Procesan a una banda por contrabando de estupefacientes
Diez personas fueron procesadas por integrar una banda que contrabandeaba cocaína hacia España y comercializaba drogas en Mar del Plata, en el marco de una investigación iniciada por la Fiscalía Federal N°2, a cargo de Nicolás Czizik, que se acumuló con otra dirigida por el Juzgado Federal N° 3 de Mar del Plata.
Además, se acusa a los miembros de la banda de conformar una asociación ilícita y de efectuar maniobras de lavado de activos, a raíz de las ganancias obtenidas. Los embargos dispuestos alcanzan los 20 millones de pesos, y se ordenó el decomiso de seis vehículos incautados -algunos de alta gama- y el dinero secuestrado, que suma más de 145 mil pesos y cinco mil dólares.
La resolución del juez Santiago Inchausti determinó el procesamiento de las diez personas como parte de la asociación ilícita, a una de ellas -quien es acusado como líder de la banda- por el delito de contrabando, a ocho por comercio de estupefacientes agravado, nueve por lavado de activos, y una de las mujeres de la organización también es acusada por tenencia de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización. La organización delictiva estaba conformada por padres, hermanos, parejas y amigos cercanos.
La banda tenía asiento en Mar del Plata y su modus operandi consistía en captar personas de bajos recursos y allegadas a los imputados, tramitarles la documentación migratoria necesaria para viajar al exterior, donde eran recibidos para poder concretar operaciones con dólares falsos.
Tras la detención de cinco personas que eran llevadas a Estados Unidos para cometer el delito, la organización cambió de rubro y se dedicó a maniobras de comercio de drogas en la ciudad. Para ello, habría utilizado como “pantalla” el funcionamiento de una pescadería. “El empleo de términos relacionados a productos pesqueros, responde a palabras cifradas que refieren a compra, entrega, distribución, almacenamiento, traslado y venta de estupefacientes", detalla el fallo.
En 2009, el líder de la organización y su pareja, entre otros, fueron detenidos en la ciudad de Paysandú, en Uruguay, donde intentaron introducir más de 4 kilos de cocaína para enviarlos por correo postal a España, camuflados en el interior de cajas de muñecas.
Dos años más tarde -y cuatro meses después de recuperar la libertad-, hubo otro intento de contrabando de cocaína, con el mismo destino. En esa ocasión fue detenida la persona que actuaba de “mula” en el aeropuerto de Ezeiza: antes de embarcar descubrieron que llevaba casi 6,5 kilos de cocaína líquida impregnada en goma espuma que llevaba en una mochila y un bolso porta notebook. El caso llegó a juicio y la investigación condujo a Mar del Plata.
En marzo de 2017 se inició en la Justicia Federal marplatense una causa a raíz de una denuncia de la División Falsificación de Moneda de la Policía Federal Argentina. El jefe de la dependencia policial había recibido información de la agencia de investigaciones secreta de Estados Unidos sobre la detención de personas que tenían domicilio en esta ciudad, cuando intentaban introducir dólares falsos en distintas ciudades en operaciones comerciales en supermercados u otros sitios, o bien intentaban girar al país billetes apócrifos.
Para el magistrado, en esta etapa de la instrucción quedó demostrado que las ganancias de los delitos cometidos permitieron a varios de los sujetos implicados adquirir automóviles, bienes en general como relojes y joyas, realizar viajes aéreos internacionales, abrir cuentas bancarias en el exterior y desarrollar un nivel de vida, sin una actividad comercial o ingreso lícito suficiente que pueda justificar, de momento, tales patrimonios.