Malestar por las malas condiciones de alojamiento para "repatriados"
Luego de un mes varados en Miami, parte de una familia pudo regresar a Mar del Plata. Se trata de un matrimonio de 78 años, que vivió un regreso de terror, plagado de deficiencias logísticas y que culminó en una habitación de hotel sin calefacción, sin sillas ni una mesa, amenazas de denuncia por parte del conserje, el supuesto llamado de un fiscal y un aislamiento sin hisopado.
Desde el seno familiar contaron a El Marplatense lo que está viviendo este matrimonio mayor, cuya mujer es discapacitada motora. "Desde que empezó la cuarentena, el 20 de marzo, estaban encerrados en Miami. Viajaron en un vuelo de Aerolíneas Argentinas y llegaron a las 19.15 a Ezeiza, donde estuvieron una hora arriba del avión porque había llegado un vuelo desde Quito a la misma hora. Después esperaron dos horas el micro que los llevó a Retiro y ahí estuvieron más de 4 horas antes de salir para Mar del Plata", confiaron.
"Una vez acá, a las 10 del domingo, y debieron aguardar una hora y media hasta que decidieron llevarlos a este hotel donde deben hacer la cuarentena", agregaron los familiares.
Pero una vez en Mar del Plata, los problemas no terminaron. No hubo hisopado alguno y solamente les tomaron la temperatura según confiaron a este medio. "Primero los querían separar y los metieron en una habitación de 3 metros por 3 metros, sin una silla ni mesa. Cuando reclamaron por eso, el conserje los amenazó con llamar a un patrullero. E incluso alguien se hizo pasar por el fiscal Juan Manuel Pettigianni para hablar con ellos y supuestamente, calmarlos". De acuerdo a averiguaciones personales de la familia, el fiscal nunca hizo ese llamado.
Asimismo, afirmaron que el Regidor "es un hotel de temporada que en invierno lo cierran y no tiene calefacción, no pueden salir. Están en una habitación donde no entra más que una cama, tienen una pequeña ventana que da a un patio todo lleno de caca de palomas".
"Es de mínimas condiciones y lo único que se logró es que les den una silla y una mesa. Están como si fueran presos", cerraron.