"No hay que caer en el juego de que era imposible realizar los abusos"
En el marco de la jornada que da el puntapié inicial al extenso juicio contra la docente de música Analía Schwartz por diversos casos de abuso sexual infantil y de corrupción a menores, César Sivo, quien está a cargo de la defensa de varias de las familias denunciantes, brindó detalles de cómo será el desarrollo del primer día y remarcó el "sinnúmero de indicadores que avalan el relato de los chicos" presuntamente abusados.
"Hoy es la jornada inicial y de apertura en la que se ven las líneas de trabajo de las partes acusadoras y de la defensa. En nuestro caso, vamos a acreditar todos los casos de corrupción y de abuso sexual agravado y en función de eso, se calificará adecuadamente y pedir las penas", explicó, y agregó: "De acuerdo a lo que entendemos, la pena en expectativa va de 10 a 50 años y en su momento, pediremos la detención.
En este sentido, el letrado dijo que esta es una "etapa de calentamiento" en donde fundamentalmente se realizarán las presentaciones formales: "Es una jornada de presentación. Quizás ya hoy se vean algunas cámaras Gesell. Recién es el inicio. Es una etapa de calentamiento".
"Encontramos un sinnúmero de indicadores que avalan el relato de los chicos", apuntó Sivo sobre los casos en los que está imputada Schwartz, y consideró que "hay una situación muy clara y contundente en lo que hace a los elementos probatorios".
"No sólo la Justicia de Garantías avaló todas las presentaciones, sino que hay pruebas que así lo demuestran. Hay muchos testimonios que son concordantes con el detalle particular de que son testimonios de distintos grupos de chicos y en el que además algunos están como protagonistas y otro son testigos de esa situación", sostuvo.
Por otra parte, Sivo señaló que las aulas de los colegios donde se desempeñaba la maestra "no tenían una visión desde afuera". "Una situación de abuso no es que lleva horas, son décimas de segundos. Es muy fácil de hacer y de justificar, en caso de un encuentro in fraganti", dijo, y sentenció: "No hay que creer ni caer en el juego de que era imposible de realizar los abusos".