Mamá de Lucía Bernaola: "El juicio contra Sasso ya lo gané"
Verónica Borelli, la mamá de Lucía Bernaola, consideró que "ya ganó" el juicio que tiene lugar durante estos días contra Federico Sasso, quien atropelló y mató a su hija en junio del 2017, pese a que aun la Justicia debe resolver la condena que recaerá contra el joven por el fatídico siniestro que provocó.
Después de la instancia de los alegatos, la madre de la menor dialogó con El Marplatense y se mostró muy "contenta" con el desarrollo que tuvo el debate oral ya que sostuvo que "todos los que estuvieron involucrados con la muerte de Lucía dijeron lo que tenían que decir".
"Estoy muy conforme con lo que dijeron los testigos: todos dijeron la verdad. Acá hay una persona alcoholizada y que manejó a alta velocidad y eso es lo que hay que juzgar", sintetizó al respecto Borelli.
En este sentido, la mamá de Lucía aseguró que "ya ganó el juicio", más allá de que la eventual condena que después resuelva el Tribunal Criminal Oral N°1, integrado por Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Juan Manuel Sueyro. "Esto ya lo dejó en manos de los juece; yo estoy tranquila de que luché por mi hija, de que todo lo que quería que se de a la luz lo logré", explicó.
Maximiliano Orsini, el abogado que la representa, había adelantado a este medio que pediría una condena de entre 10 y 12 años de cárcel para Sasso, al sostener la acusación por el delito de "homicidio simple con dolo eventual", que contempla una pena en expectativa de 10 a 25 años de prisión.
Este martes, bajo la misma tesitura Rodolfo Moure, el representante del Ministerio Público Fiscal, pidió ante los jueces una pena de 10 años de prisión para Federico Sasso, además de exigir que se le revoque la prisión domiciliaria y que se le imponga una sanción especial para que se lo inhabilite para la conducción de cualquier tipo de vehículos por el término de 10 años.
El miércoles fue el turno de Facundo Capparelli, el abogado de Sasso, quien pidió una condena "mínima" para su defendido tras cuestionar la carátula de "homicidio simple con dolo eventual". El joven también aprovechó la "última palabra" que le concedieron los jueces y, entre lágrimas, aseguró que nunca quiso "matar a nadie", además de pedirle "perdón" a los padres de Bernaola.
Tres testigos, entre ellos un perito, propuestos por la defensa cerraron el lunes la última jornada de testimoniales en el juicio oral. El primero en declarar fue el perito Luis Alberto Martínez, que representó la familia del imputado y cuyas conclusiones se diferenciaron totalmente de las que en audiencias anteriores expusieron los peritos oficiales.
Martínez puso en duda la velocidad a la que se desplazaba el rodado al momento del impacto dada por los otros peritos y atribuyó a la maniobra que dio muerte a Bernaola a la humedad que presentaba el asfalto en la madrugada del 4 de junio de 2017.
Los dichos del perito fueron duramente cuestionados por los abogados de los padres de la adolescente y por el Ministerio Público, que cuestionaron su profesionalismo.
"Lo sentimos muchísimo", dijo a su turno la madre de Sasso al referirse a la muerte de Bernaola y señaló que su hijo es "un joven tranquilo, alegre, amigable y que nunca tuvo problemas de conducta".
"Hoy mi hijo esta destruido", afirmó la mujer y agregó que tras el episodio que le costo la vida a la adolescente "jamás volvió a ser el chico de antes ni lo va a ser".
Ante una pregunta del defensor, la madre del imputado dijo que sentía "angustia y dolor" por lo sucedido. "Lamento todo lo que ocurrió y ya nada volverá a ser como antes", manifestó.
La última en declarar fue una amiga de la familia Sasso, quien dijo que el joven "siempre manejaba despacio, era prudente y siempre respetaba todas las normas de tránsito".
También contó que lo conoce desde que era niño y que "siempre fue muy educado, muy correcto y muy respetuoso de las normas", según lo que consignó la agencia Télam.
Tres jóvenes que iban con Sasso en el auto que atropelló a adolescente declararon el 14 de este mes que antes habían hecho una "previa" en la casa de uno de ellos, donde habían tomado alcohol, y que circulaban "rápido".
Sasso llegó a esta instancia imputado por el delito de "homicidio culposo agravado y lesiones", pero el fiscal y los abogados de la familia Bernaola procuran que sea juzgado por "homicidio simple con dolo eventual", que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión.
Por su parte, la defensa busca avanzar con la acusación por "homicidio culposo imprudente o agravado", cuya escala penal va de los 3 a 6 años de prisión.
El hecho ocurrió en la madrugada del 4 de junio de 2017, cuando Sasso conducía por la costa su vehículo Renault Clío, a alta velocidad y al llegar a la curva de Alberti y la Costa perdió el control del rodado, invadió la mano contraria, siguió su recorrido sobre la vereda y atropelló a Lucía Bernaola, quien murió en el acto, e hirió a otros ocho jóvenes que caminaban con ella.
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