Tambos: "La gente entra desde la ruta, con bidones, pidiendo leche"
Como en los viejos tiempos, la gente recurre a los tambos para conseguir la leche a menor precio que el que pueden obtener en una despensa, almacén o supermercado. Sin embargo, Justo Hofman asegura que la venta del producto es imposible ya que "tanto Bromatología como SENASA no tienen permitido que los tambos vendan leche cruda al público. Es por un tema sanitario".
"Viéndolo desde ese punto de vista está bien, porque no está pasteurizada, y viéndolo desde el punto de vista de la necesidad de la gente hoy en día, la verdad que produce una sensación un poco incómoda cuando le decís que no le podés vender", agregó el tambero.
"Es impresionante la cantidad de gente que se acerca queriendo comprar leche", asegura Hofman, quien además habla de números y de lo positivo que sería, en cuanto a lo económico, tanto para el consumidor como para el productor: "El precio que se vende a la usina ronda los $13, $14, $15 como mucho, y vendiéndolo al público a $20 o $25 es la mitad de lo que la consigue en las góndolas. Le serviría tanto al productor como a la gente".
A su vez, remarcó que no es posible la venta de la leche cruda en los tambos y explicó los motivos: "Es un tema de bacterias y contaminación. La gente debería hervir la leche, hacer un proceso de pasteurización artesanal, y uno no puede asegurarse que la otra persona lo haga. Aunque el tambo sea libre de las enfermedades, que son la brucelosis y la tuberculosis, no se puede asegurar que la persona que compra maneje la materia prima de una buena manera".