Siete años de la desaparición de Lario: “Alguien tiene que estar metido”
Se cumplen siete años de la desaparición del arquitecto y docente Fernando Lario. Fue visto por última vez en 2012, en la Universidad Nacional de Mar del Plata y, desde entonces, no hay novedades de su paradero. La investigación continúa, pero no arroja luz sobre este hecho.
A pesar del tiempo que ha pasado y de la falta de información, la familia de Lario sigue pidiéndole a la justicia su aparición con o sin vida. Por medio de conferencias de prensa, de reuniones en el Concejo Deliberante y de manifestaciones públicas, se intenta que la comunidad marplatense no se olvide del arquitecto.
“Apelamos a la gente, alguien tiene que saber algo, alguien tiene de decir algo”, pidió Laura, su hermana, en diálogo con El Marplatense. Ella recordó que hay una recompensa por los datos con un valor de 500 mil pesos, pero consideró que el particular silencio de la población se debe al miedo. “La gente tiene miedo, no quiere hablar, meterse y después tener problemas”, dijo.
La principal hipótesis de Laura frente a la falta de información es que “alguien con poder debe estar metido”. “La justicia, la policía, quien sea tiene que estar metido, sino no estaríamos a 7 años de su desaparición”, afirmó. En relación, recordó que se perdieron pruebas importantes en la fiscalía y que nunca se habría hecho nada al respecto.
Por su parte, Sara, la madre de Lario, sólo pidió la verdad. “Si a mí me traen dos huesos y me dicen ‘son de tu hijo’, quiero saber si realmente son de mi hijo, quiero saber a dónde llevar una flor si está muerto y si está vivo saber que está bien”, comentó.
Los familiares del arquitecto solicitaron, como muchas veces antes, colaboración. “Si tenés algún dato, acordate de que ya llevamos siete años buscando”, concluyeron. Los números de contacto son directo son: 223-5211404 o 477-3916.
EL CASO
La última vez que se lo vio con vida fue en la Universidad Nacional de Mar del Plata, ubicada en Funes y Roca, el 7 de julio de 2012. En ese momento, Fernando Lario tenía 45 años y se desempeñaba como docente en la institución.
El mismo sábado en que desapareció, una joven encontró un morral con documentación y objetos personales de Lario al borde de un acantilado en la zona sur. No obstante, pese a las intensas búsquedas, el cuerpo nunca se encontró.
Los investigadores comenzaron a barajar distintas hipótesis, como la posibilidad del suicidio, de una huida de la ciudad y hasta un asesinato. Sin embargo, todavía no se tiene la certeza de ninguna.
Un avance se dio el año pasado, cuando el procurador general de la provincia de Buenos Aires Julio Conte Grand intervino en la investigación y, tras años de ser designada como "averiguación de paradero", la caratula se modificó a “homicidio en ocasión de robo”. Desde entonces se han hecho pocas averiguaciones.