“A Analía le inventaron barbaridades”
En la jornada inaugural del juicio por el caso Gianelli, el personal docente del colegio se manifestó a favor de la inocencia de Analía Schwartz, la maestra imputada por nueve casos de abuso sexual infantil y seis de corrupción entre 2012 y 2013. Los compañeros y compañeras de Schwartz indicaron que "a Analía le inventaron barbaridades", aseguraron que es "ediliciamente imposible" que se hayan cometido los abusos sin que nadie los vea y apuntaron a la "incoherencia" de los padres de los alumnos.
“Toda la comunidad docente de Mar del Plata está plenamente consciente de las barbaridades y de las injurias que se le han inventado a nuestra compañera a Analía. Tiene nuestro apoyo moral y psicológico, acá estamos para darle nuestra fuerza. Sabemos de su inocencia y creemos en la justicia, tanto humana como divina. La verdad se va a abrir paso por sí misma”, explicó Jimena, una de las docentes que se acercó hasta Tribunales para respaldar a la imputada.
Por su parte, al momento de argumentar el apoyo, la docente explicó que “en el momento en que ocurrieron los hechos, las clases de música se realizaban en un salón distinto a los que se daban clases. Eso hizo que los padres buscaran ese lugar para tener un escenario para estas fábulas. Pero realmente ese salón esta comunicado con el buffet, está comunicado con el pasillo que da a la comunidad de hermanas, está todo vidriado en un lateral. Esas ventanas se ven desde el buffet, desde el playón, desde el parque…". Y agregó: "Ediliciamente es imposible realizar algo en ese salón sin que el resto del personal lo vea. Más allá de eso, Analía nunca estaba sola en las clases de música. Es imposible esto, ya tendrían que estar hablando de una corporación de cien personas depravadas”.
Con respecto a los cambios que se produjeron en el colegio tras las acusaciones, Jimena remarcó que "en el día a día del Gianelli fue un antes y un después. Antes de esta situación, uno llegaba y era una familia. Hoy en día también lo es, pero en esa familia tenemos inmiscuida a gente que no merecería portar nuestra insignia”. En la misma línea, señaló: “La relación con los padres no fue la misma, sobre todo con los padres denunciantes, que denuncian por un lado y nos dejan a sus chicos a nuestro cuidado por el otro. La incoherencia lleva a una incomodidad en el día a día y en el ámbito laboral. Realmente seguimos trabajando ahí por Analía, por el colegio, por una vocación docente y cristiana fuerte, que nos impulsa a levantarnos todas las mañanas y meternos en un ámbito totalmente hostil”.
Por último, a la espera del inicio de la primera jornada, la docente expresó que, durante el juicio “se hará justicia, no sólo humana, sino divina”.