Tatuadores: "Nos pidieron paciencia, la tuvimos y por suerte pudimos abrir"
Luego de haber presentado los protocolos correspondientes, y haber aguardo un tiempo prudencial, teniendo en cuenta de que no se trata de una actividad esencial, finalmente los tatuadores, pudieron volver a trabajar esta semana en Mar del Plata, al recibir la autorización de parte del propio secretario de Desarrollo Productivo e Innovación, de la Municipalidad de General Pueyrredon, Fernando Muro.
"La verdad es que estamos muy contentos por volver a la actividad. Ayer nos llamó el secretario de Desarrollo Productivo, Fernando Muro, dándonos el "Ok", para poder abrir hoy los comercios, respetando siempre los protocolos que presentamos, el cual básicamente suma un par de cosas al protocolo inicial, que con el que ya cuenta nuestra actividad", manifestó Emilio Vegas, quien se desempeña como tatuador en el local ubicado Rivadavia 4253, en declaraciones a El Marplatense.
"Debemos colocar un trapo sanitizante en la puerta de ingreso al comercio, el uso de tapabocas obligatorio, con una reducción del tiempo de trabajo y el distanciamiento social correspondiente. A su vez nuestro box cuenta con un protocolo de aislamiento total, de todos los elementos que utilizamos al momento de tatuar, por una cuestión de limpieza y de la contaminación cruzada, ya sea por el HIV o la Hepatitis", detalló.
En referencia a la reducción en las horas de trabajo, Vegas sostuvo que "antes realizábamos sesiones de cuatro horas y hoy las hacemos de una hora, para evitar acumularnos en un lugar cerrado tanto tiempo. De todas maneras es una gran alivio, porque necesitamos sostener lo que hemos invertido, y los años de trabajo que llevamos con nuestra trayectoria. Por suerte volvemos a la actividad, esperanzados de poder seguir trabajando".
"Entendemos que la necesidad es muy grande, abarca muchos rubros y cada uno se tiene que hacer escuchar y tener su lugar. La verdad es que en nuestro caso hemos tenido una respuesta muy buena, nos pidieron paciencia, la tuvimos y por suerte pudimos abrir", aseguró.
"Esta pandemia también ha sacado algunas cosas buenas, ante la necesidad de verse uno desprovisto de su trabajo. En mi caso el dueño del local donde me desempeño, me ha cedido el 50% del alquiler de estos últimos dos meses, sacándome un peso grande de encima, que me estaba amargando y deprimiendo, por el hecho de perder lo que había logrado con tanto esfuerzo. Hoy el volver a trabajar, nos pone pilas para encarar la vida de otra manera", concluyó Emilio Vegas.