Trastornos de la alimentación: Ley de Talles y la opresión del cuerpo “perfecto”
Por Camila Barros Palma
¿Cuál es la imagen de la perfección? ¿Existe la perfección? La ampliación de los medios de comunicación y el bombardeo constante de las redes sociales continúan moldeando la forma en la que percibimos ciertos aspectos del mundo, la sociedad y sobre todo la belleza. La idea de que un cuerpo perfecto nos hace más felices, y nos abre las puertas en un montón de situaciones, sigue en su máximo esplendor.
Sin embargo, esta imagen que se replica en la televisión, Instagram, las revistas, los comercios y en la charla cotidiana trae una gran carga de frustración. ¿Por qué no me puedo ver así? ¿Por qué es tan difícil conseguir ropa? ¿Por qué el otro puede y yo no?
Los trastornos alimentarios (TA) se definen como “una alteración persistente en la alimentación o en el comportamiento relacionado con la alimentación, que lleva a una alteración en el consumo o en la absorción de los alimentos, y que causa un deterioro significativo de la salud física o del funcionamiento psicosocial”, explicó la Licenciada Gabriela Rimer, nutricionista egresada de la UBA, Matrícula Nacional 1463.
Entre los más frecuentes podemos encontrar la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, los atracones, todos presentan síntomas que muchas veces se pueden identificar fácilmente. A pesar de que no hay una edad para que surjan, suele ser detectado principalmente en adolescentes.
“Hay síntomas observables tales como la restricción alimentaria, el exceso de actividad física, los atracones y los vómitos autoprovocados, entre otros. Pero por otro lado están aquellos síntomas más silenciosos que se relacionan con el aislamiento social y la dificultad para comunicarse. Aquellas personas que padecen TA suelen encerrarse en sí mismas rechazando salidas con amigos o familiares, ya que estas contemplan el vestirse y comer”, destacó la Licenciada Luisina G. Izsak, psicóloga egresada de la UBA, matrícula nacional 71655.
Cada caso tiene sus particularidades y depende de las experiencias, los factores traumáticos, las elecciones que uno hace -sean conscientes o no- y la genética, entre otros. Por esta razón se definen de manera plural porque más de un componente puede alterar la percepción de uno mismo y desencadenar algún tipo de trastorno alimentario.
“Sobre el cuerpo recae el narcisismo positivo (amor a uno mismo) o negativo (autorreproches que provienen de una instancia psíquica denominada Superyo que puede tornarse sádico) . Algunas personas no “escuchan” su cuerpo, su capacidad de saciedad, de sed, de hambre porque, al estar atravesados de una cultura con determinados ideales, los cuerpos pasan a ser superficies sobre la que se proyectan una multiplicidad de fantasías”, señaló María Cecilia Anton, Licenciada en Psicología, Mp 45. 493.
La alimentación, una experiencia 360
La alimentación juega un rol central en el desarrollo de las personas. Más allá de la cuestión fisiológica, nos conecta y relaciona con el exterior donde encontramos elementos que son necesarios para la supervivencia y el placer. De modo que “se dan las distintas posibilidades de relación con los alimentos, equilibrio, de exceso, cantidad y calidad, pero sobre todo, de satisfacción, placer y displacer”, remarcó Anton.
A partir de ciertas comidas podemos adquirir recuerdos, sensaciones, imágenes, emociones que nos conectan con nuestros entornos. “Los TA tienen una base social y cultural. Los estereotipos de belleza que se observan en redes sociales y otros medios de comunicación no hacen más que reforzar las ideas sobrevaloradas con el cuerpo y la comida, y sostener la cultura del ideal de delgadez”, apuntó Izsak.
Los estereotipos de belleza generan una percepción sobre uno mismo que recae en comparaciones y puede derivar en baja autoestima, aislamiento social, autoexigencia, impulsividad, perfeccionismo y un desequilibrio en el estado emocional.
"La imagen personal es una carta de presentación a ser leída por la cultura que habitamos; comunica ciertos símbolos o signos mediante los cuales los demás realizan proyecciones y fantasías. Es inevitable pensar que una imagen estéticamente agradable consigue mejores resultados dentro de la sociedad que otra que no lo es”, indicó la psicóloga Cecilia Anton.
En un contexto de sobreexposición a las redes sociales, la publicidad y los medios de comunicación, han aumentado los contenidos que presentan “recetas mágicas” para moldear el cuerpo según la tendencia. No obstante, pueden significar un riesgo para la salud al no tener un respaldo de personas especializadas en nutrición y salud.
“Siempre un plan alimentario debe estar formulado por un profesional de la Nutrición, quien posee un título universitario que avala su saber, junto con una matrícula del Ministerio de Salud y de su colegio profesional que respalda esa práctica sanitaria. Un plan alimentario es personalizado, contempla a cada individuo, desde su salud o de alguna patología”, manifestó la nutricionista Rimer.
Una alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía necesaria para un buen desarrollo que le permita a la persona llevar adelante sus actividades diarias y mantener un equilibrio en su vida.
Ley de talles: una herramienta para (re)pensar los cuerpos
En el año 2019 se aprobó la Ley 27521 de Sistema único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria (SUNITI) que regula a través de medidas corporales estandarizadas la fabricación, confección, comercialización o importación de indumentaria destinada da la población a partir de los 12 años de edad.
Luego de una fuerte lucha de AnyBody como organización orientada a visibilizar la diversidad corporal en la Argentina y de la conformación de un movimiento que empezó a contener a aquellas personas que se encontraban en conflicto con sus cuerpos.
Surge como respuesta el proyecto de ley detalles para intentar empezar a poner foco, no sólo el conflicto en sí mismo de no encontrar ropa en diversidad de detalles, sino también a las problemáticas que esto traía a nivel personal y físico socio emocional a las personas”, puntualizó Mercedes Estruch, coordinadora de AnyBody Argentina y activista por la diversidad corporal.
A través de una recopilación de datos desde el 2012, la organización detectó que “el 50% de los encuestados tenían problemas a la hora de encontrar talle” y esto decantó en un fuerte malestar con uno mismo.
Asimismo, respecto a las prácticas de dietas, se supo que “en Argentina, los trastornos alimentarios per cápita dan uno de los datos más altos a nivel mundial, por lo que es importante atender todas aquellas cuestiones sociales como el derecho a la vestimenta para evitar desencadenantes donde las personas tengan malestar físico y emocional”, expuso Estruch.
Sin embargo, a pesar de las intenciones, la Ley que se aprobó en el país no es la original presentada por AnyBody y su implementación es escalonada. “estuvimos mucho tiempo esperando a que uno de los puntos más importantes, el estudio antropométrico, se cumpla y hoy que ya se hizo, estamos a la espera de la conformación del Consejo Consultivo para que definan una posible tabla de talles para ofrecerle a la industria", evidenció la representante de AnyBody Argentina.
Entonces, ante la pregunta de si la Ley de Talles puede reducir la cantidad de casos de trastornos alimentarios, “la adecuada implementación puede contribuir. Lo primero que incomoda es la ropa, luego vienen las ideas, los síntomas y el cuadro en sí”, resaltó la Licenciada en Psicología Izsak.
>Por otro lado, “es uno de los métodos implementados, pero creo que el problema es más profundo. La aceptación del propio cuerpo y sus cuidados es un largo proceso. La permanente comparación con modelos ideales de las redes deja a las personas con una vara muy alta para la autopercepción”, declaró la Licenciada Anton.
De modo que La Ley de talles viene a abrir el juego para un montón de posibles herramientas que pueden surgir para reducir la cantidad de trastornos alimentarios que nacen de una constante comparación producto del bombardeo de los estereotipos de belleza.
Igualmente, es fundamental abordar las patologías alimentarias desde una mirada interdisciplinaria para poder trabajar en la aceptación de uno mismo y lograr tener una vida sana. “Autocuidarse es el primer eslabón para prevenir trastornos mentales”, cerró Anton.