Ya exceptuados, comenzó el desarme de los balnearios en Mar del Plata
Los balnearios de la ciudad, que debieron suspender todas sus actividades antes del fin del verano por la pandemia de coronavirus, comenzaron a desmontar sus instalaciones en las playas, un mes después de lo habitual, tras la autorización del gobierno provincial a realizar este tipo de trabajos, informaron hoy fuentes del sector.
Tras el parate forzado de la actividad en los paradores por las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio, cuadrillas reducidas de trabajadores equipados con barbijos empezaron a desarmar las carpas, con algunas dificultades extra aportadas por el clima lluvioso y ventoso.
Excepto aquellos balnearios ubicados en el extremo sur de la ciudad y pasando el Faro de Punta Mogotes, que suelen iniciar el desarme en las primeras semanas de marzo por el menor flujo de turistas, la mayoría de ellos debieron mantener sus instalaciones montadas sobre la arena, a diferencia de lo que ocurre cada año, cuando las playas son desmontadas tras Semana Santa.
Los trabajos para encarar finalmente el desmantelamiento de las estructuras de los espacios de sombra y recreación fueron uno de los rubros autorizados desde esta semana por el Gobierno provincial, por pedido del intendente Guillermo Montenegro, con el objetivo de "evitar hechos de inseguridad, vandalismo y destrucción del equipamiento".
Tras dos jornadas de lluvia y viento, equipos reducidos de dos trabajadores por balneario comenzaron las tareas de lavado y guardado de lonas y el retiro de los parantes de madera de las carpas.
"Normalmente a mediados de abril, una vez que pasa Semana Santa, tenemos todo levantado. Pero este año arrancamos un mes después y estimamos que dejar todo preparado para el invierno va a estar listo a fines de mayo", explicó Jorge Riccilo, presidente de la Cámara de Balnearios, Restaurantes y Afines de la ciudad.
Riccilo recordó que todos los paradores cancelaron sus actividades tras un decreto del 17 de marzo del intendente, que ordenó el cierre de todos los comercios gastronómicos y espacios recreativos, y que apenas pudieron avanzar con el desmonte de las instalaciones hasta la entrada en vigencia del aislamiento dispuesto a nivel nacional, el 20 de marzo.