Es viernes y tu cuerpo lo sabe, pero hay coronavirus ¿alguno lo sabe?
Por Germán Ronchi
Una situación que se repite. Una y otra vez. Lunes y martes, fueron unos pocos. Era feriado, claro está. Desde el miércoles el flujo de tránsito, sea en vehículo o a pie, fue en ascenso. Pero este viernes salieron todos. O casi.
La inconsciencia, desde el decreto del Gobierno nacional de aislamiento social, preventivo y obligatorio, llegó hoy en Mar del Plata a su máximo nivel. Como así también la presencia de adultos mayores, como desafiantes del paso del tiempo y su vulnerabilidad ante el posible contagio de coronavirus. Hoy los viernes, ya no son lo que eran.
El oficio casi que me obliga a tomar la calle. Viajo en colectivo, pero uno pasó de largo al tener todos los asientos ocupados. Una hora después (por reloj) apareció el siguiente. Hice trasbordo en el centro y las imágenes de soledad, el silencio y el cantar de los pájaros de días atrás ya no eran tan cinematográficas. Al contrario, como si todo hubiera vuelto a la normalidad, la gente se agolpó en los bancos, en el Correo Argentino.
Algunos con guantes y barbijos. De ellos, otro tanto se bajó el barbijo y secó la transpiración de la cara con el guante puesto. Desinformación, exceso de recaudos, hábitos incomprendidos, paranoia o incongruencia. Ya no se sabe, no se entiende.
¿Qué le pasa a la gente? La consigna es quedarse en casa, resguardarse, salir para lo indispensable. Séptimo día de cuarentena obligatoria. Más de mil marplatenses recibieron sus actas por quebrantar el decreto. Faltan cuatro días, aunque pueden ser 12 más y hasta abril completo. ¿Hasta cuando? ¿Hasta dónde llegará la inconsciencia?