El 5 de marzo de 1988 uno de los comediantes argentinos más populares de la televisión y el cine murió de una forma trágica. Alberto Olmedo trastabilló en el balcón del piso 11 de un departamento del edificio Maral 39 de Mar del Plata, no logró sostenerse y cayó a la calle. Dos días antes, había estrenado su última película, Atracción peculiar, que se transformó en una obra póstuma. El film tiene una secuencia que terminó siendo premonitoria: el actor aparece junto a su amigo, Jorge Porcel, al borde de una cornisa, amagando con tirarse al vacío.
El recorrido artístico de Alberto Olmedo
El humorista, que supo destacarse en teatro, cine y televisión, había nacido el 24 de agosto de 1933 en Rosario. Desde muy chico formó parte del equipo de Gimnasia Plástica en el Club Atlético Newell’s Old Boys de esa ciudad. En 1951 se subió a las tablas junto a Antonio Ruiz Viñas con el dúo Toño-Olmedo y tres años después se fue a Buenos Aires. Primero, fue asistente y luego switcher en Canal 7.
En 1960 creció: le dio vida al Capitán Piluso, su primer gran éxito apuntado a un público infantil. Cuatro años después llegó el ciclo Operación Já-Já, de Gerardo y Hugo Sofovich, que fueron dos de los que más colaboraron con él.
La década del ’70 fue importante para su trabajo en cine, con películas como Los caballeros de la cama redonda, Los doctores las prefieren desnudas, Fotógrafo de señoras, Expertos en pinchazos y El rey de los exhortos, entre otras. Esa filmografía se terminó de fortalecer en los años que vinieron después, la década del ’80, impulsadas por el rating que generó en la TV. Primero fue con Alberto y Susana, junto a Susana Giménez, y después con No toca botón, su programa más conocido.
Las vueltas del destino hicieron que el año más importante en la historia profesional de Olmedo haya sido el de su muerte. Su figura, igualmente, seguirá quedando en la memoria.
Fuente: TN