Walter Erviti se convirtió oficialmente en refuerzo de Alvarado
Luego de varias idas y vueltas, rumores y negociaciones, se llegó a un acuerdo para que todas las partes involucradas estén felices. Alvarado concretó un refuerzo de jerarquía para ir por ese ascenso tan deseado: Walter Erviti cumplirá un deseo que tiene desde hace mucho tiempo, vestirá la camiseta del club que siempre fue hincha, con el afán de colaborar con el sueño de todo el mundo Alvarado.
El entrenador Mauricio Giganti se encontrará con un jugador de 37 años (13 de junio de 1980) que está en plenitud desde lo físico y que cuenta con casi 600 partidos en el mejor nivel, que donde estuvo fue referente dentro y fuera de la cancha y que puede darle un salto de calidad al equipo en la recta decisiva del Torneo Federal A. 583 partidos y 44 goles, hablan por sí solos de la jerarquía de la incorporación.
Es el golpe más fuerte del mercado de pases del ascenso argentino, porque Erviti viene de ganar la Copa Sudamericana con Independiente y tenía ofertas importantes para seguir en Primera División o ir a equipos de punta en la B Nacional. Pero el corazón tira y priorizó el sentimiento, las ganas de conseguir ese ascenso que tanto se le ha negado al "torito".
La dirigencia había prometido reforzarse con jerarquía para ir de cabeza en busca de un boleto a la B Nacional y no falló. Erviti debutó en 1999 en San Lorenzo (112 partidos). De ahí se fue a Monterrey de México donde se convirtió en ídolo y permaneció durante seis años y disputó 232 encuentros. Volvió a Argentina y grabó a fuego su apellido en la historia de Banfield, siendo figura del conjunto de Julio Falcioni que se consagró campeón por primera vez en la historia en 2009.
Cuando cualquier jugador estaría en la curva descendente de su carrera, Walter Erviti dio un nuevo salto y pasó a Boca Juniors, donde colaboró con su talento para la obtención de un Torneo Clausura y la Copa Argentina. Sin embargo, decidió cambiar de aire y volvió al fútbol mexicano para brillar en el Atlante. De todas formas, sus ganas de jugar en Argentina pudieron más, tomó un compromiso importante y regresó en el peor momento de Banfield, cuando estaba en la B Nacional. No sólo que lo devolvió a Primera, sino que fue eje del equipo que enamoró en la máxima categoría.
Y otra vez un club grande del país requiriendo sus servicios. En este caso, Independiente donde alternó entre la titularidad y el banco pero tuvo una injerencia muy importante desde lo grupal para que el "rojo" se quedara con la Copa Sudamericana 2017.