La cultura local y su futuro probable
Tratar el tema cultural en nuestro medio nos obliga, en muchos sentidos, a tener que apelar a ciertas comparaciones, sin analizar dentro de ese cometido los centros culturales internacionales en relación con los nuestros los que, por su envergadura, dan para más de una nota.
Buenos Aires, como sabemos, posee innumerables ofertas públicas y privadas a nivel de espacios para exponer y facilitar encuentros culturales lo que permite asegurar que se encuentra a la altura, cultural y artísticamente hablando, de muchas ciudades importantes del mundo. Sólo la mención de algunos da una idea acabada de lo que pretendo apuntar: El Museo Nacional de Bellas Artes, el de Arte Decorativo, el de Arte Latinoamericano (MALBA), el Museo de Arte Moderno (MAMBA), el nuevo Centro Cultural Néstor Kirchner, el Cultural San Martín y el Borges; la lista que se publica en la WEB con pomposos adjetivos (museos para compartir, para regalar, para disfrutar, etc.) referida a CABA y a su periferia es casi infinita, como asimismo los espacios para albergar encuentros de nuestra actividad diseminados por toda la ciudad.
Mar del Plata ¿podrá alguna vez acuñar un caudal artístico/cultural de similar cosmopolitismo? ¿Puede captar ese ambiente cultural capitalino? Contamos para ello con varios espacios provinciales y municipales: el MAR (Museo de Arte Contemporáneo), el Museo Barilli, el Castagnino, el Scaglia y el José Hernández, el Centro Cultural Villa Victoria, el Soriano y el Centro Provincial de la Artes Teatro Auditorium. El ámbito privado alberga interesantes comunidades culturales como por ejemplo el Museo Casa Bruzzone. También contamos con otros emprendimientos y con importantes espacios donde distribuir actividades a gusto, las convenciones hoteleras dieron muestra de ello. Ejemplos contundentes de actividades receptadas sobran: El Festival Internacional del Cine, la Feria del Libro, la invasión teatral de temporada son solo algunos de ellos.
Entonces, sí, la ciudad puede. Este es el aspecto positivo de la cuestión ¿Cómo mejorar la adecuación a semejante estructura? ¿Cómo aprovechar tal potencial? ¿Cómo impregnar a todos esos espacios de una nueva huella y hacerla conocer?
En principio entiendo que se debería modernizar la estructura comunicacional desde el Municipio, concentrar los espacios desde la WEB y administrar mediante una planificación eficiente la difusión a través de guías especializadas, medios y redes sociales.
Propongo además una simple publicidad estática en lugares estratégicos que si no existe sea creada a costo mínimo. La información, bien visible en todas las entradas a oficinas del Ente Municipal de Turismo (EMTUR), en los accesos a las playas, en las paradas de colectivos y en los paseos más característicos (visitados por miles de personas en temporada). En otras palabras, que las actividades culturales ganen la calle, que sea algo habitual en el medio y no solo turístico. (Sin olvidar, por supuesto, a las 580 millones de personas que usan Internet)
Además, dentro de cada espacio museístico, detallarle los atractivos al visitante, interesarlo con la posible instalación de audioguías en cada ámbito con un costo que es reembolsado por los usuarios casi de inmediato.
La parte negativa viene de la mano de la política y del desgastado pretexto de ausencia de presupuesto. Al Poder Ejecutivo parece alcanzarle con poner al frente del tema a un par de funcionarios, uno de ellos rápido renunciante y la otra novel residente en la ciudad. El rumbo no existió nunca, nuestros concejales no ayudan mucho y no se trata solo del tema económico. Se necesitan ideas.
Por ejemplo con la creación de un Micro Turístico Cultural, con nuevos programas desde la Secretaría de Cultura que reavive el anodino sistema actual y colaborar con el arribo del visitante instalando el necesario Aeropuerto Internacional para que la ciudad se ofrezca al mundo en todos sus ámbitos. Y mucho más.
Gabriela Costaguta
Técnica Universitaria en Gestión cultural / @gabycostaguta
Aclaración: los conceptos vertidos de quienes opinan son absoluta responsabilidad del firmante.