Estibadores: "El Puerto maneja millones y se cagan en nuestra vida"
Una verdad oculta. Que siempre estuvo pero que nunca se destapa. Que todos saben pero que nadie denuncia. "A una empleada de supermercado le dan una faja: a nosotros ni siquiera eso", así grafican los estibadores, con bronca, malestar y angustia, la grave situación de precariedad laboral que atraviesa al Puerto de Mar del Plata, tras la muerte de otro compañero en la mañana de este jueves mientras realizaba una descarga en la bodega de un barco.
Julio Rrua, uno de las personas que trabajaba con el hombre fallecido, cuestionó la demora de la ambulancia y sostuvo que este tipo de situaciones son "moneda corriente" para el sector. "Prefectura se presentó antes que la ambulancia. Y había gente que sabía RCP y se prestó para ayudar al compañero, y recién después llegó la ambulancia. Pero no es la primera vez que pasa esto", remarcó, y recordó: "Hace poco murió un compañero cuando se cayó al agua: estuvo 45 minutos tirado y le agarró un ataque al corazón, algo que se podría haber evitado".
"Estos accidentes son moneda corriente; hay todos los días. A la Superintendencia de Riegos de Trabajo les pedimos que se apersonen acá y que controlen las cosas", señaló, y añadió: "Ellos están para evitar los accidentes. Tienen que intervenir en materia de seguridad para que esto no ocurra".
En diálogo con El Marplatense, el trabajador exigió que "alguien se haga responsable" de esta muerte, en el marco del paro que mantienen por estas horas, y renovó el reclamo para que haya una ambulancia disponible que permita atender las urgencias en el Puerto. "Son dos pesos, los ponemos nosotros. Ya lo hemos propuesto incluso, pero que lo pongan. Acá todos se lavan las manos", dijo.
"Todos buscan presupuesto para la ambulancia más barata, cuando acá en el Puerto se mueven millones. A nadie le importa nuestra vida. Esto es así y es real. Nosotros jugamos con la muerte todos los días", aseveró Rrua, y agregó: "Es supuestamente uno de los Puertos más importantes de la Argentina, nos sacan de nuestro lomo todo lo que nos tienen que sacar y no ponen nada en cuidarnos. Trabajamos en total desidia".
El estibador consideró que este contexto de precariedad es una "verdad oculta" y que "nadie dice nada por miedo a perder el trabajo" o por "otros intereses". "En el Puerto hoy pasa esto. Ya tenemos varias muertes y no aguantamos más. Por eso decidimos cortar", fundamentó, y agregó: "Todos nos vamos a morir en algún momento, pero no nos vamos a morir como un perro, a la vista de todo el mundo y de todos los compañeros"
"No puede ser así. Hay millones y nadie es capaz de desembolsar dos mangos por una ambulancia. Esto lo pagan con un cajón de pescados, y acá se cagan en la vida de la gente. Te pelean dos mangos para no pagarte el sueldo", concluyó.