El Polideportivo vivió el calor del clásico marplatense
El clásico que protagonizaron Quilmes y Peñarol este sábado tuvo una gran cantidad de condimentos que decoraron la noche en la que el "Milrayita" superó a su eterno rival. El calor se hizo sentir desde un primer momento, con una temperatura alta que se concentró dentro del estadio, más todo el fervor que evaporaron los jugadores desde la cancha.
El público siempre brinda su show aparte, aunque en esta ocasión la convocatoria no fue tanta, una problemática que se refleja en casi todas las canchas del básquet argentino. La tribuna de Quilmes tenía menos espacios libres, pero el duelo de hinchadas se mantuvo como en cada clásico.
Las banderas rojas y negras de un lado y los globos azules y blancos encendieron el calor en la previa del partido. Con todas las banderas características colgadas, el público se alistó para disfrutar del clásico.
El “Tricolor”, incluso, desplegó un trapo que cubrió la mitad de la cabecera antes de comenzar el encuentro. Con paciencia, cuando su equipo más lo necesitaba, la parcialidad “Milrayita” hizo lo propio con una inmensa bandera de la “N°6” que ocupó dos tercios de su parcialidad.
Antes del comienzo del partido, se generó cierta preocupación por el estado del parquet, debido a que se encontraba húmedo en distintos sectores. Un grupo de referentes de cada equipo le expresó su preocupación al comisionado técnico, pero el problema se resolvió a tiempo para el comienzo del encuentro.
Los golpes se hicieron presentes en el choque, ya que debió pararse el partido por diversas molestias de Basualdo, en el primer cuarto, Diez y Basabe, que chocaron muy fuerte en el segundo parcial. Lo propio ocurrió con un manotazo del “gringo” a Zurchsmitten cerca del final.
El partido por la Liga de Desarrollo se llevó a cabo este viernes en el estadio José Martínez, en la sede del club Quilmes. Allí, los jóvenes de Peñarol se impusieron por 82 a 66, con una gran actuación de Tomás Monacchi (20 puntos). El 3x3 jugado en el entretiempo, también fue para el “Milrayita”, que se impuso por 16 a 12.
Ambos llegaron a este partido con victorias, superando al mismo rival y en el mismo escenario: Boca en el Polideportivo. El primero en vencerlo fue el conjunto de Leo Gutiérrez, por 79 a 71, para dejar atrás el traspié ante Hispano Americano. Por su parte, los dirigidos por Bianchelli cortaron la racha de tres caídas consecutivas con el triunfo por 98 a 76 ante el “Xeneixe”.
Con los datos previos a este partido, Quilmes es el sexto mejor goleo de La Liga (85,8). Además, se ubica cinco en robos (7,8), cuatro en porcentaje en triples (36%), cuatro en puntos de ataque rápido (13) y cinco en puntos desde la zona pintada (37). Eric Flor es el octavo goleador del torneo (19), Omar Cantón, uno en dobles (70%) y Nicolás Ferreyra, siete en triples (46%).
Por su parte, la medición de Peñarol refleja que el equipo es nueve en tapas (2,4), uno en faltas personales (24), uno en faltas recibidas (23,7) y diez en puntos de ataque rápido (10,9). Kyle Lamonte es uno en triples (53%) y también es seis en pérdidas (2,9).
En la historia de la Liga Nacional, Quilmes y Peñarol se enfrentaron 105 veces, con 72 triunfos para Peñarol y 33 para Quilmes. El último partido entre ambos había sido el pasado 20 de enero, con una victoria para el “Milrayita” por 98 a 90.
Peñarol volvió a padecer bajas entre sus filas. Nicolás Gianella, “el otro pibe de 40”, y Diego Guaita no pudieron ser de la partida por diversas molestias. El base, uno de los líderes del plantel y cuyos aportes suelen ser fundamentales, dijo que no al igual que con Boca y Nicolás Zurchsmitten debió tomar la posta.
La Liga Nacional tendrá un breve descanso a raíz de la participación del Seleccionado argentino en las ventanas FIBA, clasificatorias del Mundial. De esta forma, Quilmes reaparecerá el 28 de febrero ante San Martín de Corrientes en el Polideportivo y Peñarol hará lo propio el 2 de marzo.
