Crece la preocupación por el aumento de los accidentes en bicicletas en Mar del Plata
Días atrás, el Fiscal General de Mar del Plata, Fabián Fernández Garello, se refirió al incremento de la circulación de bicicletas en Mar del Plata y mostró su preocupación por un posible aumento de siniestros viales. "Deberíamos estar atentos al aumento del transporte ciclomotor", sentenció.
En esa línea, el bloque de concejales del Frente de Todos presentó un pedido de informes para que el Departamento Ejecutivo local brinde detalles acerca de “los planes a mediano y largo plazo para reforzar y garantizar la seguridad vial y reducir la siniestralidad de los usuarios de bicicleta” en el Partido de General Pueyrredon, indicando las etapas previstas con su correspondiente conceptualización y objetivos específicos.
En la iniciativa, a la cual El Marplatense tuvo acceso, el concejal Roberto Páez remarcó “la necesidad de preservar la seguridad de los conductores de bicicletas”, atento “al incremento de esta modalidad de movilidad no motorizada en el territorio del Partido, producto en parte de las restricciones a la movilidad urbana en el marco de la emergencia por COVID-19”.
En ese sentido, destacó que “las modernas ciudades se caracterizan por la confluencia de múltiples modalidades de movilidad urbana, desde los transportes motorizados en sus facetas públicas o privadas, hasta los modos no motorizados, como la bicicleta, con más sus similares, y la peatonalidad”.
“Ante esta pluralidad de posibilidades, desde el municipio se debe asegurar que se arbitren los medios necesarios para coordinar, posibilitar y ordenar los distintos medios de transporte, ofreciendo posibilidades seguras para el usuario y eficientes en su utilización y diagramación para todos los involucrados en el transito citadino”, aseveró el edil opositor.
Y subrayó: “La pandemia producida por la irrupción del COVID -19 es por todos conocida, como lo es también el impacto que la misma ha tenido en la movilidad urbana, impactando principalmente en el transporte público colectivo de pasajeros, reduciendo sus frecuencias y el número de pasajeros que cada unidad puede transportar”.
A continuación, Páez consideró que “a medida que se produce la apertura de las actividades sociales y económicas, también aumenta la necesidad de traslado, lo que unido a la mencionada merma del transporte público, produce, necesariamente, una migración a otras modalidades de desplazamiento”.
Al mismo tiempo, afirmó que “el COVID-19 trae entonces, como consecuencia, una alteración en las modalidades de movilidad urbana, como así también los comportamientos sociales a ella asociados. En este sentido, se debe propender a la reorganización del tránsito en general y a la seguridad de los usuarios de bicicletas en particular, posibilitando el transporte eficiente y seguro a través de este medio de transporte de creciente necesidad en la ciudad y la zona”.
“Los propios vecinos y vecinas y usuarios de bicicletas manifiestan como preocupación recurrente la siniestralidad y seguridad vial en sus traslados y renuevan dicha preocupación en el contexto de pandemia. Entonces, creemos necesario continuar profundizando el pensamiento y la acción respecto de seguridad vial -inmediata y a futuro- de los ciclistas en este nuevo mapa del tránsito local, atento a un posible aumento de siniestros viales”, sentenció Páez.