“La música trasciende más allá del idioma”
El dúo “Cuchi Violeta”, referente del folclore Latinoamericano del Siglo XXI, se presentará este domingo a las 21:30 en la sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium. El grupo conformado por Mariana Baraj y Fernando Barrientos cantarán a dúo una porción del infinito universo creado por Violeta Parra y Gustavo “El Cuchi” Leguizamón.
Dueña de una voz privilegiada y de un gran registro vocal que abarca todo tipo de piezas musicales dejando su impronta y sello personal, Mariana Baraj, es considerada un referente indiscutido de la escena musical argentina desde hace ya más de una década.
Ha logrado que su música penetre en Japón, uno de los mercados más complejos del mundo, lugar al que viaja todos los años y donde se editan sus trabajos.
Con ocho discos como solista es convocada e invitada por artistas de todos los géneros musicales para hacer su aporte con una voz única que la destaca.
Tiene más de sesenta colaboraciones con artistas de diversos géneros. Su set de percusión está formado por instrumentos autóctonos originarios.
Es la primera mujer percusionista argentina que ha utilizado accesorios en sus pies estimulando a través de su uso a sus discípulos para que puedan también sumarlos a sus performances.
Es docente y formadora de toda una nueva generación de mujeres que siguen su mismo camino, búsqueda estética y que la toman como modelo.
Desarrolló un estilo propio en el género del canto con caja y ha instalado su formato "Solo Set" convirtiéndola en pionera por haber combinado el canto y la percusión sumando nuevos elementos a la música folklórica argentina.
Es un ejemplo de compromiso musical, trabajo independiente, autogestionado y de constante búsqueda por ahondar en sus raíces
Su proyecto solista la ha llevado a participar de los más destacados festivales alrededor del mundo en países como Alemania, Brasil, Chile, Uruguay, España, México, Estados Unidos, Paraguay, Senegal, Japón, Corea, Palestina e Israel.
Por otro lado, Fernando Barrientos se formó como músico en Mendoza y al comenzar su carrera se unió a Daniel Martín para dar vida al dúo Caín Caín, con quien es autor de la famosa canción «El amor es más fuerte», que fue grabada para la banda sonora de la película de 1993 Tango Feroz: La leyenda de Tanguito de Marcelo Piñeyro.
En la actualidad integra el dúo folclórico Orozco – Barrientos, junto con el cantante y guitarrista Raúl “Tilín” Orozco. La dupla se dio a conocer al público y a la crítica internacional en febrero de 2003, en el Festival de Viña del Mar (Chile) al obtener el primer premio Gaviota de Plata a la mejor canción folclórica con su tema “Pintadita”.
Esas primeras grabaciones llegaron a los oídos de Gustavo Santaolalla de la mano de Leon Gieco, quien no tardó en contactarlos para trabajar juntos. El resultado de ese encuentro fue “Celador de sueños”, un disco ya clásico del dúo que apareció a fines de 2004 que obtuvo Premio Clarín a la Revelación Folclórica y la nominación a los Premios Gardel al mejor álbum de un grupo folklórico.
Luego vino “Pulpa”, el segundo disco de Orozco Barrientos con producción compartida entre Gustavo Santaolalla y Tilín Orozco (una sociedad creativa que se mantiene hasta hoy). Participaron invitados de lujo: Mercedes Sosa y Chango Spasiuk, entre otros. Obtuvieron el Premio Carlos Gardel al mejor disco alternativo de folclore y la consideración de la Revista Rolling Stone sobre “Pulpa”: uno de los mejores cincuenta discos de la década 2000-2010.
La sucesión de conciertos en el país y en giras internacionales: Uruguay, Chile, Cuba, China, Italia y España.
En 2013, Orozco Barrientos presentó “Tinto”, su tercer disco; producido por Gustavo Santaolalla, Tilín Orozco y Aníbal Kerpel. Al reconocimiento general por su trayectoria, el dúo sumó dos distinciones de la industria nacional e internacional. Fue nominado a los premios Grammy Latinos en la categoría Mejor Álbum Folclórico y obtuvieron el galardón de los Premios Konex 2015 al mejor grupo de folclore.
“Con Fernando nos conocemos hace muchos años. Tenemos una búsqueda en común y mucha empatía artística. Este último tiempo coincidimos en muchas fechas compartidas, y ahora encontramos una excusa para juntarnos. Nos pareció una buena idea mixturar esos universos de dos artistas que para nosotros son referentes y siempre nos marcan un camino”, comenta a El Marplatense, Mariana Baraj.
-¿Cómo fue el armado de este show, y la elección del repertorio?
Fuimos eligiendo el repertorio un poco en base a las canciones que sentíamos que nos quedaban mejor, y donde nuestras voces se empastaban más. Siendo que es una obra tan amplia, profunda y contundente, nos costó mucho. Tuvimos que dejar temas afuera que por ahí son importantes.
-¿Sobre todo debe ser difícil elegir qué temas quedan fuera del listado, no?
Sí, lo es. Pero siempre estamos abiertos a que la lista pueda también mutar. Y más con la idea que tenemos de hacer un disco. Estamos en ese proceso de tocar la música y que se vaya macerando.
-¿Qué opinás de esa magia de la música creada en otro tiempo que tiene la capacidad de reinventarse con los shows como los que ustedes realizan?
Es absolutamente mágico. La obra de Cuchi y Violeta invita a la relectura. Ha sido interpretada y versionada por varias generaciones. Tiene esa gran posibilidad, y a los músicos nos gusta encontrarnos con esos repertorios. Es por eso que también son grandes referentes.
-¿Y qué sentís con esto de haber podido llevar tu música a diferentes escenarios del mundo?
Eso habla del poder y la magia de la música. Es cierto que a veces el idioma puede ser una berrara, pero en el caso de la música trasciende. En Japón, por ejemplo, la gente conecta con otra cosa, con una energía que supera el tema del idioma.