Coronavirus: el Scirocco y la sombra del crucero “Diamond Princess”
Por Carlos Walker
El barco Scirocco, de la empresa Luis Solimeno SA, se mantiene sin poder amarrar en el puerto marplatense tras detectarse un caso de coronavirus en la tripulación. Se trata de un hombre de 50 años. Antes de salir a navegar les hicieron hisopados a todos los marineros y salieron al mar antes de recibir los resultados del examen.
Tras conocerse el caso positivo de COVID-19, el intendente Guillermo Montenegro aseguró que la tripulación, “quedará en cuarentena, amarrados y nadie podrá bajar de la embarcación”. “El barco que está volviendo, se quedará en la rada, con los controles médicos correspondientes y con la realización del segundo testeo a esa persona”, resaltó.
Este jueves, el Sindicato Marítimo Pesquero (Simape) y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu), junto a familiares de los 30 tripulantes, reclamaron que se permita que el buque amarre en la terminal portuaria local y que los trabajadores, tras ser controlados, continúen el aislamiento en un hotel que puso a disposición uno de los propios gremios.
Por su parte, el exsecretario de Salud del municipio, Alejandro Ferro, consideró que “no es conveniente hacer una cuarentena dentro de un barco desde el punto de vista de los contagios”. “No me parece prudente. El barco es un lugar pequeño, donde la convivencia es extremadamente conjunta”, dijo.
“Este buque tiene que amarrar y los tripulantes tienen que hacer la cuarentena en un hotel con todas las medidas de prevención o un lugar que el estado resuelva”, subrayó.
“El lugar ideal para llevar adelante una cuarentena no es un buque. El crucero Diamond Princess tuvo una diseminación entre personal y tripulación casi inmediata. Arrancaron con 12 infectados y terminaron con 730 personas con coronavirus. Fue una catástrofe", señaló el exfuncionario de Gustavo Pulti en declaraciones a CNN Radio Mar del Plata.
La tripulación del crucero estuvo en cuarentena en el puerto de Yokohama, durante más de dos semanas, lo que resultó que existieran más pasajeros infectados que si hubieran desembarcado inmediatamente, es decir, todo lo contrario de lo que se pretendía, según un estudio realizado por la Universidad de Umea (Suecia).