXVo"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/0F1Vy-XiXVo" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>AÚN ESTOY AQUÍ</strong> <i>(película) dirigida por Walter Salles, con Fernanda Torres, Selton Mello, Valentina Herszage. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-La película brasileña nominada a tres Oscar es un notable drama basado en una historia real, la de la familia Paiva-Facciolla, que en tiempos de la dictadura en aquel país sufrió la desaparición del padre y el secuestro de la madre y una de las hijas. Salles, que vuelve al largometraje luego de estar relacionado durante más de una década a otros proyectos, construye un drama impecable sin subrayados ni didactismos, con una claridad apabullante sobre cómo deben ser narradas este tipo de historias. Para eso pone el foco en el personaje de la esposa (gran interpretación de Fernanda Torres), quien mira todo desde un lugar que es cercano y lejano a la vez, tratando de interpretar (y lo sabemos por sus gestos y sus miradas) un contexto que se resume entre la violencia y el absurdo. Hay un elemento que Salles utiliza con inteligencia, las fotografías, como testimonio de lo presente y lo ausente, también como captura de un momento trivial que se resignifica con el tiempo o todo lo contrario. Y la sonrisa, que se imprime en una foto para la posteridad y que debe ser algo irrenunciable, como forma de enfrentarse al espanto. Tal vez le sobre un epílogo, puesto ahí para generar algunas lágrimas, pero más allá de ese desliz, un film imperdible.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=l5zSgSuIDU4"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/l5zSgSuIDU4" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>FLOW</strong> <i>dirigida por Gints Zilbalodis. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Una película que es una absoluta experiencia, emocional y física. <strong>Flow</strong> sigue a un gato que queda acorralado en medio de una inmensa inundación. No parece haber salvación posible y su vínculo con otras especies, en un bote, adquiere el rasgo de una aventura enorme y poderosa. En primera instancia la película se vale de su animación, bella estéticamente y potente, para construir un entorno de absoluto realismo que es también puramente cinematográfico. Sin diálogos, <strong>Flow</strong> se construye desde los gestos de sus personajes y de la imponencia de sus imágenes, algunas de una intensidad poco habitual en el cine actual. Una de las grandes películas del año.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=VJ3zyo-LKiI"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/VJ3zyo-LKiI" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>MARÍA CALLAS</strong> <i>(película) dirigida por Pablo Larraín, con Angelina Jolie, Pierfrancesco Favino, Alba Rohrwache. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-El chileno Larraín completa con este acercamiento a la cantante lírica María Callas una suerte de tríptico sobre mujeres poderosas del Siglo XX: hay que sumar a Jackie Kennedy y a Diana Spencer. El principal problema de esta trilogía, terminado el ciclo, es que sus partes son todas más una idea de producción que películas. Larrain encuentra el personaje y un conflicto base, pone a una estrella a interpretarlo (Natalie Portman, Kristen Stewart, Angelina Jolie), se preocupa por el perifollo, y narra todo como si fuera una viaje por la mente con sus cortes, fragmentaciones y disrupciones, haciendo del montaje algo fundamental. Las experiencias suelen ser agotadoras y barrocas, intransitables, y en el último sentido tediosas y repetitivas. Para Larraín, Callas fue una mujer atravesada por conflictos familiares y sentimentales (su vínculo con Onassis) que la llevaron a su autodestrucción final. Lo que narra, entonces, es esa última semana de su vida, entre delirios, reverberaciones personales, automedicación, egomanía y un intento por recuperar su voz tras varios años de alejarse de los escenarios. El problema de <strong>María Callas</strong>, la película, es que carece de atractivo, de ángel, de magnetismo, algo que estas estrellas tenían de a montón y que mucho del cine contemporáneo se empecina en quitarles en post de una tristeza crepuscular. Sólo algunos momentos de belleza en un film descartable. &nbsp;&nbsp;</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=sxnZJlKXhSk"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/sxnZJlKXhSk" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>IMPLACABLE</strong> <i>(película) dirigida por Hans Petter Moland, con Liam Neeson, Daniel Diemer, Javier Molina. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Con Liam Neeson hay una suerte de confusión. Si bien es cierto que de un tiempo a esta parte se dedicó a películas de género y principalmente films de acción y policiales, hay como una tendencia de creer que todas sus películas son <strong>Búsqueda implacable</strong> con variaciones. Y no es cierto. Neeson se hizo cargo con una nobleza interpretativa apabullante de toda esa tradición de relatos policiales norteamericanos, que cuentan con cierta aspereza y sensibilidad el último gesto heroico de personajes en extinción, como extintas están estas películas. Claro que hay algunas que son de venganza, otras que son menos reflexivas y apuestan al disparate, otra más perfectamente genéricas, pero hay una línea de películas que podríamos llamar <i>eastwoodianas</i>, donde Neeson recorre este camino fatal y final de sus criaturas. <strong>Implacable</strong>, a partir de contar el dilema de un matón que comienza a tener problemas de memoria y quiere resolver todos sus conflictos, fundamentalmente los familiares, antes de irse, va por esta senda. Neeson ya había trabajado con el director Hans Petter Moland en la muy divertida <strong>Venganza</strong>, que repensaba precisamente la iconicidad del personaje Neeson y le daba 35 vueltas de tuerca. Aquí el director se olvida de la diversión y aborda esto con una seriedad que por momentos se vuelve un escollo. Y si durante un buen rato <strong>Implacable</strong> funciona, progresivamente, cuando las acciones se vayan estirando, cuando se sienta demasiado patente cómo se quieren atar todos los cabos, y cómo un surrealismo torpe romantiza algo que no lo es tanto, la película comenzará a ceder y a volverse intrascendente. Neeson las tiene mejores.</span></p><section class="noteSuggested" data-id="88465" data-title="Puede interesarte"></section>

El club de las cinco: De Niro + Brasil + Gato + Jolie + Neeson

<p>Seguramente todos conozcan <strong>El grito</strong> de Edvard Munch, ese cuadro del que hace poco descubrimos que su protagonista no estaba gritando sino que escuchaba un grito (al menos es una nueva versión, vaya uno a saber), y que debe ser una de las pinturas más populares de todos los tiempos. Pero hay otro grito, también muy popular, aunque de tan imperceptible se ha mantenido como un chiste interno de Hollywood: <strong>El grito Wilhelm</strong>.</p><p>Ni Jesús, ni Winston Churchill, ni Napoleón, ni Adolf Hitler, ni Albert Einstein, ni la Reina Elizabeth. Sí, <strong>todos estos personajes han aparecido representados infinidad de veces en las películas, pero ninguno le gana a El grito Wilhelm</strong>, que lo ha hecho en más de 400 películas y la cuenta no se detiene. ¿Qué es El grito Wilhelm? Se trata de <strong>un efecto de sonido que se utiliza mayormente en películas de acción</strong> y que sirve para representar el alarido que pega algún personaje al caer desde una altura considerable o ser derribado en medio de una pelea.</p><p><strong>Los orígenes de El grito Wilhelm se remiten a 1951</strong>, con la película <strong>Eco de tambores</strong> de Raoul Walsh y protagonizada por Gary Cooper. En aquel film, ambientado en el oeste de Florida, un grupo de personajes atraviesan un pantano y uno de ellos es atacado finalmente por un caimán. Al caer, <strong>la pobre víctima realiza una particular exclamación que se ha convertido en uno de los efectos de sonido más utilizados de la historia del cine</strong>.</p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=dc5F2C0CYlA"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/dc5F2C0CYlA" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p>Según cuenta la leyenda, el grito no es el que el actor hizo en el set de rodaje, sino que se logró luego en la post producción en los estudios de grabación de Warner Bros. Allí se grabaron varios alaridos para representar el sonido del hombre atacado por el caimán y, según cuenta la leyenda, <strong>de los seis gritos que se grabaron el que quedó inmortalizado fue el quinto</strong>. Lo curioso, también, es que el nombre del efecto no se debe a esta película sino a una posterior, pero ya iremos a eso.</p><p>Quien grabó el popular grito fue Shelby Fredrick Wooley, más conocido como <strong>Sheb Wooley</strong>, un cantante, compositor y actor que se hizo popular por una canción titulada <strong>The purple people eater</strong>. Como actor trabajó en muchos films del oeste como <strong>A la hora señalada</strong>, <strong>Gigante</strong>, <strong>Silverado</strong>, pero también en un clásico deportivo de los 80’s como <strong>Hoosiers</strong>. Aunque tal vez su rol más popular haya sido el de la serie <strong>Cuero crudo</strong>, junto a alguien que luego se convertiría en leyenda: <strong>Clint Eastwood</strong>.</p><p>Bueno, con todo esto, decir que debido a que crear efectos de sonido era algo realmente costoso por entonces, ese efecto de sonido aparece en innumerable cantidad de películas durante aquella década y la siguiente: <strong>Nace una estrella</strong> (1954) con Judy Garland, <strong>El mundo en peligro</strong> (1954), <strong>Tierra de faraones</strong> (1955), <strong>Cacería en los mares</strong> (1955), <strong>La pandilla salvaje</strong> (1969). Sin embargo el uso que lo volvería icónico es el de un film de 1953 llamado <strong>La carga fatal</strong>.</p><section class="noteSuggested" data-id="88443" data-title="Puede interesarte"></section><p>En 1977 se estrenó una película bastante conocida, llamada <strong>Star Wars: una nueva esperanza</strong>, no sé si la tienen, y cuando estaban trabajando en la post producción, el diseñador de sonido Ben Burtt recurrió al famoso grito de <strong>La carga fatal</strong>, western dirigido por Gordon Douglas. Allí, <strong>un personaje llamado Wilhelm, interpretado por Ralph Brooke, es quien emite el particular alarido al ser herido por un flechazo en una pierna</strong>. Ese alarido fue utilizado cuando Luke Skywalker le dispara a un soldado en la Estrella de la Muerte y este se cae al vacío. El resto es historia.</p><p><strong>El grito Wilhem ha sido utilizado en más de 400 películas</strong> y, obviamente, fue utilizado en todas las películas de la trilogía original de <strong>Star Wars</strong>, primero como un recurso, luego como homenaje y finalmente como chiste interno. Es que con anterioridad a la popular ópera espacial, Burtt ya utilizaba el efecto de sonido en todas las producciones estudiantiles que realizaba en la universidad. Precisamente uno de sus compañeros era <strong>George Lucas</strong>, quien lo contrató para la película.</p><p>Lucas se convertiría a partir de allí en una de las personas más poderosas de la industria durante esa década y la siguiente, y junto a su amigo y socio <strong>Steven Spielberg</strong> usarían el grito en cuanta producción pudieran, como por ejemplo en <strong>Indiana Jones y los cazadores del arca perdida</strong> o en <strong>Gremlins</strong> y más relatos de aventuras, acción y fantasía de aquellas épocas. Pero El grito Wilhelm es toda una leyenda, y su rastro doloroso (después de todo no podemos olvidar que su origen es un pobre tipo merendado por un caimán) ha aparecido en <strong>Piratas del Caribe</strong>, <strong>El quinto elemento</strong>, <strong>Aladdin</strong>, <strong>Toy Story</strong>, <strong>Rápidos y furiosos 9</strong>, <strong>El reportero</strong>, <strong>Duro de matar: con venganza</strong>, <strong>Arma morts 4</strong> y siguen las firmas. ¡Ahhhhhhhhhhhhh!</p><section class="noteSuggested" data-id="87986" data-title="Puede interesarte"></section>

Ni un actor, ni una actriz, ni un personaje: un grito tiene la mayor cantidad de apariciones en el cine

<p><span style="color:black;"><strong>CAPITÁN AMÉRICA: UN NUEVO MUNDO</strong> <i>(película) dirigida por Julius Onah, con Anthony Mackie, Harrison Ford, Danny Ramirez. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-La cuarta entrega de la saga de <strong>Capitán América</strong>, inserta adentro de la gran saga que son las películas de Marvel, intenta continuar el estilo de las anteriores, ahora con el nuevo Capitán a cargo de Mackie. Es decir, un film que bordea el cine de espionaje, la paranoia cerca de la política y un tipo de acción física, más terrenal y menos fantástica. No lo logra a pesar de tener cinco guionistas, porque fallan elementos que son claves para la constitución de este tipo de relatos: al villano le falta presencia y al héroe le falta carisma, más allá de que ese sea el tema principal de la película: cómo Sam Wilson se esfuerza para estar a la altura de Steve Rogers. Ninguna secuencia de acción tiene la imaginería visual como para imponerse, todo luce pequeño, un poco berreta y escrito a las apuradas, con elementos promocionales que recién aparecen faltando cinco minutos como el Hulk rojo. Podría haber sido un film menor, pero con encanto. Y no, es una película hecha como sin ganas, para cumplir. Se parece más a una serie. Marvel no sale del pozo en el que entró después de <strong>Endgame</strong>.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=odU4omUosH4"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/odU4omUosH4" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>BRIDGET JONES: LOCA POR ÉL</strong> <i>(películas) dirigida por Michael Morris, con Renée Zellweger, Chiwetel Ejiofor, Leo Woodall, En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-En 2001 <strong>El diario de Bridget Jones</strong> fue un gran suceso, una película que por otro lado comenzaba a marcar el fin de la comedia romántica que había reinado en la taquilla la década anterior: sí había una historia de amor, una mujer tironeada entre dos intereses románticos, pero lo más importante eran los apuntes que ella llevaba en el diario personal del título, con comentarios y remarcaciones respecto de lo femenino y el rol de la mujer intentando dejar atrás viejos estereotipos. No lo lograba, pero funcionó. Y es la franquicia que trae cada tanto a la consideración del público la presencia de Renée Zellweger, actriz que a pesar de haber ganado dos Oscar en su carrera no goza del prestigio de, no sé, Meryl Streep. Así que, por cuarta vez, Zellweger se pone en la piel de Jones, en una saga que intenta mostrar el crecimiento de un personaje aunque parece atrapada en los mismos conflictos de siempre: aquí, tironeada otra vez entre dos amores, un hombre formal y amable y un joven que la lleva a experimentar nuevas emociones. Hay mucho sexo verbal, de esos chistes pícaros un poco pavotes a esta altura, y un intento por pensar el rol de la mujer madura desde una perspectiva sexualizada. Pero la película tiene que hacerse cargo de todo el <i>background</i>, a la vez que construye algo nuevo, acumulando personajes como en un inventario, y todo luce repetitivo, a cosa gastada, mientras la supuesta mirada compleja sobre la mujer no son más que una serie de <i>onliners</i> de autoayuda. &nbsp;</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=lHjCbOLKg4I"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/lHjCbOLKg4I" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>ZORRO</strong> <i>(serie) creada por Benjamin Charbit y Noé Debré, con Jean Dujardin, Audrey Dana, Salvatore Ficarra. En Paramount+</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-<strong>El Zorro</strong> tuvo un revival con varias adaptaciones recientes, entre ellas esta versión francesa que logra imbricar el costado aventurero con la comedia. La serie se ambienta en 1821, cuando Diego de la Vega hace ya dos décadas que abandonó el trabajo de justiciero y está a punto de heredar la alcaldía de Los Angeles. Incapaz de ejercer el poder, terminará cediendo a su deseo de abandonar la acción para apostar por la justicia a través de la ley. Gran producción en cuanto a su diseño, es además una aproximación más que interesante al personaje, aprovechando los dotes de Jean Dujardin como comediante, haciéndose cargo de un Zorro pasado de años y de un Diego de la Vega que no acepta del todo el regreso a ese rol. La serie funciona y es un justo homenaje, mientras reflexiona de manera divertida sobre algunos aspectos del pasado, como el maltrato del Zorro al sargento García.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=Tdf8q2ax-Ks"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/Tdf8q2ax-Ks" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>EFECTOS COLATERALES</strong> <i>(serie) creada por Joseph Bennett y Steve Hely, con las voces originales de Dave King, Emily Pendergast, Martha Kelly. En HBO Max</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Producida por Mike Judge (y se nota la estética del creador de <strong>Beavis and Butt-head</strong>), esta serie animada es un thriller centrado en la figura de un personaje que descubrió un hongo que cura todas las enfermedades y se convierte en el centro de las agencias secretas, las farmaceúticas y cuanto organismo lo quiera eliminar. En su huida involucra a una ex compañera de preparatoria, quien trabaja precisamente para una de estas empresas, aunque le esconde su identidad. <strong>Efectos colaterales</strong> fluye notablemente desde el aspecto narrativo, juega de manera divertida con diversas especulaciones y leyendas urbanas más allá de su propia materia, convirtiéndose en un thriller paranoico en toda regla. Puede caer en una mirada sociológica un poco esquemática, pero cuando apuesta por sus giros narrativos, la acción y la tensión del relato de suspenso, funciona y muy bien. Además que la animación le aporta un <i>look</i> novedoso y le permite llevar su aspecto surrealista mucho más lejos.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=_W9P5QuvLZw"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/_W9P5QuvLZw" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>GOLDIE</strong> <strong>(serie) dirigida por Graham McDonald, con las voces originales de Jessica McKenna, Jordyn Weitz, Grey Griffin. En AppleTV</strong>.</span></p><p><span style="color:black;">-Piensen en un cuentito para niños. Eso es <strong>Goldie</strong>, una hermosa serie animada ambientada en un pueblo que convive con una gigante adolescente, que desde su ingenuidad genera destrucciones constantes e inundaciones con sus llantos y berrinches. Obviamente que una de las motivaciones principales de la serie (cada episodio está dividido en dos historias individuales de algo más de 10 minutos) es lo didáctico y la idea de aceptar lo diferente; si hasta uno de los amigos de la gigante Goldie es un chico que anda en silla de ruedas. Pero más allá de ese costado educativo, la serie apuesta por un diseño que recuerda al Cartoon Network de los 90’s, por personajes carismáticos y por algunas invenciones muy risueñas, que dan cuenta de las dimensiones desproporcionadas de su protagonista. Por ejemplo, para jugar a saltar la cuerda, termina bajando el arcoíris. Una producción con un marcado tono infantil, pero sin caer en puerilidades ni en tratar a su público potencial como tonto.</span></p><section class="noteSuggested" data-id="88225" data-title="Puede interesarte"></section>

El club de las cinco: Marvel + Bridget + Zorro + Hongo + Gigante

<p>Semanas atrás escribíamos sobre las posibilidades de <strong>Emilia Pérez</strong> de ganar el Oscar a la Mejor Película, pero a la vez sentábamos alguna duda con relación a una suerte de <strong>“maldición” de Netflix</strong> respecto de que nunca pudo alcanzar ese logro mayor, aún con películas multi-nominadas como <strong>El irlandés</strong>, <strong>El poder del perro</strong> o <strong>Roma</strong>. Nada parecía ensombrecer el camino de <strong>Emilia Pérez</strong> rumbo a la máxima consagración, hasta que finalmente apareció un escollo impensado: <strong>un carpeteo a Karla Sofía Gascón</strong>, la actriz trans española, por comentarios realizados tiempo atrás en la red social X, que se convirtieron en un escándalo que no parece tener fin.</p><p>La situación podría ser rematada con <strong>ese famoso meme de Alberto Fernández un poco despeinado diciendo “¿qué pasó ahora?”</strong>. Lo cierto es que los dichos de la actriz podrían generar un efecto dominó sobre la película, <strong>mientras Netflix, Zoe Saldaña y el director del film, Jacques Audiard, intentan despegarse de la situación</strong>.</p><p><strong>Karla Sofía Gascón es una actriz española nacida el 31 de marzo de 1972</strong>, que antes de transicionar de género era conocida artísticamente como Carlos Gascón <strong>hasta que en 2018 publicó un libro en el que contó que era trans y que adoptaba su nueva identidad</strong>. Su carrera se extendió tanto en España como en México, trabajando en múltiples series y películas. Y si bien era una intérprete reconocida, <strong>su figura saltó a la consideración mundial a partir de Emilia Pérez</strong>, la película en la que interpreta a un narco que precisamente decide hacer la operación de cambio de género.</p><section class="noteSuggested" data-id="87727" data-title="Puede interesarte"></section><p>Gracias a esa actuación, <strong>Gascón recibió el premio a la mejor actriz en el Festival de Cannes compartido con sus compañeras, Saldaña y Selena Gómez</strong>, además de ganar el Premio de Cine Europeo. Quienes ven el arte como un estadística, señalan que fue la primera mujer trans en ganar la Palma en Cannes además de ser la segunda actriz española en recibir una nominación al Oscar luego de <strong>Penélope Cruz</strong>, o el cuarto intérprete de ese país si se suman a <strong>Javier Bardem y Antonio Banderas</strong>.</p><p><strong>Todo era felicidad en los mundos de Emilia Pérez y Karla Sofía Gascón el 23 de enero</strong>, cuando las 13 nominaciones al Premio de la Academia la hacían ver como la principal candidata y a la actriz como el número puesto. Ni qué decir en el mundo Netflix, donde los rumores señalan que <strong>la empresa habría invertido 25 millones de dólares sólo en una campaña de difusión</strong> que lleve a la película al tan ansiado lugar.</p><p>Pero <strong>la felicidad duró apenas siete días</strong>. El 30 de enero <strong>la periodista canadiense Sarah Hagi publicó una serie de tuits realizados por Karla Sofía Gascón entre 2019 y 2024</strong>, con comentarios de esos que no caen muy bien en estos tiempos, incluso alguno en el que consideraba a <strong>George Floyd</strong>, el ciudadano negro asesinado por la policía norteamericana, como un <strong>“drogata estafador”</strong>. Se sabe lo sensible que es la comunidad hollywoodense con estos temas, por lo que rápidamente el asunto escaló hasta volverse <strong>un escándalo histórico, en el que se llegó a rumorear que le retirarían la nominación a la actriz</strong>. Algo que no pasó por ahora, pero no se sabe hasta dónde podría afectar a la película.</p><section class="noteSuggested" data-id="87450" data-title="Puede interesarte"></section><p>“Perdón, <strong>¿es mi impresión o cada vez hay más musulmanes en España?</strong> Cada vez que voy a recoger a mi hija al colegio hay más hembras con el pelo tapado y el faldón hasta los talones. Lo mismo el año que viene en vez de dar inglés tenemos que dar árabe... y un cordero”, comentaba Karla Sofía Gascón en uno de esos tuits que eran como un stand up virulento. <strong>Además decía que debía prohibirse el Islam “mientras no cumpla los DDHH”</strong>.</p><p>Otro tuit: “Cuántas veces más la historia tendrá que expulsar a los moros de España... todavía no nos hemos dado cuenta de lo que significa esta amenaza de civilizaciones que constantemente ataca a la libertad y coherencia del individuo. <strong>No se trata de racismo, se trata del islam</strong>”.</p><p>En cuanto al asesinato de Floyd y el movimiento <strong>Black Lives Matter</strong>, había dicho que “realmente creo que a muy pocos les importó nunca George Floyd, un drogata estafador, pero <strong>su muerte ha servido para volver a poner de manifiesto que hay quienes todavía consideran a los negros monos sin derechos y quiénes consideran que la policía es asesina. Todos errados</strong>”.</p><section class="noteSuggested" data-id="87207" data-title="Puede interesarte"></section><p>Y, tal vez, su mayor condena. Llegó a burlarse en X -ex Twitter- sobre la entrega del Oscar y su apuesta por la diversidad: “Cada vez más se parecen a una entrega de premios de cine independiente y reivindicativo, no sabía si estaba viendo un festival afrokoreano, una manifestación Blacklivesmatter o el 8M. <strong>Les faltó darle un premio al corto de mi primo, que es cojo</strong>”. Demasiado para la Academia.</p><p>En medio del escándalo, que por ejemplo la llevó a no participar ayer de la entrega del Premio Goya, el máximo galardón del cine español, la actriz recogió el guante, aunque también dijo que muchos de esos tuits eran falsos. Y ensayó una disculpa pública en Instagram tras borrarse de X: “<strong>Reconozco que mis publicaciones pasadas han causado dolor</strong>. Como alguien que pertenece a una comunidad marginada, conozco ese sufrimiento de primera mano y lamento profundamente haber causado daño. He luchado toda mi vida por un mundo mejor. Creo que la luz siempre triunfa sobre la oscuridad”.</p><p>Sin embargo, mientras por un lado trata de tranquilizar las aguas, por el otro <strong>genera una tensión con una de sus contrincante, la brasileña Fernanda Torres</strong>, acusando al equipo de la película <strong>Aún estoy aquí</strong>, nominada a Mejor Película, Mejor Película Internacional y Mejor Actriz, de montar una campaña de desprestigio sobre su persona para favorecer a ese film dirigido por <strong>Walter Salles</strong>. “Si gana ella, estupendo, si ganó yo, estupendo. <strong>Lo que no me gusta es que hay un equipo de redes sociales que trabaja alrededor de todas estas personas intentando demeritar mi trabajo y el de mi película</strong>, porque eso no lleva a ningún sitio. Para resaltar el trabajo de una persona no necesitas hundir el de los demás”, acusó.</p><section class="noteSuggested" data-id="86957" data-title="Puede interesarte"></section><p>Si hace meses Karla Sofía Gascón era el mascarón de proa de Netflix para promocionar Emilia Pérez (de hecho, eligieron para los premios que la actriz sea considerada protagonista cuando el relato es claramente liderado por Saldaña), a la luz de estos hechos <strong>hoy Karla Sofía Gascón y Netflix son asunto separado</strong>. La española parece haber quedado sola y marginada, mientras todos tratan de despegarse de su imagen. De hecho, <strong>la editorial Dos Bigotes anunció que no publicará la nueva versión de la novela autobiográfica de Karla Sofía Gascón</strong>.</p><p><strong>The Hollywood Reporter</strong> informó que <strong>Netflix decidió eliminar a Karla Sofía Gascón de la promoción de la película de cara al Oscar</strong>, borrándola de los posters pero también de la cadena de mailes con la que se coordinan las acciones. <strong>Tampoco le pagarán el viaje a Los Angeles para participar de la ceremonia, ni el alojamiento</strong>.</p><p>El mismo camino parecen haber elegido sus compañeros, cuando lejos de sentirse confundidos con los dichos de la actriz, pero cercanos por el trabajo realizado, deciden dejarla más en evidencia. Por ejemplo en una entrevista, el director <strong>Jacques Audiard</strong> la acusó de presentarse como “víctima”, que <strong>sus comentarios son “imperdonables” y que le resultaron “odiosos”</strong>.</p><section class="noteSuggested" data-id="86741" data-title="Puede interesarte"></section><p>En el mismo sentido se expresó <strong>Zoe Saldaña</strong>, quien aseguró estar “muy triste” y “decepcionada”. Y si bien señaló que no puede hablar “por las acciones de otras personas”, sí dejó claro que <strong>“no apoyo ninguna retórica negativa de racismo e intolerancia hacia ningún grupo de personas. Eso es lo que quiero defender”</strong>.</p><p>Con todo esto, <strong>el camino de Karla Sofía Gascón hacia el Oscar parece cancelado</strong>, y habrá que ver cómo termina afectando a <strong>Emilia Pérez</strong>. Los fanáticos de las estadísticas tienen un nuevo récord: Karla Sofía Gascón se convierte ahora en la primera persona trans en caer presa de la cultura de la cancelación.&nbsp;</p>

Karla Sofía Gascón, el impensado escollo de Netflix para llegar al Oscar

<p><span style="color:black;"><strong>EL BRUTALISTA</strong> <i>(película) dirigida por Brady Corbet, con Adrien Brody, Guy Pearcem Felicity Jones. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Ahora que <strong>Emilia Pérez</strong> cayó en desgracia, <strong>El brutalista</strong> parece haberse convertido en la gran candidata al Oscar. Dado los pobres resultados de la película de Jacques Audiard, parecía una buena noticia, pero no. El film de Corbet sigue a un arquitecto que sobrevivió a los campos de concentración del nazismo y logró mudarse a Estados Unidos, donde encara una nueva vida. <strong>El brutalista</strong> es ambiciosa, se pretende un film enorme, megalómano, como la propia obra del arquitecto al que le da vida Brody. Dados sus 214 minutos, la película está pensada con un intervalo que, paradójicamente, marca con precisión el momento en que la película comienza a tener problemas. Serios, de esos problemas que tiene el cine contemporáneo para buscar en lo miserable la forma de señalar los traumas de un tiempo. Corbet nos quiere decir, como tantos otros, que el “sueño americano” es una falacia y que la cultura norteamericana, pautada por lo material y el poder que conlleva, es una desgracia. No sólo que los personajes lo dicen explícitamente, sino que en su último acto cae en todos los males: actuaciones crispadas, situaciones desagradables, excesos y un epílogo que subraya lo que habíamos entendido. El favor crítico que rodea a esta película es otro error. No es un film descartable, tiene sus logros (todo antes del intervalo), pero para megalomanía volvamos a Welles, a Coppola (al de <strong>El padrino</strong>, no al de <strong>Megalópolis</strong> por favor) o al mismísimo Paul Thomas Anderson, al que Corbet se quiere parecer y no le ata ni los zapatos.&nbsp;</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=32RbSNw3NBQ"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/32RbSNw3NBQ" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>AMENAZA EN EL AIRE</strong> <i>(película) dirigida por Mel Gibson, con Michelle Dockery, Mark Wahlberg, Topher Grace. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Gibson es otro de cine ambicioso y grandilocuente, pero con un grado de locura que lo distingue, como esa violencia sin rodeos. Y además es un gran director. En ese contexto, <strong>Amenaza en el aire</strong> parecía a priori un ejemplo absolutamente por lo contrario: un thriller ambientado en la cabina de un avión, con tan sólo tres personajes. Se parecía, de hecho, a las películas discretas que Gibson viene protagonizando hace años. Pero, decíamos, es un gran director y aquí deja atrás la grandilocuencia aunque mantiene la locura: y este viaje, en el que una agente debe trasladar a un testigo para que declare contra un mafioso, mientras tiene que lidiar con el piloto que es un psicópata en toda su dimensión, es pura tensión y diversión, de esa diversión despreocupada que sabían dar las películas de hace unas décadas, a donde el director pertenece. A Gibson le encanta la violencia desatada y va encontrando los lugares donde <strong>Amenaza en el aire</strong> impacta al espectador, aunque trabaja aquí una violencia en <i>off</i> que potencia a los personajes y genera clima. Un thriller perfecto, electrizante como dirían las frases de los pósters de las películas, y en última instancia una invitación a abandonar la credulidad, algo que le cuesta bastante al cine contemporáneo demasiado creído de sí mismo. Gibson es de los buenos, y sabe demostrarlo en este que es apenas un ejercicio de estilo.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=kEyePSeEeeo"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/kEyePSeEeeo" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>TU AMIGO Y VECINO SPIDER-MAN</strong> <i>(serie) creada por Jeff Trammell, con las voces originales de Hudson Thames, Kari Wahlgren, Colman Domingo. Disney+</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Marvel parece haber saturado la producción sobre superhéroes, pero encontró en la animación un territorio fértil donde sus historias funcionan en un nivel más creativo. Aprovechando la estética del cómic, tanto desde la animación que simula las dos dimensiones como la estructura de las viñetas, <strong>Tu amigo y vecino Spider-Man</strong> es ir a lo seguro con un personaje infalible. Aquí, además, un regreso al territorio de la adolescencia, donde el querido Peter Parker, con sus temores sentimentales y sus dudas, es ese héroe perfecto, el más cercano de todos los superhéroes. La serie se divierte tirando guiños por aquí y por allá, jugando con la presencia de personajes icónicos (también con voces icónicas), pero sobre todo con ser una comedia de aventuras perfecta. Es ágil, es divertida, tiene buenos personajes y la duración exacta de la tira animada, que potencia el carácter serial. Seguramente una de las claves para entender todo sea la reversión del tema clásico de Spider-Man, lo que habla un poco de su surfeo entre lo clásico y lo moderno.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=E8wJCnnC_XU"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/E8wJCnnC_XU" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>HIGH POTENTIAL</strong> <i>(serie) creada por Drew Goddard, con Kaitlin Olson, Daniel Sunjata, Javicia Leslie. En Disney+</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-No es sencillo lo de <strong>High potential</strong>, busca meterse en el transitado mercado de las series de procedimiento policial con protagonista freaky, piensen de <strong>Monk</strong> a <strong>El mentalista</strong> y encontrarán una larga e inagotable lista de propuestas (ahora, hace unos años, hace unas décadas: ¡<strong>Columbo</strong>!). Aquí lo que tenemos es a una mujer separada que vive con sus tres hijos (Olson), que trabaja limpiando oficinas, pero que demuestra un notable poder de deducción para resolver crímenes, producto de un coeficiente intelectual por encima de la norma. Escrita por Drew Goddard, que a veces se pasa de listillo, aquí no es que no lo intente, pero logra personajes interesantes, con sus dobleces y fallas, mientras va recorriendo la lógica de géneros y subgéneros altamente explotados en la televisión. La sagacidad de la protagonista está acompañada de una narración muy rítmica, que no tiene miedo de detenerse en los conflictos personales. No inventa la pólvora, tampoco lo busca, sólo quiere hacer algo divertido con ella. Por momentos lo logra.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=BuqGfIlYkNo"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/BuqGfIlYkNo" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>GHOSTS</strong> <i>(serie) creada por Joe Port y Joe Wiseman, con&nbsp;Rose McIver, Utkarsh Ambudkar, Brandon Scott Jones. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Esta sitcom tiene cuatro temporadas ya, pero Netflix apenas subió las primeras dos. La premisa no parece ser demasiado original, ya que volvemos a la comedia de gente que hereda una casa embrujada y los fantasmas que la habitan hacen lo imposible para echarlos. Claro que tiene sus vueltas de tuerca, pero lo que prevalece es en verdad la velocidad de sus diálogos, que responden perfectamente a la tradición de la sitcom (sus creadores son los mismos de <strong>New girl</strong>) y una serie de personajes de lo más divertidos, que son esos fantasmas de diferentes épocas, desde vikingos, a una hippie que murió por abrazarse a un oso, a un boy scout o un yuppie que murió sin pantalones ni calzoncillos y vaga por ahí un poco impúdicamente. Hay inventiva, hay diálogos chispeantes y hay miles de ideas arrojadas para que algunas funcionen. De hecho, algunas funcionan, y son muy divertidas.</span></p><section class="noteSuggested" data-id="87986" data-title="Puede interesarte"></section>

El club de las cinco: Arquitecto + Gibson + Spider-Man + Detective + Fantasmas

<p>El estreno de <strong>Un completo desconocido</strong> de James Mangold, una película que cuenta los inicios de Bob Dylan, nos devuelve la atención sobre ese subgénero cinematográfico de las biografías musicales, que a esta altura ya son todo un lugar común con sus clichés. Además, nos recuerda cómo los premios aman este tipo de películas pero, sobre todo, el trabajo mimético de intérpretes que se ponen a imitar al famoso: aquí Timothée Chalamet copiando el tono de la voz, gestos corporales. Pero deben saber que la mejor biografía musical de todos los tiempos se llama <strong>Walk Hard: the Dewey Cox story</strong>. Y deben saber otra cosa: es absolutamente falsa.</p><p><strong>Walk Hard: the Dewey Cox story</strong> es una comedia estrenada el 21 de diciembre de 2007, producida por el Rey Midas de la comedia de ese momento, Judd Apatow, dirigida por Jake Kasdan y protagonizada por John C. Reilly. Tal vez muchos no la recuerdan a pesar de ser una de las mejores comedias del Siglo XXI y en parte eso se deba a que fue un rotundo fracaso: sobre un presupuesto de 35 millones de dólares recaudó apenas 18 millones. Hoy es vista como una película de culto.</p><p>Dentro de la comedia, <strong>Walk Hard: the Dewey Cox story</strong> se inscribe en el subgénero de la parodia, ya que su trama es una burla absoluta a <strong>Johnny &amp; June: pasión y locura</strong>, no casualmente dirigida por el mismísimo Mangold. Aquí Joaquin Phoenix interpretaba a Johnny Cash y Reese Witherspoon a June Carter, quien luego se ganaría el Oscar a la Mejor Actriz por esta actuación. Phoenix lo perdería con Philip Seymour Hoffman por hacer de <strong>Truman Capote</strong>, otra imitación. Como decíamos, a los premios les encanta la mímesis.</p><section class="noteSuggested" data-id="87959" data-title="Puede interesarte"></section><p>Pero volvamos a <strong>Walk Hard: the Dewey Cox story</strong>, que aparte de ser una comedia muy graciosa llena de chistes geniales, es dueña de una gran erudición musical al incorporar tanto referencias directas a diversos músicos, como a géneros musicales, o de hacer que lo musical se apropie directamente de su recorrido narrativo. Así como se basa principalmente en Johnny Cash, imita elementos de la vida de celebridades como Roy Orbison, Bob Dylan, Ray Charles, Jerry Lee Lewis, John Lennon, Jim Morrison, Brian Wilson y la lista sigue.</p><p>El film de Kasdan se nutre de los elementos característicos de las biografías musicales, esa noción torpemente abarcativa de querer recorrer toda una vida del personaje en cuestión, mostrando todos los lugares comunes que se pueden conocer leyendo la página de Wikipedia del homenajeado. Y lleva esa idea al extremo y hasta su mismísimo final, que no vamos a revelar aquí, pero que es un chiste perfecto en sí mismo.</p><p><strong>Walk Hard: the Dewey Cox story</strong> muestra cómo un joven Dewey Cox corta accidentalmente a su hermano por la mitad con un machete, desarrollando de esa manera el camino trágico del personaje, que no podrá recuperarse nunca más de ese evento. De hecho, esa tragedia le provoca una crisis personal: la pérdida absoluta del olfato.</p><section class="noteSuggested" data-id="87727" data-title="Puede interesarte"></section><p>Como tiene que ser, el pobre Dewey tiene una relación tensa con su padre, que lo culpa de todo y, especialmente, culpa a su música diabólica. De hecho, cuando pega el primer hit de su carrera, su madre muere ridículamente mientras baila ese tema y nuevamente su padre le echa la culpa. Es el comienzo del camino de Dewey Cox, que atravesará obviamente los conflictos amorosos, su adicción exagerada a las drogas (el personaje de Tim Meadows, que hace de quien lo introduce en el consumo, es notable) y sus reinvenciones musicales constantes, con elementos que parodian registros musicales de Elvis, la canción de protesta a lo Dylan, el artificio a lo Bowie o la experimentación sonora a lo Brian Wilson. Y hay un largo etcétera, porque la película es una acumulación de referencias a la música del Siglo XX, sin olvidarse nunca de ser cómica. Ya vaya si lo es.</p><p>Uno de esos grandes chistes que la película patentó es la forma de retratar a los personajes famosos que aparecen. En ocasiones, en las biopics reales, cuando aparece alguien interpretando, no sé, a Elvis Presley, se usan dos recursos: o el propio personaje se introduce ridículamente mencionando su propio nombre, o alguien se lo pregunta para que diga “soy Elvis Presley” o se pone un sobreimpreso diciendo “Elvis Presley, cantante”. En <strong>Walk Hard: the Dewey Cox story</strong> eso se resuelve de la manera más explícita posible, con los personajes llamándose por su nombre completo, como en la delirante escena en la que Paul Rudd interpreta a John Lennon, Jack Black a Paul McCartney, Justin Long a George Harrison y Jason Schwartzman a Ringo Starr. Lennon le dice a Paul “Paul McCartney”, remarcando cada letra para que quede claro. Y la película se da algunos otros lujos, como que Jack White de The White Stripes interprete al Elvis Presley más estereotipado de la historia.</p><p>Como decíamos, <strong>Walk Hard: the Dewey Cox story</strong> fue un absoluto fracaso en la taquilla y tal vez la película que le terminó de confirmar al gran John C. Reilly que lo suyo seguirían siendo los personajes de reparto (por entonces formaría una gran dupla con Will Ferrell), pero nunca los protagónicos. Y es una verdadera injusticia, ya que la suya es una gran actuación. Incluso, canta todas las canciones de la película (de más está decir que la banda sonora de canciones apócrifas es excelente) y tocó la guitarra en la mayoría. Pero a los que entregan premios no les importó. Tal vez se deba a que Dewey Cox nunca existió y no había forma de celebrar cuán mimética era la interpretación.</p><section class="noteSuggested" data-id="87450" data-title="Puede interesarte"></section>

“Walk Hard: the Dewey Cox story”, la mejor biografía musical de todos los tiempos es falsa

<p><span style="color:black;"><strong>UN COMPLETO DESCONOCIDO</strong> <i>(película) dirigida por James Mangold, con Timothée Chalamet, Edward Norton, Elle Fanning. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-La primera escena contiene la mejor idea de la película: un joven Bob Dylan llega a la ciudad y lo que lo envuelve es una bola de sonido que se vuelve casi musical, una melodía, la de la calle, la de los laburantes. Eso es lo que será la película de Mangold, cada vez más clásico, de ahí en adelante: una biografía musical, sí, pero escapando a veces de los lugares comunes del subgénero, una biografía musical sobre un tipo que se vuelve célebre sin dejar de pensar en aquello que lo vuelve creativo. Más que abarcar la vida de Dylan, lo que le importa al director es contar un tramo, un trayecto, entre el joven talentoso que replica los viejos éxitos del folk hasta el autor que busca distinguirse y escapar a los encasillamientos. Apenas cuatro años, del 61 al 65. Lo logra porque el personaje real ha sabido sostenerse coherente toda su vida y porque Mangold no busca ponerse por encima de lo que tiene para contar. Se podrá decir que le falta un poco de energía, que por momentos parece girar en círculos y que le sobran unos minutos, pero a cambio la película ofrece ese profesionalismo industrial que Hollywood sabe ofrecer y un cuarteto de intérpretes que están muy bien en sus roles: Chalamet, Norton, Fanning y Mónica Bárbaro. La última secuencia en el festival de música folk es un disparate y es graciosísima.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=AqGZj1jMhGY"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/AqGZj1jMhGY" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>CÓNCLAVE</strong> <i>(película) dirigida por Edward Berger, con Ralph Fiennes, John Lithgow, Stanley Tucci. En cines</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-De esta película se hablará mucho porque propone una serie de temas bastante provocadores alrededor de la figura del Papa y la Iglesia Católica. La muerte del sumo pontífice motoriza la realización de un nuevo cónclave para elegir el sucesor, y allí entran en juego las disputas de poder entre sectores ideologizados de la institución, las mezquindades y también la especulación. Berger sigue todo esto con bastante parsimonia, reconstruyendo cinematográficamente ese tono solemne y auto-importante que tiene la Iglesia. Mientras tanto, reflexiona sobre un camino posible para la institución. El problema de <strong>Cónclave</strong> es que se vuelve demasiado mecánica y previsible en su sucesión de giros y revelaciones, hasta una final que genera la risa involuntaria. Lo que sí es intachable es el elenco, sobre todo la impactante interpretación de Ralph Fiennes.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=g3by8IuvFsM"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/g3by8IuvFsM" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>PARADISE</strong> <i>(serie) creada por Dan Fogelman, con Sterling K. Brown, James Marsden, Julianne Nicholson. En Disney+</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Si bien Disney+ ya emitió tres episodios de esta serie, vamos a hablar sólo del primero, porque contiene en el final uno de los <i>cliffhanger</i> más grande de los últimos años. <strong>Paradise</strong> fue muy promocionado y los trailers, en verdad, parecían decir mucho pero no decían nada. En lo concreto lo que tenemos en la nueva serie del creador de <strong>This is us</strong> es al jefe de la guardia de seguridad del presidente norteamericano en el medio de una conspiración gigantesca de la que todavía desconocemos los alcances. En ese primer episodio, se alternan los tiempos entre el pasado y el presente para ir contando la historia y el vínculo entre ese guardaespaldas y el primer mandatario. El giro es que el presidente aparece muerto y el guardia es el principal sospechoso. Pero hay algo más, muy grande, que se revela hacia el final, que pone a la serie en otro lugar, incluso genérico. Hay que decir que ese primer episodio tiene una potencia suficiente como para generar el interés inmediato, y que los siguientes dos bajaron un poco la intensidad aunque no dejan de ser divertidos en su apelación a los giros y las sorpresas. <strong>Paradise</strong> será una de esas series de las que se hablará mucho y se conjeturará aún más. A priori es interesante si no se la toma demasiado en serio y uno entra en el juego.</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=fWSNV4GiaYs"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/fWSNV4GiaYs" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>LA OTRA BODA</strong> <i>(película) dirigida por Nicholas Stoller, con Will Ferrell, Reese Witherspoon, Jimmy Tatro. En Prime Video</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Nicholas Stoller es uno de los mejores directores de comedia del presente en el cine norteamericano y Will Ferrell es el más grande comediante del Siglo XXI. Juntos podían ser dinamita, pero no lo son del todo porque luchan contras las necesarias convenciones de varios subgéneros de la comedia que surfean aquí, especialmente la comedia romántica. El padre de una novia y la hermana de otra novia se pelean por la exclusividad de un salón de fiestas ubicado en una isla, donde por un error les reservan el lugar a ambos. Si la comedia va por algunos lugares comunes, Stoller y Ferrell hacen lo imposible por dinamitarlos y encontrar algo nuevo. <strong>La otra boda</strong> habla un poco de las miserias, pero fundamentalmente de gente un poco triste: un hombre que deposita toda su vida en su hija y una mujer que desprecia a su familia y todo lo que la acerque a ella. Si bien el guión de Stoller es un poco mecánico en su plan de intercalar momentos de humor con momentos de reflexión, hay la suficiente carga humorística como para que los pasos de comedia sean gratificantes. Muy lejos de lo mejor de ambos, pero bastante por arriba de lo que se ve habitualmente.&nbsp;</span></p><figure class="media"><div data-oembed-url="https://www.youtube.com/watch?v=V3MLOb8bwEw"><div style="position: relative; padding-bottom: 100%; height: 0; padding-bottom: 56.2493%;"><iframe src="https://www.youtube.com/embed/V3MLOb8bwEw" style="position: absolute; width: 100%; height: 100%; top: 0; left: 0;" frameborder="0" allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen=""></iframe></div></div></figure><p><span style="color:black;"><strong>LA TUMBA DE LAS LUCIÉRNAGAS</strong> <i>(película) dirigida por Isao Takahata. En Netflix</i>.</span></p><p><span style="color:black;">-Esta película de 1988 se estrenó por primera vez en cines argentinos hace unos días, pero se la puede ver en la plataforma Netflix. A esta altura un clásico de la animación, Takahata adapta la novela con elementos autobiográficos de Akiyuki Nosaka en la que se narran los padecimientos de los hermanos Seita y Setsuko en medio de una Japón bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial. “La noche del 21 de septiembre de 1945 morí”, es lo primero que se escucha en la película y a partir de ahí el relato ingresará en un territorio denso, plagado de muerte y desolación, pero también de algunas instancias propias del relato infantil y su construcción más ingenua. <strong>La tumba de las luciérnagas</strong> es fascinante por cómo sabe transitar una historia general (Japón y la guerra) y reducirla a lo mínimo indispensable (Seita y Setsuko), en la experiencia fatal de los protagonistas. La película es dura, pero nunca busca ser condescendiente con el espectador, y más allá de la violencia que la envuelve es dueña de una belleza visual que no busca lo poético en un sentido abyecto. Seguramente una de las películas más interesantes en lo que tiene que ver con los relatos bélicos o, al menos, sus consecuencias.&nbsp;</span></p>

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