"El riesgo de dolarizar las tarifas era muy grande y pasó lo peor"
La fuerte devaluación que signó esta semana profundiza la incertidumbre que ya se vivía en las jornadas previas a la convocatoria que lanzó el Gobierno nacional para discutir este martes, en audiencia pública, otro aumento sobre el cuadro tarifario del gas que regirá desde el primero de octubre.
Al pedido que elevó de suspensión del encuentro que elevó el viernes la Defensoría del Pueblo bonaerense, se sumó también Consumidores Argentinas, cuyas autoridades locales pusieron énfasis en las dificultades para calcular los montos de las nuevas facturas debido a los simbronazos económicos.
"Sostenemos que hay falta de información para esta audiencia pero esto tiene que ver con que no se podía calcular el valor de la tarifa real en función de lo que ya había aumentado el dólar hace un par de semanas", comentó a El Marplatense Sergio Procelli, titular de la organización.
En este marco, el máximo responsable de Consumidores Argentinos recordó que con las distribuidoras el Gobierno mantiene una deuda retroactiva desde abril a octubre, por las diferencias en las cotizaciones de la divisa que se proyectaron. "Con un dólar a 28 o 30 pesos, y sumando todas las variables, teníamos un aumento del 80 por ciento. Pero con esta nueva cotización, ni se puede hablar", señaló, tras una semana que cerró con un dólar a 39 pesos en Mar del Plata.
"Si ya estaba complicado antes, ni hay que imaginarse con la última devaluación porque hay que trasladar todo el valor del dólar a la tarifa", insistió, y explicó: "Lo que es el barril de petroleo, el dólar y la inflación, son las tres cosas que hay que trasladar y cualquiera de estos valores se disparan por las nubes".
Con respecto a la deuda que se mantiene con las empresas, Procelli advirtió un escenario de "jaque mate" ante las pocas alternativas que parecen vislumbrarse para las autoridades gubernamentales para lograr saldarla sin un impacto directo en las facturas. "Acá hay dos opciones: trasladar todo a la tarifa, que va a hacer una tarifa más impagable, y lo otro es subsidiar, pero tampoco hay dinero para hacerlo porque hay que reducir el déficit. Es un jaque mate", consideró.
"Desde el momento que se lanzó todo este sendero vimos que esto era inviable, pero lo peor que pensábamos se dio. Tampoco había que hacer muy genio para saber el gran riesgo que implicaba dolarizar las tarifas", cuestionó el principal referente de la entidad.
A su vez, el titular de Consumidores Argentinos dijo que, de llegar a confirmarse nuevos aumentos, habrá otro impacto en los subsidios que otorga el Gobierno, ya que estos deben reducirse en cada instancia de actualización tarifaria, según está previsto en el cronograma oficial. "Ahora se restaría un 7 por ciento más y eso es un gran problema", aseveró.