Con lluvia y homenaje a Martínez Suárez, arrancó el Festival de Cine
Con el invitado poco deseable del mal tiempo, que complicó con viento y lluvia la previa y la alfombra roja ubicada en la Plazoleta Almirante Brown, comenzó oficialmente este viernes la 32ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata que contó como momentos destacados con un homenaje a José Martínez Suárez, por los diez años al frente de la presidencia del certamen, y de un homenaje a cuatro divas del cine argentina que contó con la presencia de una de ellas, Norma Aleandro.
Por la “alfombra roja, y ante la presencia de la prensa ubicada en el lugar, pasaron el francés Claude Lelouch, el realizador Serge Bozon, el actor Pierre Léon, y las estrellas argentinas Erica Rivas, Fernán Mirás, Luis Brandoni, Norma Aleandro, Flavia Palmiero, entre otros. Muchos de ellos, nombres destacados que tendrán presencia activa en el Festival: Lelouch será homenajeado con una retrospectiva, Rivas integra el jurado de la Competencia Oficial.
La ceremonia, que contó con la conducción del productor Axel Kuschevatzky, se realizó como es habitual en la Sala Piazzolla del Teatro Auditórium, y estuvo puntuada por una serie de videos que reflejaron cada momento especial de la noche. El primero en tomar la palabra fue el presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Ralph Haiek, quien hizo mención a la lluvia y resaltó que, según dicen, “trae suerte”.
En primera instancia, celebró el hecho de haber podido concretar esta edición “en poco tiempo” y con “un equilibrio extraño, pero muy fortalecido por uno de los puntales, que es su presidente y que cumple 10 años en el cargo: José Martínez Suárez”. Esta fue la primera de las muchas menciones al director de Dar la cara.
Haiek, que se hizo cargo de la presidencia del INCAA este año -era vicepresidente-, agradeció además al director artístico Peter Scarlet y a la productora Rosa Martínez. Y resaltó que la calidad del Festival se da en el hecho de que “no hay que puntualizar en ninguna película; hay que abrir el catálogo, apuntar y seguro que esa película va a ser buena”.
Entre otros detalles de esta 32ª edición, resaltó la importancia de tener un mercado como el Filmar, que se desarrollará durante estos días festivaleros en la ciudad. “Además del mercado interno que tenemos, esto permite hacer crecer a nuestro cine en el mundo. Tener festivales, tener mercado, es apostar al cine argentino. Tenemos algo único en el cine argentino, que es el talento”, apuntó.
Luego tomó la palabra Fernando Juan Lima, vicepresidente del INCAA, quien demostró su pasión cinéfila (antes de este cargo fue periodista y crítico) al asegurar que estaba mirando la grilla “para ver si llego a ver alguna película a la medianoche”. Para Lima, Mar del Plata, como ciudad y festival, tiene que ver “con nuestra historia y nuestra cultura, con nuestro lugar de libertad, de descanso y de encuentro con amigos”.
Tras recordar que el festival se discontinuó durante los gobiernos militares, resaltó que desde 1996 se retomó el certamen. “Esto tiene que ver con políticas culturales que trascienden a todos los gobiernos. Sentimos a Mar del Plata un poco nuestra, y es por eso que sentimos al Festival nuestro y cuidamos este espacio de debate”, aseguró.
Más allá de las palabras oficiales, hubo un homenaje con la Banda Municipal ejecutando en vivo la banda sonora de Un hombre y una mujer, con su director Claude Lelouch agradeciendo y vistiendo una campera de cuero con la inscripción “Argentina” en su espalda. También se homenajeó a cuatro divas del cine argentino (Mirtha Legrand, Tita Merello, Norma Aleandro, Graciela Borges), pero la única presente fue Aleandro porque Legrand sufrió un accidente en la ruta que la obligó a volver a Capital y Borges se encontraba preparándose para comenzar a rodar el lunes bajo las órdenes de Pablo Trapero.
Aleandro subió al escenario y aprovechó su breve discurso para celebrar a Martínez Suárez: “Es un placer muy grande y un honor recibir esto que nos están dando, pero quiero señalar que si bien este festival me maravilla desde hace mucho, es fundamental lo que ha hecho Martínez Suárez en estos diez años. Nos ha traído lo mejor de todas partes, en profundidad, en diversidad. Y hoy día es uno de los festivales más reconocidos en el mundo”.
Claro está, la estrella de la noche fue el propio director del Festival de Mar del Plata, que fue presentado por Kutchevatsky como “nuestro papá”. El homenaje se ilustró con un video que recolectó las tres partes fundamentales de esta figura central del cine argentino: su rol como director, su figura de docente y su presencia magnética como presidente del Festival.
Con humor, Martínez Suárez subió al escenario y bromeó sobre su hermana famosa, Mirtha, “la que almuerza por televisión” y acto seguido señaló que sigue siendo aquel chico que iba corriendo al cine y a la biblioteca de su pueblo, y que en los 40’s entró a los estudios Lumitón donde su hermana estaba rodando Los martes, orquídeas.
Sin extenderse demasiado, pero con las palabras justas, el presidente del Festival destacó: “Me cuidé mucho de estar cerca de quien fumaba porque es cierto que tengo celuloide en las venas. Fueron diez años importantes, como fueron importantes otros años. La memoria es selectiva. Uno selecciona los buenos momentos. Y repito, todo tiempo pasado fue mejor pero este fue formidable. Apoyen al cine argentino, a la literatura argentina y a los maestros argentinos, que los cuiden, los respeten y les aumenten el sueldo. Vamos para adelante pero mirando para atrás para no cometer los mismos errores”.
Luego hubo tiempo para la presencia del director artístico Peter Scarlet, quien jugó un poco a hablar en castellano, para luego pasar a resaltar en inglés lo más importante -a su criterio-, de la programación. Así dio lugar a Serge Bozon y Piérre Leon, director y actor -respectivamente- de Madame Hyde, la película de apertura. El film de Isabelle Huppert, una suerte de relectura de Jekyll y Hyde de Robert Louis Stevenson, fue presentado por su director como “una película sobre la educación”. Si bien las proyecciones habían arrancado a la tarde, con esta película quedó abierta oficialmente la 32ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.