Viaje en el tiempo: ser luchador medieval en el 2019
Por Javier Novoa
Luchadores con pesadas armaduras de metal, espadas, cascos medievales y estandartes de distintas casas describen una típica imagen del medioevo. Sin embargo, en el 2019 en pleno siglo 21, en Mar del Plata se puede vislumbrar esta situación. Ignacio "Nacho" Montrasi es marplatense, estudia kinesiología, trabaja en una Universidad y además es luchador medieval. Además, integró la Selección Nacional de lucha Medieval y participó de un Mundial.
"Es un deporte que desciende de las luchas que se hacían entre los nobles. no a matar pero luchaban , en grupo o individual. Hace más de 20 años en Rusia se empieza a llevar a cabo de nuevo, y mezclándolo con artes marciales modernas", comenzó a detallar nacho sobre el resurgimiento del deporte. "Hace 7 años llega a Argentina y hace 5 en Mar del Plata que armamos el club Dragones del Atlántico", agregó.
Sobre la práctica que llevan a cabo y la gran exigencia física que tiene entrenamos el luchador medieval de la actualidad explicó que entrenan 3 veces por semanas. La armadura tiene una exigencia física muy alta, los cascos pesan entre 7 y 10 kilos, la respiración es muy cortada, la visión limitada y el resto de la armadura pesa otros 15 kilos. "Yo hago gimnasio, entrenamiento funcional, aeróbico y además tenemos un profesor de educación física que nos ayuda", enumeró.
"En Mar del Plata somos aproximadamente 40 personas, entre hombres y mujeres. Una de las chicas fue a Roma al mundial del año pasado. En el 2016 yo fui a Praga al mundial siendo parte de la Selección Argentina", expresó Nacho con orgullo.
Al ser consultado sobre el combate en sí, explicó que hay ciertas reglas. No se puede pegar donde no cubre la armadura. No se puede en la parte de atrás de las rodillas, la parte de adelante del codo, las axilas y la nuca. "Como son articulaciones, las armaduras no lo cubren", agrega. Además, está permitir blandir la espada de arriba hacia abajo, en diagonal o forma horizontal pero no de abajo hacia arriba.
"Las armaduras son réplicas de reales. Mi casco está en Milán y es del año 1400 aproximadamente", definió Nacho con emoción y orgullo sobre uno de sus más preciados artículos medievales. "No se permite el uso de armaduras que no hayan existido. Tenemos 3 herreros que fabrican las armaduras y algunos hemos comprado partes en el exterior", continuó explicando.
"Siempre sentí la pasión por lo medieval, en el club somos todos iguales. Hay gente mas grande, mas chicos pero todos amamos lo medieval. No hace falta pelear, hay quienes ayudan con las armaduras, administrativos, los Marshall que son árbitros, pero todos amamos lo medieval", cerró Nacho sintetizando este pasión que crece día a día en la ciudad.
Este sábado 21 de septiembre los Dragones Atlánticos realizan en el Club Lanús el segundo encuentro medieval con artesanos, un buffet, cerveza artesanal, concursos de disfraces, bandas con música medieval y por supuesto lucha medieval.