Selficiencia: Gustavo Nicolás Contreras
Como cada lunes, el CONICET Mar del Plata presenta Selficiencia, una propuesta para conocer a los científicos y científicas de nuestra ciudad en primera persona.
*¿Quién sos?
Mi nombre es Gustavo Nicolás Contreras, tengo 38 años y dos hijos: León y Paz. En el año 2007 comencé a trabajar en el CONICET, primero como becario y a partir del 2014 continué mis labores como miembro de la carrera del investigador científico. Egresé con los títulos de profesor y licenciado de la carrera de Historia de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Mar del Plata, donde también hice el doctorado. Desarrollo mis tareas de investigación en el Grupo de Investigación Movimientos Sociales y Sistemas Políticos en la Argentina Moderna (GIMMSPAM), en el Centro de Estudios Históricos (CEHis) y en el Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (INHUS). A su vez, soy director de "Historia Obrera" y de la Colección de libros "La Argentina peronista: política, sindicalismo, cultura"
*¿Qué haces?
Desde el año 2004 me dedico a investigar la participación política y sindical de los trabajadores y las trabajadoras durante el primer gobierno peronista (1943 - 1955). Actualmente mi tema principal se focaliza en la historia de la Confederación General del Trabajo (CGT) en dicho período. Ciertamente, es llamativo que aún quede mucho por estudiar sobre una organización con tanta centralidad e incidencia en la Argentina de aquel entonces. De igual modo, los avances de mi investigación plantean que las interpretaciones más difundidas sobre aquella historia deben ser revisadas en varios aspectos y, por lo tanto, necesitamos generar conocimientos más precisos para comprender mejor aquella historia y para pensar con perspectivas más adecuadas el siempre complejo vinculo de los trabajadores y las trabajadoras con la política y el sindicalismo.
Para abordar el tema, mis tareas se concentran en la lectura de bibliografía académica, diarios de época, memorias de protagonistas y fuentes de información producidas por sindicatos, empresarios y el Estado, las que están resguardadas en diferentes archivos que visito con cierta regularidad. A su vez, recurro al análisis de fotografías y material fílmico para trabajar algunos aspectos del proceso a partir de imágenes. Las entrevistas orales son otra vía interesante que me permite conocer hechos y subjetividades que en muchas ocasiones sólo se pueden apreciar por este medio. Finalmente, a partir de la consulta de todos estos materiales voy escribiendo avances y resultados de investigación, los cuales principalmente toman la forma de ponencias, artículos científicos, capítulos y libros. Antes de ser publicados, estos materiales son puestos a consideración de colegas que también se especializan en estos temas, nutriéndose de sus correcciones y comentarios. Por otra parte, los avances y resultados de investigación también los vamos comunicando por distintos medios como pueden ser conferencias, charlas, columnas radiales, notas periodísticas, etcétera, aportando con nuestro trabajo a ese espacio que denominamos divulgación científica.
*¿Por qué lo haces?
Desde niño me interesé por la historia. Algunos relatos familiares y escolares sobre ciertos procesos despertaron en mí el deseo de conocer más sobre aquello que me estaban contando. Había un impulso que me estimulaba a querer saber más y a hablar de aquello. Me atrapaba lo que se contaba y se debatía, quería ser parte activa de esas conversaciones, quería tener mi propio punto de vista. Esa curiosidad, ese deseo, sigue siendo mi motivación, la que ahora canalizo a través de la investigación científica. En este sentido lo hago porque me gusta, porque me apasiona, porque es parte de lo que quiero ser. Además, durante el desarrollo de mi formación académica fui descubriendo que la historia es importante, que es una disciplina en la cual la sociedad se conoce y se piensa, que puede aportar con herramientas de análisis y reflexiones a mejorar la forma en la habitamos el planeta. En la actualidad considero que la historia es la base ineludible de todo pensamiento que se proponga comprender la sociedad y combatir los grandes problemas que atraviesan a la humanidad, como son la pobreza, las desigualdades sociales, el racismo, el patriarcado, la explotación capitalista, la opresión en sus varias manifestaciones, los problemas ecológicos, por citar temas sustanciales. En este sentido mi compromiso con el estudio de la historia se fue profundizando. Esta convicción siguió atravesando mis labores cuando la investigación se convirtió en mi trabajo, en la actividad cotidiana con la que gano mi sustento diario como asalariado del sector público.
*¿Cuál es el impacto de tu trabajo para la sociedad?
Considero que el estudio de la historia nos ayuda a conocer y reflexionar sobre los grandes problemas que atraviesan nuestras sociedades. Su análisis nos habilita a enfrentar con mejores herramientas y perspectivas las situaciones conflictivas e injustas que nos tocan atravesar. La historia, por paradójico que parezca, está muy relacionada con los desafíos del presente y el futuro. En este sentido estoy convencido de la relevancia de la docencia y la investigación, sobre todo porque su materia prima y su motivación tienen que ver centralmente con lo humano; objeto y fin de suma complejidad e importancia. En última instancia, nuestros productos son pensamientos (los propios y los que nutrimos), los que finalmente se traducen en acciones, valores, posicionamientos y miradas sobre el mundo, lo cual no es poco.
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