Una carrera contra el tiempo: las claves de la medicina antiaging
Consultamos a la especialista Dra. Ana Rivera sobre los cambios conductuales necesarios para que el reloj que marca el envejecimiento del organismo corra más despacio.
La medicina antiaging comienza a surgir hace unas dos décadas cuando los gerontólogos empezaron a investigar las causas de por qué el organismo envejece hasta el punto que se termina la vida.
Existen distintas teorías para poder explicar el envejecimiento. La hormonal, la genética, una teoría metabólica, y la que se basa en los radicales libres, fundamentos que indican que habría distintos tipos de mecanismos que producirían el envejecimiento celular.
La célula es la unidad primaria del organismo, la más pequeña que tenemos que va a formar los tejidos y a partir de allí los órganos. Cuando esta célula comienza a envejecer, empezamos lentamente a enfermarnos y consecuentemente a acercarnos al fin de nuestro ciclo de vida. Entonces ¿qué es lo que rige ese envejecimiento celular? Una de las primeras teorías es la de los genes, que dice que estamos programados genéticamente para que esto así suceda.
En cuanto a la teoría hormonal esta dice que cuando nuestras hormonas empiezan a disminuir con el paso del tiempo, después de la menopausia o la andropausia por ejemplo, el organismo también comenzaría a envejecer.
La teoría de los radicales libres habla de los tóxicos que estamos ingiriendo o inhalando permanentemente, sobre todo en la vida moderna y que producirían este tipo de envejecimiento. Todas estas teorías concluyen en algo fundamental, y es que la inflamación de la pared de la célula, la oxidación, producen que la célula deje de tener una funcionalidad y a partir de ellos se transforma en una célula senescente que circula por todo el organismo y eventualmente se puede transformar en una célula cancerosa en algunos casos y que nos puede conducir en algún momento indefectiblemente a la muerte.
La *Dra. Ana Rivera agrega que “hay científicos indicando que el organismo está programado para vivir 120 años por lo que sería ideal tratar de llegar a la edad adulta en las mejores condiciones posibles, para así poder aprovechar esa potencialidad”.

“Y un poco de esto hay en las terapias que tratamos de implementar, es decir, más allá de si vivimos 70, 80, 90, o 100 años, la idea es vivir bien, con energía, calidad de vida, alegría”, expresó la especialista en diálogo con El Marplatense.
“La medicina antiaging busca retrasar el envejecimiento, factor que se puede medir como porcentaje: 5%, 7% o un 10% son números que se pueden lograr, y más también. Esto se determina analizando algunos marcadores que nos muestran cuál es la edad biológica de la persona. Porque tenemos una edad real, la del documento, y la edad biológica, que es la de nuestras células, de nuestro organismo, cuyo reloj está en nuestros cuidados saludables”, detalla.
Y ejemplifica: “Si uno tiene 60 años, pero nuestras células tienen una salud acorde a una persona de 50 años, tenemos un retraso del envejecimiento de un 17 % que es un muy buen número. Para determinar la edad biológica observamos ciertos marcadores químicos que se pueden medir con un examen de laboratorio y así se puede determinar cuál es la edad biológica de ese paciente”.
“Se toman en cuenta un análisis de sangre, la salud vascular del paciente, como tiene las arterias, indicadores neurológicos, es decir que tenemos distintas formas mediante la clínica y la bioquímica de evaluar cuál es la edad de ese paciente”, añade.
“Lo que más nos interesa - dice la Dra. Rivera- es ver cuán saludable está esa persona en función de la edad que tiene, más allá de hablar de un número, de un porcentaje”.
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¿Cuál es el ABC del tratamiento anti-aging?
Los principales lineamientos son muy sencillos, y muy económicos, porque a veces la gente piensa que estos son tratamientos caros, que son solamente accesibles para gente de gran poder adquisitivo y no es así.
- Para empezar lo primero es la actividad física. La ejercitación antes estaba en segundo lugar, pero ahora la mayoría de los científicos coinciden en colocarlo en primer lugar. Hay que hacer actividad física todos los días, no dos veces por semana ni tres veces por semana, y hay que realizar distintos tipos de actividad física según cada persona; no va a ser lo mismo una persona de 20 años que una persona de 80.
Es conveniente tratar de hacer actividad aeróbica, hacer relajación, hacer hit, es decir distintos tipos de actividad, y todos los días hacer algo. Caminar 60 minutos diariamente es muy bueno. - En segundo lugar, está la alimentación. Si hago actividad física, pero después como hamburguesas con papas fritas, mi salud va a declinar. Tenemos que tratar de alimentarnos bien, de comer mucha proteína, y sobre todo cuanto más años tiene el paciente, más proteína necesita. Comer mucha verdura, y quizás no tanta fruta. Antes se promovía mucho la ingesta de fruta, pero ahora se ha visto que la fruta en exceso también puedes llegar a ser controversial por el nivel de azúcar que puede aportar. La fruta es muy saludable, pero se recomienda no excederse, sobre todo las frutas con un índice glucémico alto.
- En tercer lugar, el sueño. Dormir parece una cosa muy muy sencilla, pero es fundamental. Necesitamos que nuestro cerebro descanse, ese órgano necesita entre 7 u 8 horas de sueño, lo más continuo posible para poder llegar a la etapa del sueño profundo, que es cuando el cerebro realmente descansa y se produce una regeneración celular.
- En cuarto lugar, los suplementos que son todos aquellos productos que los médicos indicamos a nuestros pacientes, porque a medida que pasan los años empezamos a tener una carencia de ciertos minerales como el magnesio, el zinc, el potasio entre otros.
- Y en quinto lugar, todo lo que tiene que ver con la sociabilización, la relajación, el divertirse, el pasarla bien, toda la cuestión social que nos relaja y nos hace sentirnos bien, eso también es muy importante. El estrés solo en su justa medida cuando hacemos una actividad intensa, luego, permanecer lejos del estrés.

En las en las zonas azules del planeta, donde la gente vive más tiempo, se ve claramente que además de tener una dieta saludable, las personas realizan una actividad física diaria porque caminan todo el día, viven en lugares más bien montañosos, entonces suben y bajan las colinas todo el tiempo, y además con muy poco estrés, pocas preocupaciones.
También se habla de tratar de comer antes de que baje el sol, aunque eso es casi imposible porque la mayoría de la gente vuelve de trabajar y bueno, tenemos que tratar de adaptarnos en la medida de lo posible a eso, pero ver cómo podemos organizarnos para dormir más tiempo.
“En cuanto a las conductas, recomendamos no comer tantas veces por día como nos decían antes, evitar lo que se llama el picoteo, tratar de hacer un desayuno que no tiene que ser necesariamente un café con leche, por ejemplo, uno podría desayunar una ensalada. No necesariamente tiene que ser una tostada con mermelada, hay que tratar de comer la menor cantidad de hidratos de carbono posible, pero no por el exceso de peso que pueda producir, sino porque se ha comprobado que el azúcar es lo que genera la inflamación celular. Entonces, cuanto mejor manejemos la glucemia, más longevos vamos a ser. No tengo la obligación de levantarme y comer una tostada con mermelada. Hay que tratar de romper el ayuno con algo que no tenga tanta glucemia, por ejemplo, un huevo duro, un huevo revuelto, un pedazo de queso o un pan proteico, algo que no me eleve tanto la glucemia”, expresa Rivera.
Por otra parte, la especialista se refiere al ayuno intermitente: “Se recomienda practicarlo, ya que está comprobado que estimula la longevidad, impide la inflamación celular y activa la regeneración del organismo, aunque esta práctica no es apta para todos los pacientes. Tiene que ser un médico o un nutricionista el que lo indique porque siempre hay pacientes que tienen alto el cortisol, por ejemplo, y no pueden hacer ayuno intermitente. También hay personas que tienen diabetes, prediabetes, embarazadas, entre otros. Es decir, hay muchos pacientes en los cuales el ayuno no está indicado.”
“Por otro lado, hay que tratar de comer pocas veces por día, hacer dos comidas importantes y nada más. También si nosotros logramos hacer un desayuno, almuerzo o brunch, como se usa ahora, esto es alrededor de las 11 de la mañana, después hacer una merienda y una cena lo más liviana posible, eso sería lo más adecuado y lo más fácil de implementar porque no hay mucha gente que tolere estar todo el día sin comer. Desde ya se prioriza la ingesta de alimentos no industrializados, evitar grasas trans, gaseosas, etc”, argumenta.

“Las infusiones si son sin azúcar se pueden tomar durante todo el día. El café torrado y el soluble no se recomiendan porque tienen muchísima azúcar, pero el café de filtro tostado se puede tomar. El mate también se puede ingerir, el té, té verde, el té rojo, cualquier tipo de té, todos sin endulzantes; agua más de dos litros por día”, asegura Rivera.
¿Cuál sería el método para endulzar más saludable?
La estevia, que es una planta, es lo más natural, aunque lo que se compra en las dietéticas son derivados que tienen muchos químicos. Es mejor que la sucralosa y otros edulcorantes artificiales que son los más peligrosos para la salud. Hay un azúcar muy natural que es el azúcar mascabo, que también se vende en las dietéticas, si bien tiene hidratos de carbono, es lo menos nocivo para la salud. Aunque lo ideal sería ir reduciendo las cantidades de endulzante hasta lograr no usarlos.
¿Las bebidas alcohólicas cómo afectan al envejecimiento?
El alcohol es un gran acelerador del envejecimiento. El problema es tan grave que en los Estados Unidos están prontos a legislar para poner en las etiquetas de los vinos y todas las bebidas con alcohol, advertencias de que la ingesta de esas bebidas produce cáncer, como sucede hace décadas con los paquetes de cigarrillos. Lo cierto es que el alcohol aumenta notablemente el envejecimiento cerebral. De todas maneras, supongamos que uno es bebedor social, la típica media copa de vino en una cena el fin de semana, eso si se puede hacer, pero no más.
Hoy en día la cantidad de alcohol que toman especialmente los jóvenes es alarmante, porque más allá de inflamar el cerebro, puede producir cáncer de páncreas, de esófago, el cáncer de hígado que está muy asociado con el alcohol, aunque en este último caso generalmente son personas alcohólicas, es decir, que consumen mucho más de la media.
* Dra. Ana Rivera MP 62238
Médica oftalmóloga
Especialista en longevidad saludable
Instagram: dra.ana_rivera
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