Tras tocar los $ 43,50, su máximo valor desde septiembre, el dólar arrancó el último día de la semana con una baja de 1,50 peso, a $ 42 en el Banco Nación.

En el mercado mayorista, que es donde operan bancos y empresas, retrocede también 1,32 peso, a $ 41,02. El jueves, con apenas US$ 7 millones, la divisa se había disparado en los últimos minutos de la rueda, y este viernes desanduvo el camino de esas pocas operaciones. En Brasil, el dólar también baja unos centavos.

La suba fuerte se concretó luego de la licitación de Letras de Liquidez (Leliq), porque la tasa no subió como el mercado esperaba. Por eso, todos miraban qué iba a hacer este viernes el Central que, efectivamente subió 5 puntos porcentuales más la tasa.

El alza de tasas busca tentar a los inversores para que se mantengan en pesos y no se vayan al dólar. Y, además, "seca" la plaza, con lo que ya no hay pesos para comprar.

En los dos últimos días, el Central redujo un 8% la base monetaria (unos $ 85.000 millones) con las absorciones y la tasa pasó de 50,21 % a 51,86%. Pero no alcanzó.

Por eso, este viernes la tasa volvió a subir. El Banco Central decidió desdoblar en dos la licitación diaria de Leliq, "con el objetivo de mejorar la señal de política monetaria y calibrar con más precisión la liquidez del sistema".

En la primera licitación, a las 11.30, adjudicó $ 104.865 millones, a una tasa promedio de 56,76%, un salto de 5 puntos porcentuales. La tasa máxima llegó a 59,89 y la mínima fue de 52%.

A las 14.15 se hace otra licitación y de ambas el Central promedia la tasa de política monetaria del día. El monto total a emitir este viernes estaba previsto en $ 185.000 millones.