Una abuela que cría sola a su nieto pide ayuda: necesita leche y pañales
Sonia es la abuela de Miqueas Benjamín, un bebé de tres meses. Como muchas otras abuelas, profesa el amor por su nieto por medio de fotos en Facebook y en los perfiles de las redes sociales. Sin embargo, Sonia no es como el resto de las abuelas. Desde hace tiempo, tuvo que hacerse cargo de la crianza del bebé y, por eso, pide ayuda a la comunidad.
“No quiero nada para mí, no quiero televisor a color ni secarropas, solamente quiero que me ayuden con el nene”, dice Sonia, en diálogo con El Marplatense. Lo más urgente, cuenta, es leche y pañales. “Si te soy sincera, le estoy dando leche común y eso no le hace bien, por eso estoy viendo si me alcanza para comprar una mejor”, comenta, con una mezcla de cansancio y resignación .
Sonia no tiene trabajo ni cuenta con la ayuda de nadie de su familia. “Me dejaron sola”, dice rápido, con la pesadez del hecho empapando su voz. El padre de Miqueas es su hijo, que nunca se hizo cargo y con quien ya no mantiene una relación. “Me da vergüenza admitirlo, él es el peor de esta historia”, manifiesta.
Por su parte, la madre del bebé tiene 22 años y tampoco tiene trabajo, pero está buscando. Sonia dice y repite que quiere estudiar y trabajar, que ella quiere hacerse cargo y estar con su hijo, pero que todavía no puede. “La madre es muy responsable, pero la pasó muy mal durante el embarazo, estuvo sola y le faltaron muchas cosas”, explica. El lunes irá a hacer los trámites para poder ponerle su apellido al niño.
Ante la necesidad, la abuela de Miqueas Benjamín decidió emprender su propio negocio. Se dedica a vender grasa, está aprendiendo cómo preparar pan casero y también alquila una habitación de su casa. Sobrevive con una garrafa, que le permite realizar sus actividades. “Trato de buscar cómo salir adelante, vendo a $50 el medio kilo de grasa, preparo las bandejas, las dejo en los negocios y después de un par de días paso a buscar la plata”, explica. Hoy, Sonia ganó $200 en las ventas, que usará para comprar más materia prima y conseguir leche especial.
Otra de las cosas más urgentes es un cochecito o una sillita para bebé, para ayudarla a que Miqueas esté más cómodo y no tenga que estar todo el día en su cuna o en brazos, y ropa. “Yo no tengo problema en hacer canje, si la gente le sirve algo de lo que tengo se lo doy, no me quiero quedar con las cosas”, manifiesta, y agrega, mientras promete devolver todo lo que le fue prestado en las mismas condiciones. Eso hace con la ropa que, por ejemplo, le queda chica al bebé.
“Lo que pueda hacer lo voy a hacer, no quiero que la gente me ayude y yo no poder ayudar, no poder contribuir de otra manera”, concluye. Los interesados en ayudarla pueden contactarse con ella por medio de su Facebook, con el nombre de Sonia Rodríguez.