“Un ajuste que baje la inflación sin que el peso recaiga en la clase media y en los jubilados, es imposible”
Lo aseguró el economista y docente universitario Ricardo Panza. Señaló que la salida es “una reforma laboral muy drástica” con la que “el sistema pasaría de ser insostenible a sostenible”.
Uno de los temas de la semana fue la ratificación del veto presidencial a la fórmula propuesta por la oposición que actualizaba las jubilaciones, lo que motivó discusiones picantes entre diversas fuerzas políticas y movilizaciones que culminaron con la acción represiva de las Fuerzas de Seguridad frente al Congreso. Frente a este panorama, surge el debate real acerca de cuán posible es aumentar las jubilaciones con el nivel recaudatorio que tiene hoy el Estado argentino. Para el economista Ricardo Panza hay un argumento cruel: “Hay demasiados jubilados para muy pocos trabajadores en blanco”.
Sobre el veto del presidente Javier Milei, Panza consideró que “hay aspectos jurídicos y económicos. El principal argumento jurídico en el que se apoya el Presidente para vetar es que hay una ley, que es la ley de financiamiento público, que dice que todo proyecto que implique una autorización para gastar dinero tiene que incluir en algún momento la pauta de financiamiento”.
“Todos han hecho una profesión de fe y desde la corrección política han dicho que las jubilaciones deben abonarse, criterio que en definitiva nadie podría no compartir”, señaló el docente universitario y economista en diálogo con El Marplatense.
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Por su parte, desde el ángulo económico, para Panza el Presidente “sobreactuó un poco la situación, pero con algo de razón: dice que compromete seriamente el compromiso del denominado déficit cero. Y hoy no es que haya un superávit público muy robusto, ni que este no sea susceptible de variación, hoy estamos al filo de la navaja”.
Acerca en definitiva de cuánto compromete el déficit, el docente explicó que un aumento de las jubilaciones y pensiones como el que se proponía, en su hipótesis de mínima afecta 0,8% del PBI y en su hipótesis de máxima, y con vistas al futuro del PBI, 1,4%. “Es una cantidad muy importante. Para que lo pongamos más o menos en números son aproximadamente unos 6000 millones de dólares por año”, detalló.
El especialista amplió aportando números: “Esto, convertido por lo menos a una taza muy razonable de 1000 pesos por dólar, son seis billones de pesos. Pensemos que si la base monetaria son más o menos 30 billones de pesos, esto implica un aumento de 20 puntos en la jubilación y el desbaratamiento de todo el plan del Gobierno para controlar de algún modo la inflación por la vía del déficit fiscal”.
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Para Panza las causas del presente del sistema jubilatorio en Argentina “son claramente que el gobierno anterior llevó la cantidad de jubilados de 3,8 millones a alrededor de 6,8 millones. Dicho así, y aunque la reflexión parezca poco elegante o un poco cruel, hay demasiados jubilados para muy pocos trabajadores en blanco”.
Ante este panorama, el economista consideró que “habría que propiciar una muy fuerte, pero muy fuerte, drástica, reforma laboral que pueda por lo menos duplicar la cantidad de trabajadores en blanco. La cantidad de personas que trabajan son aproximadamente 14 millones, de las cuales sólo la mitad o algo menos está efectivamente en blanco”.
Esto sucede, según Panza, porque “el sistema es muy caro y expulsa a los empresarios”. Y además aseguró, alejándose de cualquier discurso demagógico, que “si pensamos en la posibilidad de que haya un ajuste que baje la inflación sin que el peso recaiga en la clase media y en los jubilados, es imposible”.
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“El problema es que cada pequeña suma que uno intenta otorgarle a los jubilados por poca o por pobre que parezca, tenemos que multiplicarla por 7 millones de personas. Y ahí es donde los números se hacen muy grandes”, explicó el economista, lo que lo llevó a asegurar: “El sistema jubilatorio está colapsado en Argentina”.
“Hay solamente 1,4 trabajadores en blanco por cada jubilado, cuando deberíamos tener como mínimo tres y óptimo cuatro. Y repito: si pudiésemos hacer una reforma laboral muy drástica, que incluyera a todos los trabajadores y que se pusieran en blanco, muy posiblemente el sistema pasaría de ser insostenible a ser sostenible, y ahí se podría pensar en cuestiones como estas. Por lo cual veo imposible que se pueda aceptar, en forma viable, algo que implique una mejora inmediata para los jubilados”, concluyó Panza.
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