Los vecinos del barrio Nuevo Golf, al sur de la ciudad, debieron tomar en sus propias manos las herramientas que encontraron a su alcance para cortar el pasto de la plaza donde se encuentran los juegos infantiles, cansados de las falsas promesas y la desidia del Estado municipal que, denuncian, dejó "totalmente abandonados" los espacios públicos de la zona.

"Ahora, los adolescentes y niños del barrio pueden disfrutar de esta plaza, como hace meses no podían porque desde la Delegación Municipal Vieja Usina no cortan el pasto, como nos venía prometiendo. Nos cansamos ya de tantas mentiras y promesas", aseguró Mario Peralta, presidente de la sociedad de fomento de este barrio, a El Marplatense.

Como la sociedad de fomento no tiene un convenio con el municipio y no cuenta con herramientas propias, varios vecinos se juntaron en la plaza -con las palas, machetes y guadañas que pudieron conseguir- para desmontar todo el yuyal, que "tenía un metro de altura y rodeaban a los juegos infantiles". "Trabajamos desde las 5 de la tarde hasta las 9 y media de la noche. Costó, pero lo logramos", sostuvo.

"Nos da mucha bronca y mucho dolor tanto olvido, porque no nos pasa solo con los espacios públicos, sino con las calles de granza y las luminarias públicas. Tenemos más de 150 luminarias fuera de servicio. Marcelo Lencina nos solicitó que hagamos el relevamiento para poder presentarlo al EMVial y lograr que se reparen, porque quedan como escenario para distintos hechos delictivos, pero no tuvimos respuesta", detalló el fomentista.

Asimismo, denunció que los espacios públicos del barrio "son tierra de nadie". "Tenemos una cancha de fútbol en la que no pudimos cortar el pasto porque es mucho y necesitamos un tractor. Ese lugar es para hacer deporte social y es un pulmón fundamental para contener a los menores. Estamos cansados de un Estado ausente", agregó.

Según Peralta, en estos 3 años de la gestión del intendente Carlos Arroyo, solo se asfaltaron 700 metros de calles en Nuevo Golf, que se hicieron a través de la gestión de Nación para asegurar el paso del colectivo. "Pero el barrio no son 7 cuadras, son 150. Tenemos una sola de colectivo que entra, la otra está suspendida por la obra y no hay una sola calle alternativa", precisó respecto a un problema que persiste en la zona desde hace años.