Tras la crisis interna que abrió Carrió, JxC intenta calmar las aguas en un clima tenso
Este miércoles por la noche, una de las preguntas que giraban dentro de Juntos por el Cambio era: ¿Fue Elisa Carrió la que hizo estallar una nueva interna en la coalición opositora o fue, más bien, la dura respuesta de Patricia Bullrich la que obligó al resto a salir? En cualquier caso, la líder de la Coalición Cívica, con aval de Mauricio Macri, buscó dinamitar cualquier acuerdo -hipotético o real- con Sergio Massa. Ahora, tras los cruces públicos, la coalición opositora busca calmar las aguas.
En las últimas 48 horas, Lilita dio dos entrevistas, primero a TN y luego a LN+, con fuertes mensajes para el interior de JxC: acusó al jefe de la bancada del PRO en la Cámara Baja, Cristian Ritondo; a los diputados Emilio Monzó, Rogelio Frigerio, Gerardo Milman (mano derecha de la presidenta del PRO), al radical Facundo Manes, y al gobernador de la UCR, Gerardo Morales, entre otros, de tener y haber tenido una amistad y “eventuales negocios” con el nuevo ministro de Economía.
“No dijo nada que no haya dicho antes. Es marcar la cancha, un mensaje preventivo, antes del año electoral, porque una persona que tiene vínculos con algunos de los actores de Juntos por el Cambio se suma al Poder Ejecutivo y tiene la habilidad suficiente como para entramparnos”, dijeron a TN cerca de la líder de la CC.
Carrió habló luego de reunirse con Mauricio Macri. En la Coalición Cívica aseguran que hubo aval del expresidente para sus palabras.
El exmandatario se mantuvo en silencio, pero hubo señal del macrismo. El exsecretario general de la Presidencia durante el gobierno de Cambiemos, Fernando De Andreis, se pronunció en Twitter y respaldó el mensaje de Carrió, pero no las formas.
“Con Mauricio creemos que el futuro tiene que ser con valores. Con libertad, con responsabilidad, honestidad, valentía y mucho respeto a los demás”, dijo y agregó: “También creemos que hay que cuidar que JxC no se contamine con relaciones poco claras con el autodenominado panperonismo. En la situación delicadísima del país, algunas declaraciones podrían no ayudar. Creemos que hay que encontrar formas de marcar nuestras diferencias sin descalificar a terceros”.
Si bien, como dicen en la CC, no es la primera vez que Carrió lanza acusaciones de este tenor, sí es la primera vez que recibió una respuesta tan contundente de tantos referentes de Juntos por el Cambio al mismo tiempo: además de Bulrrich, a Elisa Carrió salieron a contestarle el propio Ritondo, Frigerio, Monzó y Morales, la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y hasta el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a quien Lilita había “cuidado” en sus declaraciones.
En el ala dura del PRO y en la UCR, donde no escasean -en off- sugerencias sobre la salud mental de la líder de la Coalición Cívica, había una doble lectura: el legítimo, pero innecesario, “veto” a cualquier posibilidad de acuerdo con peronismo, sí, pero sobre todo una jugada interna de acercamiento con Rodríguez Larreta. El enojo, en cualquier caso, era importante.
“La cabeza de Carrió es rara, nosotros no vamos a estar pensando en qué puede hacer Carrió. No hay ningún acuerdo con Massa, quién va a hacer un acuerdo con el kirchnerismo si además están hechos mierda”, decían, con enojo, cerca del gobernador Gerardo Morales. En el PRO, uno de los apuntados la bautizó como “falsa profeta”.
“No estoy de acuerdo con las declaraciones de Elisa Carrió, lo dije públicamente. El límite es el agravio. Tenemos mecanismos en la mesa nacional de Juntos por el Cambio para dirimir diferencias. Claramente, el límite es el kirchnerismo, no sé por qué lo planteó por afuera”, dijo Horacio Rodríguez Larreta este miércoles por la noche, en Solo una vuelta más, por TN.
Tras la crisis abierta por Carrió, Juntos por el Cambio busca ahora calmar las aguas
En la Coalición Cívica y en el sector legislativo de la UCR opinaban que el mensaje de Carrió ya dejó su primer efecto en el Congreso: el Senado aprobó este miércoles la prórroga del blanqueo de capitales para incentivar inversiones en la construcción que habían impulsado Sergio Massa y Cristian Ritondo en Diputados. En mayo, en la Cámara Baja, el PRO había acompañado. Pero ayer, en la Cámara Alta, Juntos por el Cambio votó, unido, en contra.
Por ahora, en el partido que lidera Lilita se daban “por satisfechos”. Según pudo saber este medio, luego del escándalo que abrió con sus declaraciones, Carrió suspendió otras dos entrevistas que tenía previstas, para evitar escalar en el conflicto interno.
Nota de Sebastián Aulicino en TN.com.ar