El marplatense Patricio Garino terminó su cuarto torneo con la Selección Argentina de básquet con la certeza de su consolidación dentro del equipo de Sergio Hernández. Pese a la bronca por la final que se escapó ante Estados Unidos, tanto “Pato” como el equipo superaron las expectativas.
Al momento de analizar su producción personal, el ex Unión dejó atrás un inoportuno desgarro en la preparación y jugó en plenitud. Aportó toda su energía en ambos costados de la cancha. Defendió con solidez y atacó el canasto con decisión, con más acierto en las penetraciones que en los tiros de tres puntos.
Garino cerró el torneo con un promedio de 13,4 puntos, 4,8 rebotes, 2,4 asistencias y 2 robos en 24,5 minutos. La regularidad fue su rasgo distintivo, dentro de un equipo que disimuló la baja de Luis Scola durante todo el torneo.
“Pato” Garino ya había justificado su lugar en los Panamericanos de Toronto (2015), en el Preolímpico de México (2015) y en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Sin embargo, en la Americup 2017 dio un salto cualitativo que confirmó su consolidación.
VILDOZA HIZO SU EXPERIENCIA
Pese a haber promediado apenas 6 minutos, (1,7 puntos y 2,3 asistencias), el otro marplatense de la Selección Argentina, Luca Vildoza, tuvo una valiosa experiencia, al formar parte de todo el proceso junto al equipo. Tuvo por delante a Facundo Campazzo y Nicolás Laprovittola (de bajo rendimiento en el torneo), dos jugadores claves en la estructura del equipo.
