La Ferrari de Maradona, entre los autos secuestrados a la banda narco
La famosa Ferrari Spider F355 de Diego Maradona, en la que llegaba a los entrenamientos de Boca Juniors en la década del 90, fue secuestrada la semana pasada por Gendarmería Nacional en un megaoperativo internacional antidrogas que desbarató a la banda de los hermanos Edwin, José y Valdemar Loza, quienes son propietarios de playas de estacionamiento y hoteles en Mar del Plata, que habrían utilizado para lavar el dinero que obtenían del tráfico de cocaína.
Con apenas 37.800 kilómetros rodados, el modelo 1998 con 8 cilindros, fue subastada en 2005 por Mercado Libre en un evento por el cual consultaron 3.400 usuarios y se recibieron 66 ofertas. Finalmente, se aceptó la de 670.150 dólares, tras descartar otras propuestas superiores y de dudosa procedencia, que llegaron incluso a los cuatro millones de la moneda estadounidense.
Valiéndose de la firma Automóviles The Boss S.A. -una de las sociedades armadas para lavar el dinero ganado con la venta de cocaína a gran escala-, el clan compró en julio de 2009 el auto que había manejado Maradona. Los narcos fueron su sexto dueño. Y en 2018 aun lo conservaba igual que una cédula azul a nombre de Edwin, según informa Clarín.
La operación "Cambalache" se desarrolló en simultáneo en la Argentina, España e Italia, y culminó con 38 detenidos tras 70 allanamientos, varios de ellos en diferentes domicilios de Mar del Plata. En los procedimientos se incautaron 51 automotores (entre los cuales hay tres de colección y dos de alta gama), seis camiones, maquinarias agrícolas, una lancha, más de un millón de pesos, 373 mil dólares, 85 mil euros, joyas y relojes de lujo y cinco armas de fuego.
De acuerdo a la investigación, que reunió los esfuerzos de la Gendarmería, las autoridades de España e Italia, la agencia antidrogas estadounidense DEA -además de las Procuradurías de Narcocriminalidad y de Lavado de Activos- y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), el "Clan Loza" había montado una empresa narco perfectamente aceitada.
Durante los últimos 20 años, los hermanos estructuraron un sistema por el cual enviaron toneladas de cocaína boliviana a Europa, principalmente a España, país donde el martes detuvieron en forma coordinada a 23 personas. A cambio de la droga, recibieron millones y millones de euros, dinero que ingresaron a la Argentina para comprar más droga.
Los Loza mandaban cocaína a Europa a través de diferentes métodos: desde envíos en cargamentos de pescado hasta remesas menos importantes usando el método de "gancho ciego" (bolsos con droga que se colocan en contenedores sin que las empresas exportadoras tengan vinculación con el tráfico).
Pese a esto, la investigación en nuestro país, a cargo del juez en lo Penal Económico Pablo Yadarola, no se centró en el tráfico propiamente dicho, sino en el millonario lavado de activos que concretó la banda en nuestro país. Aunque los detenidos fueron acusados de integrar un asociación ilícita destinada al tráfico de estupefacientes y al lavado de dinero de la droga, los ejes de investigación se dividieron. España profundizó la pista del tráfico y Argentina, la del lavado.
Solo a través de "mulas", el Clan Loza logró ingresar a la Argentina, al menos, unos 15 millones de euros en efectivo, pero además hizo inversiones millonarias en autos, motos, departamentos, campos, casas y hoteles.
La investigación detectó que tienen viviendas de lujo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, estancias en San Pedro y Cañuelas, diferentes hoteles y playas de estacionamiento en Mar del Plata y Salta, por las cuales generaban un flujo ficticio de dinero. En España, se secuestraron 12 vehículos, tres motocicletas, dinero en efectivo y se bloquearon 200 cuentas bancarias.